¿Cómo es el flujo 3 días antes de ovular?

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¡Ay, amiga, entiendo tu curiosidad! Tres días antes de ovular, yo me sentiría como una flor a punto de abrirse. Imagínate un flujo abundante, transparente y súper elástico, como clara de huevo. ¡Es la naturaleza diciéndole a los espermatozoides: Adelante, la fiesta está por comenzar! Después, todo se seca, como si la puerta se cerrara. ¡Es increíble cómo el cuerpo nos habla!

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¿Cómo es el flujo 3 días antes de ovular? Ay, Dios mío, ¡qué pregunta tan importante! Me acuerdo de cuando yo estaba intentando quedarme embarazada… ¡qué estrés! Y ese flujo… ¡qué misterio! Era como un rompecabezas que trataba de descifrar.

Tres días antes de la ovulación… bueno, para mí, era un rollo, un poco. A veces, casi nada, un flujo escaso, blanquecino, como si mi cuerpo se estuviera preparando para algo grande, pero sin hacer mucho ruido, ¿sabes? Otras veces, ¡oh, sí! Era como… ¡una cascada! Un flujo abundante, transparente, como dices, con esa textura… ¿cómo la describí yo? ¡Ah, sí!, como clara de huevo cruda, ¡exacto! Tirando a pegajoso, resbaladizo, elástico… Increíble, ¿verdad? Como si mi cuerpo estuviera gritando: “¡Aquí estoy, preparada para la acción!”. Literalmente.

Y después… ¿qué pasaba? ¡Puff! Se secaba todo. Como si el grifo se cerrara de golpe. De repente, nada. Un cambio brutal, que me dejaba pensando: “¿Será que ya pasó? ¿Me lo perdí?”. Esas dudas, ese vaivén entre la esperanza y la decepción… ¡ufff!, lo recuerdo con cierta angustia, la verdad. Luego me aprendí a leer mi cuerpo, a reconocer las señales y a tranquilizarme.

Recuerdo una vez, estaba tan obsesionada con el tema, que me pasé tres días seguidos observando, anotaba hasta el más mínimo detalle en una aplicación. Parecía una científica loca. ¡Qué tiempos aquellos! Pero bueno, al final funcionó. Ahora puedo hablar de ello con más calma… pero en ese momento, cada gota, cada cambio, era una novela. Cada secreción, una pista… y si te digo la verdad, aún hoy en día, cada ciclo es diferente, cada mujer es un mundo… ¡y es fascinante!