¿Cuántos metaversos hay?

0 ver

¡Es alucinante pensar que ya hay más de cien metaversos! Me emociona la idea de explorar tantos mundos virtuales, aunque me preocupa un poco que se pierda la conexión entre ellos. Ojalá se impulse la interoperabilidad para que podamos viajar fácilmente entre estos universos digitales y disfrutar de una experiencia realmente inmersiva. Es un futuro tan cercano y a la vez tan desconocido, ¡me da mucha curiosidad!

Comentarios 0 gustos

¿Cuántos metaversos hay? ¿Cien? ¡¿Más de cien?! Es una locura, ¿no? Me deja flipando. Imagino… buff… ¿cómo serán todos esos mundos? Me emociona la idea de poder bucear en ellos, de explorar… como si fueran diferentes planetas, cada uno con sus propias reglas y paisajes. Pero también me da un poco de vértigo, ¿sabes? Me preocupa que al final sea un poco… ¿cómo decirlo?… un archipiélago digital. Muchas islas, sí, pero aisladas. ¿Para qué quiero cien metaversos si no puedo pasar fácilmente de uno a otro? Sería como tener cien juegos en la estantería y no poder jugar a ninguno porque cada uno necesita una consola diferente. Ojalá de verdad se consiga eso de la “interoperabilidad”, que no sé ni cómo se pronuncia bien, pero suena a algo importante. A algo que nos permita movernos libremente entre esos mundos.

Recuerdo cuando era pequeña y me imaginaba mundos fantásticos, con criaturas extrañas y paisajes imposibles. Ahora, de alguna forma, estamos construyendo esos mundos. Es… no sé… como un sueño extraño hecho realidad. El otro día leí, creo que fue en algún blog de tecnología, que se calcula que para 2026, una de cada cuatro personas pasará al menos una hora al día en el metaverso. ¡Una de cada cuatro! Es brutal. Me imagino dentro de unos años contándole a mis hijos (si es que los tengo, jeje) sobre cómo era internet antes del metaverso, como ahora les cuento a ellos sobre los tiempos sin smartphones. Les parecerá prehistoria, fijo.

Pero bueno, a ver qué pasa. Es un futuro tan cercano y a la vez tan… nebuloso. Me da una mezcla de curiosidad y… ¿aprensión? Supongo que es normal. Como cuando te subes a una montaña rusa. Un poco de miedo, pero sobre todo… ¡ganas de lanzarte!