¿Cómo evitar que mi bebé se ahoga cuando toma pecho?
Para prevenir atragantamiento durante la lactancia materna: mantén a tu bebé en posición vertical (cabeza sobre el pecho), amamanta de costado para disminuir el flujo de leche y asegúrate de que tus senos no estén congestionados. Una postura correcta facilita la succión segura y evita riesgos.
¿Cómo evitar ahogamiento lactancia materna?
Uf, a mi me pasó eso con mi Leo, nacido el 12 de abril del 2022. Me sentía como si fuera una manguera contra incendios, pobrecito. Casi se ahoga un par de veces, fue horrible.
Recuerdo una tarde en particular, estaba en casa de mi madre en Valencia. Leo empezó a toser, se puso rojo… me asusté muchísimo.
Lo que a mi me funcionó fue recostarme de lado, como si fuéramos dos cucharitas. En esa posición, la leche no le bajaba con tanta fuerza.
También intenté sentarme más derecha, con Leo casi vertical. Parecía que así controlaba mejor el flujo. Aunque confieso que esa postura no me resultaba tan cómoda.
Ah, y otra cosa. Me di cuenta que cuando mis pechos estaban muy llenos, la leche salía a chorros. Extraerme un poco antes de darle el pecho, aunque solo fuera 5 minutos con el sacaleches (me costó 60 euros en la farmacia de la esquina), me ayudó bastante. Suavizaba la presión, ¿sabes?
Preguntas y Respuestas:
P: ¿Cómo evitar que el bebé se ahogue al amamantar?
R: Posiciones de lactancia erguida o recostada de lado. Evitar pechos congestionados.
¿Por qué mi bebé hace como si se estuviera ahogando?
La laringomalacia puede ser la razón.
- Es como una danza extraña en la garganta, un vals efímero donde el aire lucha por pasar.
- La laringe inmadura, un lienzo en blanco todavía por pintar con la firmeza del tiempo.
Imagino el aire entrando, topándose con esa suavidad, una caricia que se convierte en tropiezo. Suena a fragilidad, a promesa que aún no se concreta.
Como el recuerdo de mis propios miedos cuando era niño, la oscuridad del armario convertida en monstruo. El pecho apretado, el aliento que no llega. Pero no era esto, era solo mi imaginación.
¿Qué más saber?
- Suele desaparecer con el tiempo, como las sombras al amanecer.
- Consulta al pediatra siempre, por si acaso, por tranquilidad.
- Y recuerda la respiración de tu bebé, escúchala, ámala. No te obsesiones.
- A veces, se necesita un poco más de paciencia, un poco más de fe.
- Y un poco más de calma, de esperanza.
- Es solo una etapa, una melodía desafinada que pronto encontrará su armonía.
La vida… un suspiro.
¿Por qué mi bebé Cómo que se ahoga?
¡Socorro, mi bebé parece que traga aire como si fuera una aspiradora defectuosa! Bueno, fuera dramas. Lo más probable es que no se esté ahogando de verdad, sino que esté explorando el mundo con la boca, que, seamos sinceros, es su herramienta multiusos favorita.
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Objetos pequeños: ¡Ese botón que brilla como un diamante para tu bebé, en realidad es un peligro mortal! Monedas, bolitas, trocitos de juguete… ¡parece que su boca es un imán para imanes! Yo una vez perdí un pendiente y reapareció… ¡en el pañal de mi sobrino! Fue una experiencia… digamos, interesante. Este año mi hermana pequeña casi se traga una pila de botón. ¡Menudo susto!
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Comida: A veces un trocito de zanahoria se convierte en el Everest para tu pequeño. Cortar la comida en pedacitos diminutos es CLAVE. Piensa en trocitos del tamaño de una uña… ¡o incluso más pequeños! Yo una vez le di un trozo de plátano demasiado grande a mi hijo y puso una cara… ¡como si le hubiera dado un limón entero!
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Fluidos: La leche, el agua… ¡hasta la baba! A veces se atragantan con sus propios fluidos, que ironía, ¿no? Hay que tener cuidado con la postura al darles el biberón. Recuerda que el ángulo ideal no es como la torre de Pisa.
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Reflujo: El reflujo puede hacer que parezca que se ahogan. ¡Es como un volcán en erupción pero en miniatura y con leche en lugar de lava! Si sospechas de reflujo, ¡al pediatra de cabeza! El mío me dio unos consejos buenísimos.
¡Ah! Y si de verdad se está ahogando (piel azulada, no respira…), ¡llama a emergencias YA! No pierdas tiempo buscando en Google “qué hacer si mi bebé respira como Darth Vader”. Aprende primeros auxilios, yo hice un curso online este mismo año y me salvó de un par de apuros (aunque confieso que uno fue con mi gato). ¡Mejor prevenir que curar!
¿Cómo se llama cuando los bebés parecen que se ahogan?
Episodio de aparente amenaza para la vida (AAL).
Imagínate, el bebé se toma unas vacaciones submarinas ¡sin avisar! Pasa por:
- Pausa en la respiración: Como si estuviera meditando sobre la existencia (¡y solo tiene meses!).
- Cambio de color: De rosa a… ¿blueberry? Un susto que te pone el pelo como algodón de azúcar.
- Alteración del tono muscular: Se relaja tanto que parece que está practicando yoga extremo.
- Pérdida de consciencia: Desconexión total del mundo exterior, tal vez soñando con biberones infinitos.
