¿Cómo es una llaga cancerosa?

¿Cómo es una llaga cancerosa? Uf, qué pregunta tan difícil… y tan personal, porque, aunque nunca la he tenido, la he visto de cerca. Recuerdo a mi abuela, Dios la tenga en su gloria, con esa llaga en la lengua… una llaga que no se iba, ¿sabes? Decían que era una simple aftas, al principio. Una simple molestia. Pero luego… luego ya no era tan simple.

Se asemejaba a una quemadura, sí, eso es… como si te hubieras quemado con algo muy caliente, pero que nunca se curaba. Imaginate, una llaga dentro de la boca, ¡en la lengua! ¿Cómo se come, cómo se habla, cómo se vive con eso? Mi abuela, que era una mujer tan fuerte… se le hacía cada vez más difícil comer, hablar con fluidez… recordar esas conversaciones entrecortadas por el dolor… me parte el alma. Tragar también se le dificultaba, incluso respirar a veces parecía costarle un esfuerzo inmenso.

A veces pienso, ¿cuánta gente ignora estas señales? Se dicen, “es solo una llaga, ya se me pasará”… pero ¿y si no pasa? ¿Y si esa llaga, esa simple molestia, se convierte en algo tan terrible? Según leí una vez (y ojo, no soy médico, eh, solo lo leí en una revista, así que no me citen como fuente), hay estudios que dicen que… uy, creo que eran algo así como 1 de cada 100,000 personas en España, algo así, desarrollan cáncer de boca. Un número que parece pequeño, ¿verdad?, hasta que te toca de cerca.

En fin, si notas algo raro en tu boca, una llaga que no cicatriza, un dolor que persiste… por favor, ve a un médico. No lo dudes. No esperes. La vida es demasiado preciosa como para jugar con estas cosas. La experiencia de mi abuela me enseñó eso, y creo que es un aprendizaje que no se debe olvidar.