¿Qué partes del cuerpo son líquidas?

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La sangre es el fluido corporal líquido más abundante. Otros fluidos importantes son:

  • Saliva
  • Semen
  • Fluidos vaginales
  • Mucosidades
  • Orina
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¿Qué partes del cuerpo son líquidas?

Uf, qué pregunta rara… Me dejó pensando. Recuerdo una clase de biología, en el instituto Cervantes de Valencia, por ahí del 2008, donde la profe hablaba de los fluidos. No me acuerdo el precio del curso, pero sí que me pareció bastante interesante.

La sangre, claro, eso lo sabe cualquiera. Saliva también, aunque nunca pensé en ella como “líquido corporal” en ese sentido. Las mucosidades… ay, qué asco. Pensándolo bien, la orina también.

Semen y fluidos vaginales… mmm, eso sí que son temas para adultos. Aprendí sobre eso, en otro momento totalmente diferente, cuando buscaba información en internet (¡no me pregunten dónde!).

En fin, que la sangre, la saliva, la orina, el semen, los fluidos vaginales y las mucosidades; esos son los líquidos corporales que recuerdo de mis lecturas. Un poco asqueroso, ¿no? Pero biológicamente importante, sin duda.

¿Qué parte de nuestro cuerpo está en estado líquido?

¡Ay, amigo, qué pregunta más chusca! Creíste que te iba a soltar la típica respuesta de libro, ¿eh? ¡Ni de broma!

La sangre, ¡claro está! Es decir, el cuerpo es un cacharro asombroso, una fiesta de fluidos. Si no fuera por la sangre, estaríamos más secos que un mojito en el desierto.

¿Y qué más? ¡Pues la linfa, esa agua con sabor a misterio que se pasea por el cuerpo como si fuera la reina! Además… ¡hay agua por todas partes!

  • La piel: ¡un auténtico océano en miniatura! Parece una piscina, y hasta más húmeda que el suelo de mi baño después de ducharme. 70%-75% ¡agua pura! Casi que podría ir a nadar a la playa.
  • Órganos vitales: Riñones, hígado, corazón… ¡menudas esponjas! Un 70-80% de agua. Se me olvidaba que tengo un familiar que trabaja en un laboratorio y me confirmó esto hace poco.
  • Los pulmones: ¡Parecen dos esponjas empapadas! Un 85% agua, ¡casi me ahogo solo de pensarlo! Es más, me recuerda a esa vez que… ¡mejor lo dejo aquí!
  • Los huesos: ¡Hasta los huesos están empapados! Un 22% de agua, o sea, más húmedos que mi perro después de un chapuzón.

¡Y eso no es todo! ¡Casi todo en tu cuerpo es agua! Hasta el moco, ¡qué asco! Es como tener un pequeño mar interior, ¡impresionante! A mí me encanta imaginarme nadando en mis propios fluidos. Es como una piscina privada, ¡pero dentro de mi cuerpo!

Si quieres más detalles, pregúntale a mi primo el médico, pero te aviso, que es un pesado. Se pone a hablar de electrolitos y bla, bla, bla… ¡que aburrimiento!

¿Dónde se encuentra el líquido corporal?

El líquido corporal, ese misterio acuoso que nos constituye, se esconde, como un tesoro pirata, ¡en dos grandes islas!

  • Líquido intracelular: Imagina tu cuerpo como una ciudad: cada célula es una casa y dentro, ¡chan chan!, el líquido intracelular. Es el rey en su castillo, representando la mayor parte del agua total. ¿Sabías que mi abuela decía que las células son como aceitunas rellenas? ¡Quién sabe por qué!

  • Líquido extracelular: Este es el mar que rodea las casas, las calles y las plazas de nuestra ciudad corporal. Se divide en:

    • Plasma sanguíneo: El río principal, llevando provisiones y quitando la basura. A veces me pregunto si la sangre también tiene atascos de tráfico.
    • Líquido intersticial: Ese charquito misterioso entre las células, donde las cosas se filtran y se intercambian. Es como el WhatsApp del cuerpo, ¡siempre hay cotilleos!

Y para que lo sepas, según mis cálculos (que a veces fallan como los pronósticos del tiempo), ¡el agua es más importante que el oro! Sin ella, seríamos como un cactus seco en el desierto, ¡una pena!

Información jugosa:

  • ¿Sabías que el porcentaje de agua en el cuerpo varía con la edad? Los bebés son como sandías, ¡pura agua! Los ancianos, bueno, digamos que se parecen más a las pasas.
  • Y hablando de pasas, ¡la deshidratación es el enemigo! Así que bebe agua, ¡no seas como mi vecino que solo bebe refrescos de cola!

