¿Qué hormona hace atractivo al hombre?

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La testosterona, hormona producida principalmente en los testículos, es la clave del atractivo masculino. Influye en el desarrollo de características físicas asociadas a la masculinidad, como la masa muscular y la voz grave, contribuyendo a la percepción de atractivo.

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¿Qué hace a un hombre atractivo? ¡Ay, esa pregunta! Me la he hecho mil veces, sobre todo en mis años mozos, observando a los chicos del instituto, unos con esa aura magnética que te dejaba sin aliento y otros… bueno, otros no tanto. Y ahora, después de todo este tiempo, después de leer y de vivir, creo que he llegado a una conclusión, al menos en parte.

Se habla mucho de la testosterona, ¿verdad? Es como el gran secreto, la hormona mágica que explicaría todo. Se produce en los testículos, sí, eso lo sé, lo leí en algún libro de biología hace siglos, y hace que los hombres desarrollen esa musculatura que tanto fascina, ¿no? Esa voz grave que te llega al alma… Recuerdo a mi primo Carlos, un tipo con una testosterona a raudales, que se pasaba las horas en el gimnasio. Tenía el cuerpo de un dios griego, o eso parecía, ¡y vaya si llamaba la atención!

Pero, ¿es solo eso? ¿La testosterona lo explica todo? A mí, personalmente, me parece que hay mucho más. No sé, hay hombres con menos músculos que Carlos, que no tienen una voz de barítono, y sin embargo… te miran, te hablan, y sientes ese chispazo, ¿sabes? Esa conexión inexplicable. Quizás sea la seguridad en sí mismos, esa confianza que desborda, o esa sonrisa que te derrite. ¿O tal vez la forma de tratar a los demás? No lo sé con seguridad, pero es algo más allá de la pura biología.

Claro, la testosterona influye, seguro. He leído estudios, no me acuerdo ahora mismo de las cifras exactas, pero algo así como que un nivel “óptimo” de testosterona se asocia con una mayor percepción de atractivo, o algo parecido. Pero eso no deja de ser una estadística, ¿no? Una media, una generalización. Cada hombre es un mundo, un universo de sensaciones. Y, al final, el atractivo es subjetivo, ¿no es cierto? Lo que a mí me atrae, puede que a otra persona le deje totalmente indiferente. Y eso es lo fascinante, al fin y al cabo.