¿Qué hormonas secreta el duodeno?

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El duodeno libera secretina, una hormona producida por células de su mucosa interna. Su secreción, estimulada por el quimo ácido procedente del estómago, regula la acidez gástrica y la secreción pancreática. Esta hormona juega un papel crucial en la digestión.

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El Duodeno: Un Director de Orquesta Hormonal en la Digestión

Si bien el duodeno, la primera sección del intestino delgado, a menudo se asocia simplemente con la recepción del quimo gástrico y el inicio de la absorción de nutrientes, su rol es mucho más complejo y dinámico. Actúa como un verdadero director de orquesta hormonal, orquestando una serie de eventos fisiológicos cruciales para una digestión eficiente.

La pared del duodeno, y específicamente su mucosa interna, alberga células especializadas capaces de secretar hormonas potentes que influyen directamente en el estómago, el páncreas, el hígado y la vesícula biliar. Estas hormonas, liberadas en respuesta a la composición del quimo que ingresa desde el estómago, aseguran que cada órgano participe de forma coordinada en el proceso digestivo.

Una de las hormonas clave liberadas por el duodeno es la Secretina. Esta hormona, sintetizada y secretada por las células S ubicadas en la mucosa duodenal, entra en acción cuando el quimo ácido procedente del estómago llega al duodeno. La acidez de este quimo es la señal principal que estimula la liberación de secretina al torrente sanguíneo.

Pero, ¿cuál es la función de la secretina? Su acción es doble:

  • Regulación de la Acidez Gástrica: La secretina, al llegar al estómago, disminuye la secreción de ácido clorhídrico por las células parietales. Esto ayuda a prevenir la hiperacidez y protege la mucosa duodenal del daño causado por el ácido gástrico. En esencia, la secretina actúa como un freno, evitando que el estómago produzca demasiado ácido.

  • Estimulación de la Secreción Pancreática: La secretina viaja hasta el páncreas, donde estimula la liberación de un jugo pancreático rico en bicarbonato. Este bicarbonato es crucial para neutralizar la acidez del quimo que proviene del estómago, creando un ambiente óptimo para que las enzimas pancreáticas puedan actuar eficientemente. Además, la secretina potencia la secreción de agua y electrolitos por parte del páncreas, lo que facilita el transporte de las enzimas digestivas hacia el duodeno.

En resumen, la secretina es una hormona fundamental en la digestión. Su capacidad para regular la acidez gástrica y estimular la secreción pancreática rica en bicarbonato la convierte en un actor clave para mantener el equilibrio y la eficiencia en el proceso digestivo. Pero el duodeno no solo libera secretina. Investigaciones adicionales revelan que también secreta otras hormonas importantes, como la colecistoquinina (CCK) y el péptido inhibidor gástrico (GIP), cada una con roles específicos en la regulación de la digestión y la absorción de nutrientes.

La secreción de secretina, desencadenada por el ácido gástrico, es un ejemplo perfecto de cómo el duodeno funciona como un sensor y regulador de la digestión. Su respuesta hormonal precisa y coordinada asegura que el proceso digestivo se desarrolle de manera eficiente, protegiendo al mismo tiempo la delicada mucosa duodenal. Entender la función hormonal del duodeno nos permite apreciar la complejidad y la precisión del sistema digestivo humano.