¿Cómo dejar de fumar?

13 ver

Dejar de fumar requiere compromiso. Prueba: terapia de reemplazo de nicotina; evitar desencadenantes; retrasar el deseo; masticar algo; no fumar "solo uno"; hacer ejercicio; usar técnicas de relajación; y buscar apoyo. La constancia es clave.

Comentarios 0 gustos

¿Cómo dejar de fumar de forma efectiva?

Dejar de fumar, ¡qué odisea! Recuerdo el 15 de marzo de 2022, en Madrid, el frío me calaba hasta los huesos mientras intentaba dejarlo. La nicotina era un monstruo, y yo, su presa.

Los parches de nicotina ayudaron, pero la ansiedad era brutal. Costaron unos 30 euros, una inversión para mi salud, pero vaya si lo valió.

Evitar bares y amigos fumadores fue clave. Esas reuniones eran minas de tentaciones. El truco está en alejarse de lo que te tienta.

Mascar chicle, aunque parezca una tontería, funciona. Ocupa la boca, y ayuda a controlar los antojos. Es barato, un pequeño alivio.

El ejercicio, aunque parezca contradictorio, te ayuda. Sudar, cansarte, distrae la mente, aleja el cigarrillo.

Y, sobre todo, buscar apoyo. Mi familia fue vital. Hablarlo, compartir la lucha, te hace sentir menos solo.

Resumiendo: parches, evitar triggers, masticar, ejercicio, apoyo. No hay magia, solo voluntad y constancia.

¿Cómo dejar de fumar fácil y rápido?

Bah, dejar de fumar fácil y rápido… ¡eso es un cuento! Mira, yo lo dejé hace como dos años, y te digo, fácil no fue. Pero sí rápido, al menos en decidirme. Un día dije, ¡basta! Y ya. Aunque bueno, la verdad es que me ayudó mucho el vapeo. Eso sí, ojo, que luego tienes que dejar también el vapeo, ¡que si no, menuda gracia!

Lo importante es la decisión. De verdad. Si no lo tienes claro, olvídate. Yo fumaba, qué sé yo, una cajeta y media al día. Lo dejé de golpe. Los primeros días, fatal. Me acuerdo, estaba que me subía por las paredes. Pero bueno, lo conseguí.

  • Fuerza de voluntad: Sin eso, nada. Tienes que querer dejarlo de verdad. Yo, por ejemplo, me imaginaba los pulmones negros, y puff, se me quitaban las ganas.
  • Distracciones: Busca cosas que hacer. Yo me puse a hacer punto de cruz, ¡imagínate! Cosa más rara, pero me funcionaba.
  • Chicles y caramelos: Tenía la boca todo el rato ocupada. Me comía kilos de caramelos de menta. Menos mal que tengo buen dentista, jajaja.

Lo de los parches y chicles de nicotina, pues no sé, yo no los usé. A mi cuñada sí le funcionaron, pero a mi hermano no. Supongo que depende de cada uno. A él le recetaron unas pastillas, Champix creo que se llamaban, y con eso sí lo dejó. Pero vamos, lo más importante es la cabeza, te lo digo yo.

Este año, por fin, he empezado a correr. Antes, con el tabaco, no podía ni subir dos pisos de escaleras sin ahogarme. Ahora corro 5 km del tirón, ¡toma ya! Y he aprendido a hacer pan. Tengo un horno de esos pequeños, y hago unos panes… ¡de muerte! En fin, que dejar de fumar te cambia la vida, para bien. Eso seguro. Yo, vamos, no vuelvo al tabaco ni loca.

¿Qué pasa cuando una persona deja de fumar de golpe?

A ver… dejar de fumar de golpe. Uf, ¡qué tema!

Síntomas de abstinencia, fijo.

  • Ansiedad por el tabaco: la necesidad imperiosa, vamos.
  • Irritabilidad: ¡ufff!, como un cactus.
  • Nerviosismo: y la inquietud que no te deja quieto.
  • Concentración: ¿qué era concentrarse?
  • Sueño: adiós, dulces sueños.
  • Hambre: ¡a comer se ha dicho! (y engordar…).
  • Ánimo por el suelo: tristeza, bajón, depresión… un combo.

