¿Cuándo se opera el duodeno?

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La cirugía duodenal se realiza para tratar diversas afecciones que comprometen su integridad. Entre ellas, se incluyen sangrados severos, infecciones graves, úlceras por Crohn u otras inflamaciones, tumores carcinoides y lesiones traumáticas. La necesidad de cirugía dependerá de la gravedad y el tipo de problema.

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¿Cuándo se opera el duodeno?

El duodeno es un órgano tubular que conecta el estómago con el intestino delgado. Desempeña un papel importante en la digestión, absorbiendo nutrientes y neutralizando el ácido del estómago. En determinadas circunstancias, puede requerir una intervención quirúrgica para tratar afecciones que comprometan su integridad.

Indicaciones quirúrgicas

La cirugía duodenal se considera en los siguientes casos:

  • Sangrados severos: Los sangrados incontrolables que no responden a medidas conservadoras, como la endoscopia o la administración de medicamentos.
  • Infecciones graves: Cuando existe una infección bacteriana o fúngica que no se resuelve con antibióticos o antifúngicos.
  • Úlceras por Crohn u otras inflamaciones: Las úlceras profundas o perforadas, así como las inflamaciones crónicas que no responden al tratamiento médico.
  • Tumores carcinoides: Crecimientos neuroendocrinos que se originan en las células que producen hormonas en el duodeno.
  • Lesiones traumáticas: Desgarros o perforaciones causados por traumatismos externos o accidentes.

Procedimiento quirúrgico

El tipo de cirugía duodenal dependerá de la naturaleza y la gravedad de la afección. Las opciones más comunes incluyen:

  • Duodenoplastia: Reparación del duodeno dañado o ulcerado.
  • Resección duodenal: Extirpación de la parte dañada del duodeno.
  • Bypass duodenal: Creación de una nueva vía para que el contenido gástrico evite el duodeno dañado.
  • Pancreatoduodenectomía: Extirpación del páncreas, el duodeno y parte del estómago, que se realiza en casos de tumores malignos o lesiones pancreáticas.

Decisión quirúrgica

La decisión de realizar una cirugía duodenal se toma después de una evaluación minuciosa de la afección subyacente, su gravedad y las opciones de tratamiento alternativas. El cirujano discutirá los riesgos y beneficios de la cirugía con el paciente y su familia antes de tomar la decisión final.