¿Qué pasa si alguien muere y tienen una cuenta bancaria conjunta?

¿Qué ocurre con las cuentas bancarias conjuntas tras el fallecimiento de un titular?

Cuando una persona fallece y es cotitular de una cuenta bancaria conjunta, el destino del saldo y la gestión de la cuenta dependen de las normativas y regulaciones establecidas por la institución financiera y las leyes aplicables. Generalmente, existen dos escenarios posibles:

1. Cuenta mancomunada:

En una cuenta mancomunada, también conocida como “por operación conjunta”, cada titular tiene derecho a disponer de los fondos de forma independiente. Tras el fallecimiento de uno de los titulares, el saldo restante pasa automáticamente al sobreviviente, quien asume la titularidad plena de la cuenta.

2. Cuenta solidaria:

En una cuenta solidaria, cada titular es responsable del saldo total de la cuenta. En caso de fallecimiento de uno de los titulares, el saldo restante permanece en la cuenta, pero la gestión y responsabilidad de la misma recaen en el titular sobreviviente.

Pasos a seguir por el titular sobreviviente:

Para gestionar la cuenta bancaria conjunta tras el fallecimiento de uno de los titulares, el sobreviviente debe seguir los siguientes pasos:

1. Notificar al banco: Informar a la entidad bancaria sobre el fallecimiento del cotitular, presentando el certificado de defunción.
2. Presentar documentación: Proporcionar al banco toda la documentación necesaria para acreditar la identidad del titular sobreviviente y su derecho a asumir la titularidad de la cuenta.
3. Asunción de la titularidad: Una vez verificada la documentación, el banco procederá a reconocer al titular sobreviviente como titular único de la cuenta.
4. Cierre de la cuenta: El titular sobreviviente puede optar por cerrar la cuenta conjunta y abrir una nueva cuenta a su nombre individual.

Implicaciones legales y fiscales:

Las implicaciones legales y fiscales relacionadas con la gestión de una cuenta bancaria conjunta tras el fallecimiento de un titular pueden variar según las leyes vigentes y las regulaciones de la entidad bancaria. Es aconsejable consultar con un abogado o asesor financiero para obtener asesoramiento específico sobre estos aspectos.