¿Dónde es el origen de la sangre?

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La sangre se origina en la médula ósea, tejido esponjoso dentro de los huesos largos y planos. Este tejido hematopoyético genera constantemente nuevas células sanguíneas, reponiendo las que mueren naturalmente tras un periodo de vida limitado; por ejemplo, los glóbulos rojos duran unos 120 días.
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El Origen de la Sangre

La sangre es un tejido vital que cumple múltiples funciones esenciales en el cuerpo humano, incluyendo el transporte de oxígeno, nutrientes y hormonas, así como la eliminación de productos de desecho. La fuente principal de sangre en el cuerpo es la médula ósea.

La Médula Ósea: Fábrica de Células Sanguíneas

La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra dentro de la cavidad de los huesos largos y planos del cuerpo. Este tejido especializado contiene células madre conocidas como células madre hematopoyéticas que tienen la capacidad de diferenciarse en todos los tipos de células sanguíneas:

  • Glóbulos rojos (eritrocitos): Transportan oxígeno.
  • Glóbulos blancos (leucocitos): Combaten infecciones.
  • Plaquetas (trombocitos): Ayudan a la coagulación sanguínea.

Proceso de Hematopoyesis

La producción de células sanguíneas, conocida como hematopoyesis, es un proceso continuo que ocurre en la médula ósea. Las células madre hematopoyéticas se diferencian en células progenitoras, que luego maduran en células sanguíneas específicas.

El proceso de diferenciación es controlado por factores de crecimiento y otras señales del microambiente de la médula ósea. Por ejemplo, el factor de crecimiento eritropoyetina estimula la producción de glóbulos rojos.

Reposición de Células Sanguíneas

Las células sanguíneas tienen una vida limitada. Por ejemplo, los glóbulos rojos duran aproximadamente 120 días. A medida que las células sanguíneas mueren o son destruidas, son reemplazadas constantemente por nuevas células producidas en la médula ósea. Este proceso asegura que el cuerpo siempre tenga un suministro suficiente de células sanguíneas sanas.

Conclusión

La médula ósea es el órgano principal responsable de la producción de sangre. Este tejido especializado alberga células madre hematopoyéticas que se diferencian en todos los tipos de células sanguíneas. La hematopoyesis es un proceso continuo que garantiza la reposición constante de las células sanguíneas a medida que mueren o son destruidas, asegurando el funcionamiento óptimo del sistema circulatorio.