¿Qué hacer cuando no deja de salir sangre?

Detener la hemorragia persistente: pasos esenciales para controlar la pérdida de sangre

La hemorragia persistente puede ser una situación angustiosa y potencialmente peligrosa. Sin embargo, al seguir los pasos correctos, es posible controlar la pérdida de sangre y prevenir complicaciones graves.

Pasos para detener el sangrado externo:

1. Aplique presión directa sobre la herida: Este es el paso más importante para controlar la hemorragia. Use un paño limpio o gasa esterilizada y presione firmemente sobre la herida. No retire el apósito hasta que el sangrado se haya detenido.

2. Eleve la extremidad lesionada: Si es posible, eleve la extremidad lesionada por encima del nivel del corazón. Esto ayuda a reducir el flujo sanguíneo hacia la herida y promueve la coagulación.

3. Aplique un torniquete: En situaciones de emergencia, como cortes profundos que no se pueden controlar con presión directa, se puede aplicar un torniquete. Sin embargo, este método solo debe usarse como último recurso, ya que puede dañar los tejidos si se aplica incorrectamente.

4. Lávese las manos: Siempre lávese las manos antes y después de tratar una herida para prevenir infecciones.

5. Busque atención médica: Incluso si el sangrado se detiene, es esencial buscar atención médica para evaluar la lesión y descartar cualquier daño subyacente.

Pasos para detener el sangrado interno:

El sangrado interno puede ser más difícil de detectar y controlar. Los síntomas pueden incluir:

• Mareos o aturdimiento
• Debilidad
• Piel pálida o pegajosa
• Respiración rápida y superficial
• Dolor abdominal o torácico

Si sospecha de sangrado interno, siga estos pasos:

1. Llama al 911 o a los servicios de emergencia: El sangrado interno puede ser potencialmente mortal y requiere atención médica inmediata.

2. Acuéstese y manténgase quieto: Evite moverse o caminar, ya que esto puede aumentar el sangrado.

3. Aplique compresas frías: Aplique compresas frías en el abdomen o el pecho para ayudar a constreñir los vasos sanguíneos y reducir el sangrado.

4. No coma ni beba: No ingiera nada, ya que puede interferir con los procedimientos médicos.

5. Controle sus signos vitales: Tome su pulso y respiración con regularidad y controle su nivel de conciencia.

Recordar estos pasos puede ayudarlo a controlar la hemorragia persistente y garantizar la atención médica adecuada. Es importante actuar con prontitud y seguir las instrucciones cuidadosamente para prevenir complicaciones graves.