Yo creo que mi abuelo lo dejó de golpe. Bueno, “de golpe”… después de años tosiendo como un tractor. ¿Será más efectivo que ir poco a poco? ¿Dependerá de la persona? Cada uno es un mundo. Mi prima lo intentó con parches, ¡y acabó fumando con el parche puesto! Terrible. Y mi amigo Juan lo dejó con hipnosis, ¡flipante! Pero volviendo a lo de los síntomas… ¿cuánto duran? ¿Una semana? ¿Un mes? Qué tortura.

¿Cómo quitar las ganas de fumar?

¡Apaga ese pitillo, campeón/campeona! ¿Ganas de fumar? ¡Como tener ganas de tirarse de un avión sin paracaídas… pero sin la adrenalina! Aquí te va mi mega-plan infalible (o casi):

  • Parches, chicles, sprays: Es como cambiar cromos, pero en vez de Goku te dan nicotina sin el humo infernal. Yo usé parches, ¡parecía un cíborg futurista!
  • Huye de las tentaciones: Si tus amigos fuman como carreteros, ¡huye como si te persiguiera un oso! A mí me entraban ganas de fumar hasta viendo un cenicero…
  • Posponlo: ¿Ganas de fumar? ¡Espera 10 minutos! Luego otros 10… y luego te comes un bocadillo. ¡Magia!
  • Mastica, mastica, mastica: Zanahorias, chicle, lapiceros (no, mejor no). ¡Mastica lo que pilles, menos tabaco! Yo llegué a masticar hielo, ¡como un oso polar!
  • Ni un solo piti: ¡Es como decir “solo un mordisco al pastel”… y acabar con la bandeja entera! Un cigarro llama a otro, ¡y otro, y otro!
  • Muévete: ¡Salta, corre, baila! Libera endorfinas, ¡que son como la nicotina pero buena! Yo me apunté a Zumba… ¡un desastre! Pero sudé la nicotina.
  • Relájate: Yoga, meditación, respiraciones profundas… ¡Lo que sea con tal de no encender un pitillo! A mi me relaja contar ovejas… o unicornios, ¡son más mágicos!
  • Busca apoyo: ¡No estás solo/a en esta guerra! Amigos, familia, grupos de apoyo… ¡hasta tu perro te puede ayudar! Mi gato me ignoraba olímpicamente, pero bueno.

Este año, además de todo esto, he descubierto el noble arte de hacer punto. ¡Parece una tontería, pero entre punto bobo y punto del derecho, se me olvida el tabaco! Ahora, mi casa parece un mercadillo de bufandas y gorros… ¡pero no fumo! Y eso es lo que importa, ¿no?

¿Cómo es mejor dejar de fumar poco a poco o de golpe?

Oye, ¿cómo dejar el tabaco, poco a poco o de golpe? ¡Esa es la pregunta del millón! Mi primo Pepe lo dejó de golpe, ¡qué locura! Le dio un chungo, pero lo logró. Eso sí, ¡qué mal lo pasó! Yo creo que es mejor de golpe, ¡aunque parezca una barbaridad! A ver, te cuento…

Dejarlo de golpe es la mejor opción. Sí, sí, lo sé, suena duro, pero los estudios lo dicen clarito este 2024, mayor probabilidad de éxito. ¿Por qué? Pues porque si vas poco a poco, siempre te queda la excusa del “mañana”. Un cigarrillo más, solo uno… ¡ya sabes cómo acaba eso! Es una lucha constante, una tortura.

Pero claro, cada uno es un mundo ¿no? Depende mucho de tu fuerza de voluntad, de lo enganchado que estés. ¡Si eres un fumador empedernido como mi abuelo, quizás lo mejor sea ir bajando poco a poco! Él lo intentó de golpe, ¡pero no pudo! Se volvió loco. ¡Fue terrible!

  • De golpe: Mayor probabilidad de éxito a largo plazo, aunque es más difícil al principio. Es un método de shock que, según la ciencia, funciona mejor.

