¿Cuáles son 10 ejercicios para mejorar la resistencia física?

2 ver

Ejercicios para mejorar la resistencia:

  • Trotar/Correr
  • Ciclismo
  • Natación
  • Saltar la cuerda
  • Burpees
  • Bailar
  • Aeróbicos de alto impacto
  • Sentadillas
  • Flexiones
  • Caminar a paso ligero
Comentarios 0 gustos

¿Diez ejercicios para mejorar la resistencia? ¡Uf, qué pregunta! Me acuerdo cuando empecé a preocuparme por mi forma física, hace unos tres años. Era un desastre, ¿sabes? Subir un par de pisos me dejaba sin aliento. Ahora, aunque todavía me queda mucho por recorrer, puedo decir que he avanzado. Y sí, estos ejercicios me ayudaron muchísimo. Veamos…

  1. Trotar/Correr: Empecé trotando cinco minutos, ¡y casi me muero! Pero poco a poco, fui aumentando el tiempo. Recuerdo la primera vez que corrí un kilómetro seguido… ¡fue una victoria personal! La sensación de logro fue increíble.

  2. Ciclismo: Ideal para días en que las articulaciones me piden un respiro. Los paseos en bici por el parque, con el sol en la cara, son mi terapia. Además, ¡se pueden explorar lugares nuevos!

  3. Natación: En el agua me siento ingrávida, como si flotara. Es un ejercicio completo, pero a veces, me da un poco de pereza meterme en la piscina… ¡sobre todo en invierno!

  4. Saltar la cuerda: Simple, efectivo y barato. Recuerdo que de niña saltaba la cuerda todo el rato en el patio, sin parar. Ahora que lo he retomado, me he dado cuenta de lo mucho que me gusta. Además, ¡es un buen entrenamiento cardiovascular!

  5. Burpees: ¡Ay, los burpees! Odio-amo estos ejercicios. Son duros, sí, pero… ¡qué satisfacción cuando terminas una serie! Son como una pequeña batalla que ganas contra ti mismo. Me acuerdo de la primera vez que hice 10 seguidos sin parar… ¡casi lloro de felicidad!

  6. Bailar: ¿Quién necesita gimnasio cuando tienes música? Bailar es una fiesta, ¡y te pones en forma sin darte cuenta! Las clases de salsa me han ayudado un montón.

  7. Aeróbicos de alto impacto: Si buscas algo intenso, esto es lo tuyo. Eso sí, hay que tener cuidado con las articulaciones. Yo lo intercaló con otros ejercicios más suaves para evitar lesiones.

  8. Sentadillas: Parecen sencillas, ¿verdad? Pues te aseguro que no lo son tanto. ¡Me duelen las piernas sólo de pensarlo! Pero es fundamental para fortalecer las piernas.

  9. Flexiones: Mis odiadas flexiones… No tengo mucha fuerza en los brazos, pero cada día intento hacer unas cuantas más. Es un reto personal constante.

  10. Caminar a paso ligero: A veces, lo más simple es lo más efectivo. Un paseo a buen ritmo puede hacer maravillas. Además, aprovecho para despejar la mente y disfrutar del paisaje. ¡Caminatas con amigas y charlas amenas son lo mejor!

En fin, la constancia es clave. No se trata de hacer todo de golpe, sino de encontrar un ritmo que se ajuste a tu vida y a tus capacidades. ¡Y lo más importante, disfrutar del proceso! Porque al final, todo esto es para sentirse bien, ¿no?