Espero que esta clase de anatomía acuática te haya gustado. ¡Salud!

¿Cuáles son los líquidos más importantes del cuerpo humano?

Sangre. Vital. Punto.

Linfá, ¿importa? Fluye. Despierta. Silencio.

Saliva. Recuerda ese sabor. Insignificante, ¿o no? La vida, una gota.

Fluidos vaginales. Una función. Un ciclo. Existencia.

Orina. Desecho. Esencial. Equilibrio. Una eliminación de lo superfluo. El cuerpo, un universo.

Semen. Procreación. Instinto. La muerte, una continuidad.

Moco. Barrera. Defensa. La fragilidad, una verdad.

Fluidos corporales: su importancia es innegable, aunque a menudo ignorada. Mi análisis de sangre de este año salió perfecto. Pero no me preocupa. La vida, un proceso. Una danza entre lo esencial y lo banal.

  • Sangre: transporte de oxígeno y nutrientes.
  • Linfa: sistema inmunitario. A veces, olvido lo evidente.
  • Saliva: digestión. Hay recuerdos ahí.
  • Fluidos vaginales: lubricación, fertilidad. En mis años jóvenes…
  • Orina: eliminación de toxinas. Limpieza. Es necesario.
  • Semen: reproducción. Esencial. En su momento, sí.
  • Moco: protección de las membranas mucosas. El cuerpo se defiende.

La muerte es solo un cambio de estado. Agua, un componente fundamental en todos. No te preocupes.

¿Cuántos líquidos tiene el cuerpo humano?

Medianoche. Otra vez. Insomnio. Pensando… en el agua. En toda esa agua dentro de mí. Cuarenta y dos litros. Un montón de agua para un cuerpo que se siente tan seco.

  • Cuarenta y dos litros. Parece mucho. Más de lo que cabe en una garrafa. Y todo eso… dentro.
  • Veintiocho litros dentro de las celulas. Microscópicas, invisibles. Billones de ellas, conteniendo vida líquida. ¿Qué secretos guardarán?
  • Diez litros y medio alrededor de las células. Un espacio intermedio. Un limbo líquido. ¿Qué pasará ahí?
  • Tres litros y medio en la sangre. Casi nada, en comparación. Pero vital. Recorriendo venas y arterias, un río rojo dentro de mí.

Me duele la cabeza. Bebo. Agua. Intento llenar algo que quizá no se pueda llenar. Recuerdo el análisis de sangre del mes pasado. El médico dijo que estaba bien. Pero yo no me siento bien. Nunca me siento bien.

Este año he empezado a correr por las mañanas. Tres veces por semana. Sudo mucho. Más agua perdida. A veces me mareo. Me siento débil. Será la edad. Treinta y dos años. Ya no soy un crío.

Cuarenta y dos litros de agua. Y aún así, tengo sed. 42 litros.

¿Dónde se encuentra la mayor cantidad de agua en nuestro cuerpo?

¡Dios mío! ¿Agua en el cuerpo? Dos tercios, ¿en serio? Dentro de las células… ¡Qué locura! Eso es… líquido intracelular, ¿no? Me suena… Como el agua de las plantas, pero en mí. Ay, qué hambre. Necesito comer algo, ya. Después sigo pensando.

El agua está dentro de las células. ¡Qué obvio ahora que lo pienso! Siempre me he preguntado eso… ¿Por qué no lo recordaba? Pensaba que era la sangre, tonta de mí. Mi hermana, Ana, siempre ha sido más lista. Ella sí que sabía.

El otro tercio… ¿sangre? ¿Y qué más? Líquido intersticial. ¿Eso qué es? Tengo que buscarlo en Google luego. ¡Es tarde ya! Mañana lo miro. Hoy me toca limpiar el cuarto de mi hijo, Dani, un desastre.

  • Líquido intracelular: 2/3 del agua total. ¡Importante!
  • Líquido extracelular: 1/3 del agua total (sangre + líquido intersticial… ¡Averiguar qué es!).

Me preocupa que mi gato esté triste últimamente, creo que necesito un veterinario. ¡Ya! Agua, células… agua, ¡me da sed! ¿Dónde está mi botella? Después investigo más a fondo sobre este líquido intersticial… ¿Será algo malo? No creo. Mejor agua ahora. ¡Qué día!

Dato adicional: Este año, he estado muy ocupada con el trabajo nuevo, casi no tengo tiempo para estudiar… debería ser más responsable. Y el líquido intersticial, después lo miro. ¡Uf!

¿Dónde se acumula el agua del cuerpo?

