¿Cuándo se quita la ansiedad?
Es una alegría saber que la ansiedad se puede superar. Aunque curar suena definitivo, me tranquiliza pensar en manejarla y mejorar con el tiempo. Esos meses de tratamiento pueden ser intensos, imagino las subidas y bajadas, pero la esperanza de sentirme más libre, más yo, me impulsa a buscar ayuda y a poner todo de mi parte. Sé que no será fácil, pero confío en que podré lograrlo.
¿Cuándo se quita esta maldita ansiedad? Esa es la pregunta que me ronda la cabeza, ¿no? Como una mosca zumbando cerca del oído, insistiendo, insistiendo… Es una alegría, una verdadera alegría, descubrir que se puede superar, aunque “curar” suene demasiado… definitivo, ¿verdad? Como si pudieras simplemente darle un “¡zas!” y se fuera para siempre. Para mí, la idea de manejarla, de ir mejorando poco a poco, es lo que de verdad me tranquiliza.
Recuerdo esos primeros meses de terapia… ¡uf! Una montaña rusa, subidas y bajadas de humor que te dejaban hecho un lío. Había días en que me sentía invencible, casi flotando, y otros en que me hundía en la cama, sin ganas ni de respirar. Me acuerdo de una vez, estaba a punto de ir a una entrevista de trabajo, ¡la que tanto había deseado!, y me entró un ataque de pánico tan fuerte… Tuve que quedarme en casa, temblando como una hoja, perdí esa oportunidad. Aún me duele recordarlo.
Pero, a pesar de todo, la esperanza, esa pequeña luz al final del túnel, es la que me mantuvo en pie. La esperanza de sentirme más libre, más… yo misma. Más como la Ana que era antes de que la ansiedad se apoderara de mi vida. Sabes, antes salía con mis amigas sin preocuparme por si me iba a dar un ataque de pánico en la calle. Ahora… bueno, ahora lo pienso dos veces. Pero estoy aprendiendo a lidiar con ello.
Sé que no será fácil. Escuché a un doctor decir que el 70% de las personas con ansiedad mejoran con tratamiento, y eso… eso me da fuerza. Pero también sé que “70%” no es “100%”. Que aún quedan días malos, días en que la ansiedad se aferra como un pulpo. Pero, poco a poco, voy encontrando maneras de combatirla. Y eso… ¡eso ya es algo! Cada pequeño paso, cada victoria, es un triunfo. Y valoro cada uno como si fuese oro puro. Porque sí, la lucha es dura, pero la recompensa… la recompensa vale la pena.
#Alivio:#Ansiedad#CuraComentar la respuesta:
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