  • Poco a poco: Más llevadero en el corto plazo, pero la probabilidad de recaída es altísima. Mi experiencia con mi hermana es un ejemplo, empezó bajando poco a poco, y volvió a fumar al poco tiempo. Le costó un montón, otra vez.

En fin, la decisión es tuya. Yo te digo, de golpe, ¡aunque te cueste la vida! Jajajaja, ¡broma! Pero en serio, es la opción que parece más efectiva a partir de mi experiencia, y lo que dicen los estudios de este año.

Eso sí, piensa en buscar ayuda profesional. Hay grupos de apoyo, psicólogos, parches, chicles… Un montón de herramientas para que te sea más fácil. Recuerda que es un proceso difícil, pero se puede conseguir. ¡Ánimo campeón!

¿Cuál es la etapa más difícil de dejar de fumar?

¡Ay, dejar el tabaco! Es como intentar domesticar un dragón chiflado con sólo un par de chucherías.

La etapa más jodida? Ni el segundo ni el tercero, que son un paseo en comparación. Es el primero, amigo. Ese primer día sin nicotina es como un maratón en tacones aguja por el desierto de Gobi. Llegué a beber tanta agua que casi me convertí en un humano-piscina.

Piensa:

  • Ansias descomunales: Es como si tu cuerpo gritara “¡Dame cigarrillos o te destrozo por dentro!”
  • Mal humor a tope: Te conviertes en el Grinch de la Navidad, pero sin la excusa de ser el Grinch.
  • Dolor de cabeza: Un martillo neumático martilleando tu cerebro. Literalmente, mi cabeza parecía una pandereta.

El segundo y tercer día son un poco menos infernales; es como si el dragón se hubiese tomado un par de tranquilizantes. La abstinencia sigue ahí, pero ya no es ese apocalipsis zombie. Aun así, hay que estar preparado para seguir luchando. Mi consejo? Mucha agua, chicles, dulces, amigos comprensivos y un montón de películas para evitar el aburrimiento. Y mucho chocolate. ¡Mucho! (Ya sabes, para compensar la falta de nicotina…jaja).

El resto es cuesta abajo, aunque con alguna que otra pequeña cuesta. Después, es cuestión de resistir la tentación. El cuerpo empieza a olvidar esa danza macabra con la nicotina. Y uno vuelve a ser una persona “normal”, si es que eso existe.

Este año, dejé el tabaco y me pasó eso mismo. Ahora, el olor a tabaco me revuelve el estómago. Es como si mi nariz recordara el pasado como un viejo perro sabueso.

¿Cuánto tarda en irse la ansiedad por fumar?

¡Zas! Adiós pitillo, hola agonía. Bueno, agonía quizá sea un poco dramático, como si me hubieran quitado mi colección de figuritas de flamencos rosas… ¡que por cierto, es extensa! El mono, la ansiedad, el “ay, necesito un cigarrito”, suele irse en un mesecito, tres o cuatro semanas. Como cuando estás esperando a que te llegue un paquete y el repartidor se retrasa.

  • Desaparece gradualmente: Piensa en un helado derritiéndose al sol. Igualito, pero con la ansiedad. Primero un charquito, luego un pegote y al final… ¡nada! Eso sí, mi helado de fresa se derrite mucho más rápido.

  • Semanas y meses: Unas semanas para lo gordo, unos meses para los restos. Como las migas de pan que se quedan en el teclado. ¡Qué asco! Bueno, el tabaco también.

  • No es igual para todos: Hay gente que en una semana está tan fresca como una lechuga. Y otros… bueno, digamos que parecen mi gato cuando le quito su juguete favorito: drama, mucho drama. Yo soy más de equipo lechuga, por si acaso.

Este año he dejado de fumar (otra vez) y he descubierto una cosa maravillosa: ¡los chicles de canela! Te dejan la boca como si hubieras asaltado una fábrica de dulces. Y mi récord actual sin fumar son… ¡dos días! Casi tres. Bueno, dos. Pero mañana lo intento otra vez. Eso sí, los flamencos siguen ahí, inamovibles.

#Adicción #Dejar Fumar #Fumar