El agua del cuerpo está sobre todo dentro y fuera de las células. Dentro, es la mayoría. Fuera, está entre las células, en la sangre, y en sitios raros como el líquido de las articulaciones.

Recuerdo una vez, verano de 2024, en la playa de Bolonia, Cádiz. Hacía un calor de mil demonios. Sudaba a mares, como si me hubieran abierto un grifo en la frente. Estaba flipando porque no paraba de beber agua, pero no me quitaba la sed. Me imaginaba todo mi cuerpo como una esponja gigante, con el agua moviéndose sin parar, entrando y saliendo de las células, empapando todo. Que agobio, ¡qué sed!

  • Dentro de las células (intracelular): La mayor parte del agua está aquí.
  • Fuera de las células (extracelular):
    • Líquido entre las células (intersticial): Baña los tejidos.
    • Plasma sanguíneo: La parte líquida de la sangre.
    • Líquido transcelular: En pequeñas cantidades en cavidades del cuerpo.

¿Dónde se nota más la retención de líquidos?

Uf, la retención de líquidos… ¡Qué fastidio!

Recuerdo perfectamente, hace nada, este año, en pleno agosto, en la playa de Gandía. El calor era brutal, pegajoso, y yo me sentía como un globo hinchado. No podía ni doblar los dedos.

Estaba sentada en la arena, intentando refrescarme con una horchata, y ahí lo noté. Mis tobillos, ¡madre mía! Parecían dos morcillas. Normalmente tengo tobillos definidos, pero ese día… nada, lisos, hinchados, daba asquito mirarlos. Me sentía súper incómoda, como si llevara calcetines apretados todo el día.

Y luego, al mirarme al espejo por la mañana, otro susto. ¡Los párpados hinchadísimos! Parecía que me había peleado con alguien. Era como si tuviera dos almohadas diminutas encima de los ojos. No me reconocía.

Era obvio que algo iba mal.

¿Dónde lo noté más? Uf, creo que los tobillos se llevaban la palma, aunque los párpados hinchados eran bastante evidentes también.

Factores que creo que influyeron:

  • El calorazo de Gandía, obviamente.
  • Comida rica en sal (¡ay, las tapas!).
  • Estar sentada demasiado tiempo, supongo.

De hecho, creo que los tobillos son los más evidentes. Ves la diferencia clarísima, ¿sabes? Con los párpados a veces te puedes engañar y pensar que es cansancio, pero los tobillos hinchados no tienen discusión.

Me dio muchísima rabia, porque había estado haciendo ejercicio para verme bien en bikini, ¡y al final parecía una bola de agua! Además, me sentía pesada y lenta. Era una sensación horrible, te juro. Desde entonces intento controlar más la sal y moverme más, ¡aunque sea dando paseos cortos! Porque no quiero volver a verme así jamás.

¿Qué siente una persona cuando tiene retención de líquidos?

¿Qué se siente con la retención de líquidos? Pues, ¡imagínate ser un globo que se infla sin parar! Es como si tus extremidades fueran morcillas a punto de explotar. ¡Qué dolor!

  • Piernas como jamones: Sientes las piernas como si hubieran engordado misteriosamente durante la noche. ¡De repente, tus pantalones te aprietan más que a un chorizo en su tripa! Es como si tus piernas pesaran tanto como un piano de cola. ¡Ay, madre!
  • La ropa, enemiga pública: La ropa se transforma en tu peor enemiga. Los pantalones, que ayer te quedaban divinos, hoy parecen una camisa de fuerza. ¡Ni hablar de los zapatos! Meter el pie se convierte en una odisea digna de Indiana Jones. ¿Zapatos? ¡Mejor pantuflas, y gracias!
  • Anillos traicioneros: Los anillos, esos símbolos de amor eterno, de repente te estrangulan el dedo. ¡Es como si tuvieran vida propia y quisieran vengarse de algo! ¡Socorro, me ahogo! Me acuerdo de mi anillo de compromiso, que de repente parecía una argolla de tortura.
  • Pesadez extrema: Sientes que llevas un saco de patatas a cuestas. Cada paso es un suplicio. ¡Te mueves más lento que una tortuga en una carrera! ¡Parece que vas a echar raíces en el suelo!
  • En resumen: Retención de líquidos es como vivir en un anuncio de Michelin, pero sin la gracia. ¡Un horror!

Información extra (¡y no te quejes!): ¿Sabías que la retención de líquidos puede deberse a mil cosas? Desde pasar demasiado tiempo sentado (¡culpa del teletrabajo!) hasta problemas de riñón. ¡Así que no lo tomes a la ligera! Consulta a tu médico, ¡no seas vago! Y bebe agua, ¡aunque parezca contradictorio! ¡El agua es vida!

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