¿Qué pasa cuando una perra tiene un embarazo psicológico?

1 ver

Cuando una perra sufre un embarazo psicológico, pueden producirse cambios uterinos que incrementan el riesgo de infección (piometra). La esterilización ayuda a prevenir estos embarazos y la infección resultante, que puede ser fatal.

Comentarios 0 gustos

El Fantasma de la Maternidad Canina: Embarazo Psicológico en Perras y sus Riesgos

El embarazo psicológico, también conocido como pseudogestación o falsa preñez, es un fenómeno común en las perras no esterilizadas que puede generar preocupación y, lo que es más importante, poner en riesgo su salud. No se trata simplemente de “actuar” como si estuvieran embarazadas, sino de una condición hormonal real con consecuencias físicas y conductuales que requieren atención.

¿Qué sucede realmente cuando una perra experimenta un embarazo psicológico?

Después del celo, independientemente de si ha habido o no apareamiento, el cuerpo de la perra libera progesterona. Cuando la pergesterona disminuye, la prolactina, la hormona responsable de la producción de leche, aumenta. En algunas perras, esta elevación de prolactina desencadena una serie de síntomas que imitan el embarazo real, incluso cuando no hay crías en camino.

Los signos de un embarazo psicológico pueden variar en intensidad, pero generalmente incluyen:

  • Cambios en el comportamiento: La perra puede mostrar signos de anidación, buscando un lugar tranquilo para “preparar el nido”. Puede volverse más apegada a sus dueños o, por el contrario, más irritable y protectora de su espacio. Incluso es común que “adopte” juguetes como si fueran sus cachorros.
  • Cambios físicos: Uno de los signos más evidentes es el agrandamiento de las mamas y, en muchos casos, la producción de leche. También pueden experimentar un aumento de peso, incluso si no comen más, y su abdomen puede aparentar estar hinchado. Algunas perras muestran falta de apetito o, al contrario, un deseo incontrolable por comer.

El Peligro Oculto: La Piometra y el Embarazo Psicológico

Más allá de los cambios conductuales y físicos, el mayor peligro del embarazo psicológico reside en el impacto que tiene en el útero de la perra. Cada vez que una perra pasa por un ciclo de celo y experimenta un aumento y posterior disminución de progesterona (incluso sin embarazo), el revestimiento del útero se engrosa. Este engrosamiento uterino, impulsado por las fluctuaciones hormonales asociadas al embarazo psicológico, crea un ambiente propicio para el desarrollo de bacterias.

La piometra es una infección uterina grave que se desarrolla cuando las bacterias invaden este útero engrosado y lleno de fluido. Es una condición potencialmente mortal que requiere atención veterinaria inmediata. Los síntomas de piometra incluyen:

  • Letargo
  • Pérdida de apetito
  • Aumento de la sed y micción
  • Descarga vaginal purulenta (aunque a veces no hay descarga si el cuello uterino está cerrado)
  • Vómitos
  • Abdomen distendido

La Solución Definitiva: La Esterilización

La buena noticia es que el embarazo psicológico y, por lo tanto, el riesgo de piometra, se pueden prevenir eficazmente mediante la esterilización. La esterilización, técnicamente una ovariohisterectomía, implica la extirpación de los ovarios y el útero, eliminando la fuente de las hormonas que desencadenan tanto el embarazo psicológico como el engrosamiento uterino que lleva a la piometra.

En resumen, la esterilización ofrece múltiples beneficios:

  • Elimina el riesgo de embarazo psicológico.
  • Previene la piometra, una infección uterina potencialmente mortal.
  • Reduce el riesgo de tumores mamarios.
  • Elimina el riesgo de tumores uterinos y ováricos.
  • Ayuda a controlar la población canina.

Si tu perra no está esterilizada y muestra signos de embarazo psicológico, es crucial consultar a tu veterinario. Si bien en algunos casos los síntomas son leves y se resuelven por sí solos, el veterinario podrá evaluar su salud general, descartar otras causas posibles de los síntomas y discutir las opciones de tratamiento, incluyendo medicamentos para reducir la producción de leche o la recomendación de esterilización para prevenir futuros episodios y proteger la salud de tu compañera canina. No ignores el fantasma de la maternidad canina, actuar a tiempo puede salvar la vida de tu perra.