¿Cuál es mi peso real, el de la mañana o el de la noche?

El Gran Debate del Peso: ¿Mañana o Noche? La Verdad Detrás de la Báscula

El número que nos refleja la báscula cada mañana (o cada noche) puede convertirse en una obsesión para muchos. Pero, ¿qué peso es el “real”? ¿El que marca al despertar o el que muestra antes de dormir? La respuesta, como suele suceder, no es tan sencilla como un simple “mañana” o “noche”. La realidad es que ambos pesos reflejan situaciones fisiológicas diferentes y ninguno, por sí solo, representa la totalidad de nuestra composición corporal.

La fluctuación de peso a lo largo del día es un fenómeno completamente normal, atribuible principalmente a la ingesta de alimentos y líquidos, y a la eliminación de los mismos a través de la orina, las heces y la transpiración. Sin embargo, la diferencia más notable suele observarse entre el peso matutino y el vespertino.

Como muchas personas han experimentado, pesarse por la mañana generalmente arroja un número menor. Esto se debe a que durante la noche nuestro cuerpo continúa metabolizando, eliminando líquidos a través de la orina y la respiración. Este proceso de pérdida nocturna de líquidos, que puede alcanzar hasta un kilo o más dependiendo del individuo, explica la lectura más baja en la báscula al despertar.

Por otro lado, al final del día, tras haber consumido alimentos y líquidos, nuestro peso aumenta. Esto no significa necesariamente un aumento de grasa corporal, sino simplemente un incremento en el peso del contenido de nuestro estómago e intestinos, así como la retención de líquidos por diversas razones, incluyendo la ingesta de sodio.

Entonces, ¿cuál es la mejor hora para pesarse para obtener una medida más precisa y significativa? Si buscamos un valor que refleje con mayor exactitud nuestra masa corporal magra (sin considerar el contenido del tracto digestivo y la variación de líquidos), la recomendación es pesar-se por la mañana.

Para obtener un dato lo más confiable posible, se recomienda seguir estos pasos:

• Orinar antes de pesarse: Elimina el peso extra de la orina acumulada durante la noche.
• Minimizar la ropa: La ropa añade peso a la lectura.
• Ayuno previo: Evitar ingerir alimentos o bebidas antes de la medición minimiza la influencia del contenido del estómago e intestinos.
• Utilizar siempre la misma báscula: Las variaciones entre básculas pueden ser significativas.
• Pesarse a la misma hora: La consistencia en el horario ayuda a monitorizar las tendencias de peso de forma más efectiva.

Finalmente, es crucial recordar que el peso es solo un indicador, y no debe ser el único factor determinante de la salud. Un enfoque holístico que incluya la composición corporal, la actividad física y la alimentación es esencial para una evaluación precisa del estado físico y nutricional. El número en la báscula, ya sea matutino o vespertino, debe ser interpretado dentro de un contexto más amplio y no debe generar ansiedad o obsesión.

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