¿Cómo se extirpa un bulto de grasa?

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La extirpación de un lipoma suele realizarse quirúrgicamente mediante una incisión para remover el tejido graso. Aunque la recurrencia es rara tras la cirugía, otra opción menos invasiva es la liposucción. Este procedimiento utiliza una aguja fina para aspirar el contenido del lipoma, siendo útil en ciertos casos.

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Adiós al bulto: Entendiendo la extirpación de lipomas

Un lipoma, ese pequeño bulto blando bajo la piel, a menudo indoloro y móvil, puede generar inquietud estética o, en casos menos frecuentes, molestias físicas. Si bien son benignos (no cancerosos), la decisión de extirparlos suele estar motivada por estas razones. Pero, ¿cómo se realiza este procedimiento?

La extirpación quirúrgica es el método más común y efectivo. A través de una incisión en la piel, el cirujano accede al lipoma y lo extrae completamente, incluyendo la cápsula que lo rodea. Esta precisión minimiza las posibilidades de recurrencia, que aunque existen, son bajas. La incisión se sutura y, generalmente, deja una pequeña cicatriz que se atenúa con el tiempo. El tamaño de la cicatriz dependerá del tamaño del lipoma y de la técnica empleada por el cirujano.

Aunque la cirugía ofrece una solución definitiva en la mayoría de los casos, existen alternativas menos invasivas, como la liposucción. Este procedimiento, habitualmente asociado a la remodelación corporal, también puede utilizarse para extraer el contenido graso del lipoma. Mediante una cánula, una aguja fina conectada a un aparato de succión, se aspira la grasa del interior del bulto. La liposucción presenta ventajas como una cicatriz mínima, un tiempo de recuperación más corto y menor dolor postoperatorio. Sin embargo, es importante destacar que, al no extraer la cápsula del lipoma, la probabilidad de recurrencia es ligeramente mayor que con la cirugía.

La elección del método más adecuado dependerá de diversos factores, como el tamaño y la ubicación del lipoma, las preferencias del paciente y la evaluación del especialista. Un lipoma profundo, por ejemplo, o uno localizado en una zona delicada, podría requerir una extirpación quirúrgica para garantizar su completa remoción. Por otro lado, un lipoma pequeño y superficial podría ser un buen candidato para la liposucción.

Es fundamental recordar que ante la aparición de cualquier bulto o masa en el cuerpo, es indispensable acudir a un médico para obtener un diagnóstico preciso. La automedicación o la manipulación del lipoma sin supervisión profesional no se recomiendan y podrían ser perjudiciales. Un profesional de la salud podrá determinar la naturaleza del bulto, descartar otras afecciones y recomendar el tratamiento más apropiado para cada caso individual. No dude en consultar con su médico para resolver cualquier duda y obtener la atención necesaria.