¿Qué es un objetivo y cómo se redacta?
Un objetivo de investigación define el propósito y el resultado esperado del estudio. Se formula respondiendo ¿Qué pretendo lograr? o ¿Cuál es el fin de mi investigación?. Su redacción comienza con un verbo en infinitivo, expresando la acción a realizar y el resultado buscado.
Más Allá de la Simple Intención: Descifrando la Redacción Efectiva de un Objetivo de Investigación
Un objetivo de investigación no es una simple declaración de intenciones; es la brújula que guía todo el proceso de investigación, asegurando que el trabajo se enfoque en un resultado específico y medible. Define con precisión qué se pretende lograr y cómo se evaluará el éxito del estudio. Entender su naturaleza y cómo redactarlo correctamente es crucial para el desarrollo de cualquier investigación sólida y significativa.
La pregunta fundamental que responde un objetivo de investigación es: ¿Qué pretendo lograr con este estudio? O, de forma más específica: ¿Cuál es el fin último de mi investigación? No se trata de describir el proceso, sino de articular el resultado tangible que se espera obtener al finalizarlo. Por lo tanto, va más allá de una simple descripción del tema; se centra en el impacto o el conocimiento que se generará.
A diferencia de las preguntas de investigación, que son interrogantes exploratorias que guían el proceso, los objetivos son declaraciones afirmativas que declaran la finalidad del estudio. Esta diferencia sutil, pero crucial, se refleja en su redacción.
La Clave está en el Verbo Infinitivo:
La redacción de un objetivo efectivo comienza con un verbo en infinitivo. Este verbo no solo indica la acción a realizar, sino que también denota el resultado deseado. Utilizar verbos débiles o ambiguos puede oscurecer el objetivo y comprometer la claridad del estudio. En su lugar, se deben emplear verbos fuertes y concisos que transmitan con precisión la meta.
Ejemplos de verbos adecuados incluyen: determinar, analizar, evaluar, comparar, describir, identificar, comprender, explicar, predecir, modelar, etc. Evite verbos vagos como “estudiar” o “investigar,” ya que no especifican el resultado buscado.
Elementos Clave de un Objetivo Bien Redactado:
Un objetivo de investigación bien redactado debe incluir:
- Un verbo en infinitivo: Como ya se mencionó, el verbo debe ser preciso y reflejar la acción principal.
- El sujeto de la investigación: Debe quedar claro qué o quién será el objeto de estudio.
- El alcance del estudio: Se debe especificar el contexto y los límites de la investigación.
- El resultado esperado: Debe ser medible y evaluable, permitiendo determinar si el objetivo se ha alcanzado.
Ejemplos de Objetivos Bien Formulados:
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Objetivo incorrecto: Estudiar la contaminación del agua en la ciudad de X. (Vago, no especifica el resultado)
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Objetivo correcto: Determinar los niveles de contaminación por metales pesados en el agua potable de la ciudad de X durante el periodo 2022-2023. (Claro, específico y medible)
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Objetivo incorrecto: Investigar la relación entre el estrés y la salud mental. (Demasiado amplio)
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Objetivo correcto: Analizar la correlación entre los niveles de cortisol salival y la sintomatología depresiva en estudiantes universitarios de X universidad. (Concreto, con variables definidas)
En resumen, la redacción de un objetivo de investigación requiere precisión, claridad y una comprensión profunda de lo que se pretende lograr. Un objetivo bien formulado no solo guía la investigación, sino que también facilita la evaluación de los resultados y la comunicación efectiva de las conclusiones. La clave radica en la correcta selección del verbo en infinitivo y la definición precisa del alcance y el resultado esperado.
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