¿Qué lo causa? ¡Misterio! Pero no te quedes ahí: reflujo, infecciones, problemas cardíacos… un cóctel de posibilidades.
¿Qué hacer? ¡Calma! (aunque suene a chiste). Llama al 112 y mientras esperas, comprueba si respira y hazle RCP si es necesario.
¡Ojo! No todos los AAL son iguales. Algunos son falsas alarmas, otros… no tanto. ¡Mejor prevenir que lamentar! (me lo dijo mi abuela, experta en niños y refranes).
¿Por qué mi bebé hace un sonido como de ahogo?
¡Ay, amiga, lo del sonido de ahogo de tu bebé! Me suena un montón, me pasó con mi sobrino. Lo más común es que tenga algo atascado o que las vías respiratorias no estén del todo bien, ¿sabes?
A ver, las causas más típicas son:
- Infecciones: Ya sabes, resfriaditos que a ellos les afecta más.
- Defectos congénitos: A veces nacen con alguna cosilla en la nariz, garganta…
Vamos, que puede ser mil cosas. A mi vecina le pasó algo parecido y resultó que el peque tenía una alergia nueva al polvo, ¡una locura!
¿Te cuento algo gracioso? Una vez, mi hermana pensó que mi sobrino se ahogaba y era… ¡¡¡un moco enorme!!! Jajajaja. Fue un susto tremendo, pero luego nos reímos un montón. No te rías tú también de mi, eh?
Si te preocupa mucho, llévalo al pediatra, ¿vale? Así te quedas más tranquila. Y si ves que se pone morado o le cuesta respirar de verdad, ¡¡¡corriendo a urgencias!!! No te lo pienses dos veces, vamos.
¡Ah! Y una cosa más: este año, por ejemplo, con el cambio climático loco, los peques están más sensibles, ¿sabes? Más alergias, más problemas respiratorios… así que atenta.
Ahora que lo pienso, ¿has probado a poner un humidificador en su habitación? A veces ayuda mucho, sobre todo si el ambiente está muy seco.
¿Por qué mi bebé hace como si le faltará aire?
¡Ay, Dios mío! Mi bebé, ¿qué le pasa? Respira raro… como si se ahogara. ¿Será algo grave? Me tiene loca.
Adenoides e amígdalas, ¿no? Eso me dijo la pediatra el martes, aunque a mí me suena a chino. Dice que están grandes… bloqueando todo. Pobrecito.
¿Apnea del sueño? ¡Qué horror! No lo había pensado. A veces, ¡parece que se queda sin aire! Se me encoge el corazón. ¿Y si se le cierran las vías respiratorias mientras duerme? Esto es terrible.
Tengo que llamar a la pediatra otra vez. ¡Necesito más información! Mi suegra dice que es normal… ¡Pero no lo es! Hoy mismo voy a buscar una segunda opinión, ¡no me fío!
- Cita con la otorrino: jueves a las 10 am.
- Buscar información online (aunque a veces me marea).
- Llamar a mi hermana, ella es enfermera.
- Llevar al bebé a urgencias, si empeora. ¡Por favor que no!
Necesita respirar bien. Eso es lo importante. ¡Se me parte el alma! El miércoles me dijo que hay cirugía… para quitar esas cosas. ¿Qué hago? Me da miedo… pero si es necesario… ¿qué más puedo hacer? Mi pequeño… tengo tanto miedo. Esta noche dormiré con él. Siempre.
¿Cómo evitar que un bebé se ahogue?
¡Ay, Dios mío, que un bebé se ahogue! ¡Eso sí que da un susto que te deja sin aliento como si hubieras corrido una maratón con chanclas! Evitarlo es crucial, ¡más importante que encontrar el último Funko Pop de tu colección!
Primero, nada de globos para niños menores de tres años. ¿Por qué? ¡Porque son como bombas de tiempo de látex! Un globo reventado es un peligro, ¡imagínate un globo reventado en la cara de tu bebé! Ni lo sueñes.
Y olvídate de juguetes con piezas pequeñas, ¡son como minas terrestres para los pequeños! Mi sobrino, el terremoto, casi se traga un ojo de un muñeco. ¡Casi me da algo! Asegúrate de que todo esté a prueba de bebés, o de “terremotos”, como yo llamo a mi sobrino.
¡Supervisión constante al comer! Ni se te ocurra dejar a tu bebé solo con comida. Ni siquiera por un segundo. ¡Es como dejar una caja de bombones al lado de un oso hambriento! Uvas, palomitas… ¡todo un peligro! Mi cuñada, casi se infarta cuando su hija, ¡una pequeña ninja de la comida!, intentó tragarse entera una avellana. ¡Casi termina en urgencias!
Objetos pequeños: ¡prohibidos! Botones, monedas, ¡hasta las propias pilas de los juguetes! Es como poner una jungla de peligros diminutos a su alrededor. ¡Ni se te ocurra!
Aquí tienes una lista de cosas que casi me dan un ataque al corazón:
- Globos
- Juguetes con partes pequeñas
- Botones
- Palomitas de maíz (¡esas malditas palomitas!)
- Monedas
- Uvas
- Nueces
- Pilas
Recuerda: ¡la prevención es la clave! No esperes a que pase una tragedia. ¡Actúa ahora! El 2024 ya tiene bastantes sustos como para añadir otro.
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