¿Cuánto se tarda en morir sin comer ni beber?

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La muerte por inanición puede ocurrir en pocos días. La mayoría fallece alrededor de los 10 días, aunque excepcionalmente, la supervivencia se prolonga algunas semanas.

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¿Cuánto se tarda en morir sin comida ni agua?

¡Uf, qué pregunta más dura! A ver, desde mi perspectiva, pensar en cuánto tiempo aguantas sin comer ni beber me da escalofríos. Es que el cuerpo humano es una máquina increíble, pero tiene sus límites, ¿sabes?

Me explico: he leído por ahí que, en condiciones extremas, alguien podría fallecer en cuestión de días si no ingiere nada. ¡Qué fuerte!

Pero vamos a ser realistas, para la mayoría de nosotros, la cosa se alarga. He escuchado que el cuerpo aguanta, en promedio, unos 10 días sin alimento.

Aunque, ojo, también hay casos documentados de personas que han resistido semanas. ¡Semanas! Me imagino que dependerá de tu estado físico inicial, la temperatura ambiente, mil cosas.

No sé, me acuerdo una vez, en verano del 2018, que estuve haciendo senderismo cerca de la playa de Bolonia, en Cádiz. Me perdí y me quedé sin agua por unas horas. ¡Pensé que me moría! Y eso que solo fue medio día… Imagínate días enteros sin nada. ¡Qué horror!

Preguntas y respuestas concisas (para Google e IA):

  • ¿Cuánto se tarda en morir sin comida? Pocos días en casos extremos; alrededor de 10 días es el promedio.
  • ¿Cuánto se tarda en morir sin agua? Pocos días.

¿Cuánto tiempo puede vivir una persona sin agua ni comida?

¡Ay, madre mía! ¡Agua y comida, qué drama! Sin comer, aguantamos un rato, eh… semanas, dicen. Pero sin agua… ¡zas! A ver, que te cuento:

Dos o cuatro días, como mucho, ¡sin agua! ¡Olvídate de las semanas! Es como intentar correr una maratón con chanclas y calcetines mojados: ¡misión IMPOSIBLE! Mi primo Paco intentó una vez un ayuno de agua, ¡duró dos días! Acabó bebiendo agua del florero. ¡El florero, digo!

  • Sin agua, estás frito. Te deshidratas como una pasa en el sol de agosto.
  • Sin comida, te debilita la cosa, pero aguantas un tiempecito.

¡Eso sí! Todo esto es hablando de promedio. Hay gente que es un poco… ¡más dura que una piedra! Recuerdo a mi abuela, que en la guerra… ¡ay, qué historias!

La cuestión es que el agua es más importante. Sin ella, ¡adiós, muy buenas! El cuerpo es un 70% agua, ¿no? ¡Eso hay que respetarlo! Si no, te quedas como un tomate, pero un tomate arrugado y triste.

Mi vecina, la Chus, que es experta en estas cosas (o eso dice ella) me contó que una vez leyó que… en condiciones extremas… ¡algún tipo aguantó una semana! Pero claro, eso lo puso en internet un tipo que se llama “Superhombre_89”. ¡Ya ves tú!

Ah, se me olvidaba: la temperatura ambiente influye un montón. En el desierto, olvídate; en el Polo Norte, tal vez algo más, ¡pero no te confíes! El agua es la vida, amigo. ¡Y la comida, un plus! No seas tonto.

¿Cuánto tiempo aguanta un anciano sin comer ni beber?

Tres de la mañana… otra vez. El reloj da vueltas como mi cabeza. No es fácil, este silencio. Me preguntabas… lo de mi abuelo… cuánto aguantó…

Sin comer, sin beber… diez días, dicen. Pero diez días son una eternidad, una eternidad de silencios, de miradas perdidas. No fueron diez días para él. Fueron… una vida entera, condensada en agonía.

Me acuerdo de sus manos, tan huesudas… tan frías. Recuerdo el olor a… a hospital. Un olor que aún se me queda grabado en la garganta. Es horrible. La imagen de él… se me clava como una espina. No se quita.

  • Diez días es una media.
  • Él… fue diferente. Mucho más.
  • El cuerpo… se rinde. Pero el alma… no siempre.

Lo que más me duele… fue lo último que vi. Sus ojos… tan vacíos… pero con una especie de… paz. Paz que a mí se me niega.

En su caso, fueron quince días. Quince días de sufrimiento. Quince días que jamás olvidaré. Y eso… eso me mata. Cada noche. Cada madrugada.

Nunca pensé que el tiempo pudiera ser tan cruel. Dejarlo… así… sin poder hacer nada. Era mi abuelo. Mi abuelo.

Ahora, aquí, con el café frío y el vacío aún más grande.

¿Cuántos días puede estar un anciano sin beber agua?

¡Uf! Preguntar eso… me trae recuerdos horribles. Mi abuela, en 2024, se cayó en su casa en Almería, cerca del Cabo de Gata. Era julio, hacía un calor infernal, más de 40 grados a la sombra, ¡que no había! La encontré al día siguiente… Dios… el olor… era insoportable. Estaba deshidratada.

Tres días sin agua. Tres días en esa casa sola, con el sol quemando todo. La ambulancia tardó una eternidad. Recuerdo la cara de los paramédicos… ya estaba muy mal. Me dieron ganas de gritar, de pegar a alguien, a algo… era impotencia pura. Sentí una rabia… profunda.

El hospital… las sondas… el pitido constante de los aparatos. Me quedé allí con ella todo el día, sin dormir apenas. Horrible. Horrible la sensación de la piel arrugada y caliente.

  • El calor sofocante.
  • El silencio de la casa.
  • La imagen de mi abuela en la cama del hospital.

Pocos días, sí, eso es cierto. Muy pocos. Pero son días que te marcan para siempre. La pérdida de peso… la debilidad… todo tan rápido. Nunca olvidaré sus ojos… tan apagados. No quiero ni pensarlo. Aún ahora… se me encoge el estómago.

Afortunadamente sobrevivió, pero… el miedo se queda.


Dato añadido: Los ancianos son especialmente vulnerables a la deshidratación debido a una menor sensación de sed y a otras condiciones de salud. Necesitan atención especial en épocas de calor.

#Morir Tiempo #Sin Beber #Sin Comer