¿Qué hacer cuando se pierde el gusto y olfato?

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La pérdida del gusto y el olfato, frecuente tras la COVID-19, suele ser temporal. Ejercitar el olfato con aromas intensos como limón, clavo o café, y variar la textura y temperatura de los alimentos puede ayudar a su recuperación gradual. Consultar a un médico si la anosmia persiste.
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El Camino de Regreso a los Sabores: Recuperando el Gusto y el Olfato

La pandemia de COVID-19 nos dejó un amargo legado, más allá de las complicaciones respiratorias: la pérdida del gusto y el olfato, conocida como anosmia y ageusia respectivamente. Para muchos, la incapacidad de percibir el aroma del café matutino o el sabor de su comida favorita se convirtió en una realidad inquietante. Si bien en la mayoría de los casos esta pérdida es temporal, la incertidumbre sobre su duración y la afectación en la calidad de vida genera preocupación. Afortunadamente, existen estrategias que pueden ayudar a estimular la recuperación de estos sentidos vitales.

La buena noticia es que la regeneración de las células olfativas es un proceso natural. Sin embargo, podemos impulsar este proceso a través del entrenamiento olfativo, una especie de “fisioterapia” para la nariz. Este entrenamiento consiste en exponerse regularmente, al menos dos veces al día, a aromas intensos y reconocibles. Un “kit de olores” puede ser de gran ayuda, incluyendo elementos como:

  • Limón: Su aroma cítrico y penetrante es un excelente estimulante.
  • Clavo de olor: Su fragancia especiada y cálida despierta las terminaciones olfativas.
  • Café: El aroma intenso y familiar del café tostado puede ser un poderoso aliado en la recuperación.
  • Eucalipto: Su aroma fresco y balsámico contribuye a despejar las vías respiratorias y estimular el olfato.
  • Rosa: Su fragancia floral y delicada ofrece un contraste con los olores más fuertes.

Durante la práctica, es importante concentrarse en la percepción del aroma, visualizando el elemento y recordando experiencias sensoriales previas asociadas a él. Inspirar profundamente y exhalar lentamente, permitiendo que el aroma impregne las fosas nasales.

Además del entrenamiento olfativo, existen otras estrategias que pueden contribuir a la recuperación del gusto:

  • Variar las texturas: Experimentar con alimentos de diferentes texturas, como crujientes, suaves, cremosos, etc., puede ayudar a estimular las terminaciones nerviosas en la boca y reactivar las sensaciones gustativas.
  • Jugar con las temperaturas: Alternar entre alimentos fríos y calientes puede despertar las papilas gustativas y aumentar la percepción del sabor.
  • Mantener una buena higiene bucal: Cepillarse los dientes y usar enjuague bucal regularmente ayuda a eliminar bacterias que podrían interferir con el sentido del gusto.
  • Evitar el tabaco: El tabaco daña las terminaciones nerviosas, dificultando la recuperación del gusto y el olfato.

Si bien estas recomendaciones son útiles para estimular la recuperación, es fundamental consultar a un médico otorrinolaringólogo si la anosmia persiste por más de dos o tres semanas. El especialista podrá realizar una evaluación completa para determinar la causa de la pérdida del gusto y el olfato, descartar otras patologías y recomendar el tratamiento más adecuado. Recuperar la plenitud de los sentidos es un proceso que requiere paciencia y constancia, pero con las estrategias adecuadas, el camino de regreso a los sabores es posible.