¿Cómo se nota el embarazo en la boca?

La Boca y el Embarazo: Señales que a veces olvidamos

El embarazo, una etapa de profundos cambios en el cuerpo de la mujer, no solo se manifiesta con náuseas matutinas o antojos repentinos. A menudo olvidamos que la salud bucal también puede verse significativamente afectada, actuando incluso como un indicador temprano del estado de gestación. Prestar atención a nuestra boca durante este periodo se convierte en una parte crucial del cuidado prenatal.

Si bien las alteraciones hormonales son las principales responsables de estos cambios, es importante reconocerlos y abordarlos adecuadamente. ¿Cómo, entonces, podemos notar el embarazo en nuestra boca? Aquí te presentamos algunas señales clave:

1. Dientes que parecen moverse: La sensación de que los dientes se aflojan puede ser alarmante, pero durante el embarazo, el aumento de progesterona y estrógeno puede afectar los ligamentos y el hueso que sostienen los dientes. Si bien no es común que se caigan, la sensación de movilidad es un indicio a tener en cuenta.

2. Llagas y bultos inesperados: El embarazo puede debilitar el sistema inmunológico, haciendo que la mujer sea más susceptible a infecciones y a la aparición de llagas (aftas) o pequeños bultos en la boca. Estas lesiones, aunque generalmente benignas, pueden ser dolorosas e incómodas.

3. Encías inflamadas, enrojecidas y… ¿moradas?: Este es quizás el síntoma más característico y visible. El aumento del flujo sanguíneo en las encías, provocado por los cambios hormonales, puede causar una inflamación importante. La encía, en lugar de su color rosado habitual, puede presentar un enrojecimiento intenso e incluso virar hacia un tono violáceo. Esta inflamación, conocida como “gingivitis gravídica” (gingivitis del embarazo), puede hacer que las encías sean más sensibles y sangren con facilidad al cepillarse o usar hilo dental.

4. Encías brillantes y dolorosas: Junto con la inflamación, las encías pueden adquirir una apariencia brillante debido al aumento del flujo sanguíneo y la acumulación de líquido. Esta condición, sumada a la inflamación, puede hacer que las encías sean particularmente dolorosas al tacto, dificultando el cepillado y, por lo tanto, agravando el problema.

Más allá de los síntomas:

Es crucial entender que estos cambios, aunque comunes, no son inevitables. Una higiene bucal meticulosa, que incluya cepillado suave pero constante, uso de hilo dental y enjuagues bucales sin alcohol, puede ayudar a controlar la gingivitis y prevenir complicaciones mayores.

La visita al dentista: una cita ineludible:

Durante el embarazo, las visitas regulares al dentista son esenciales. El dentista puede evaluar la salud bucal, realizar limpiezas profesionales para remover la placa y el sarro acumulados, y brindar consejos personalizados sobre cómo mantener una boca sana durante este periodo crucial. Además, el dentista puede tratar cualquier problema dental preexistente, minimizando el riesgo de que se agrave durante el embarazo y afecte la salud del bebé.

En conclusión, el embarazo impacta en la salud bucal de formas que a veces pasan desapercibidas. Reconocer los síntomas y tomar medidas preventivas, incluyendo una buena higiene y visitas regulares al dentista, son fundamentales para garantizar una sonrisa saludable tanto para la madre como para el bebé. No subestimes la importancia de tu boca durante esta hermosa etapa.