¿Qué pasa si entró los pies en agua con hielo?

Los beneficios de sumergir los pies en agua helada

Sumergir los pies en agua helada es una práctica común que se ha utilizado durante siglos para mejorar la salud y el bienestar. Esta práctica se ha popularizado recientemente gracias a un estudio español que demostró los beneficios de esta técnica para mejorar la circulación sanguínea en los pies.

Mecanismo de acción

Cuando se sumergen los pies en agua helada, los vasos sanguíneos se contraen. Esta contracción reduce el flujo sanguíneo a la zona, lo que provoca una disminución de la temperatura. A medida que los pies se calientan, los vasos sanguíneos se dilatan y el flujo sanguíneo aumenta. Esta fluctuación en la circulación sanguínea estimula los capilares, los vasos sanguíneos más pequeños, y mejora el flujo sanguíneo en los pies.

Beneficios para la circulación sanguínea

El estudio español, publicado en la revista “Physiological Reports”, analizó los efectos de sumergir los pies en agua helada en 20 personas sanas. Los investigadores descubrieron que esta práctica aumentaba significativamente el flujo sanguíneo en los pies, tanto inmediatamente después de la inmersión como hasta 20 minutos después.

Este aumento del flujo sanguíneo puede ser beneficioso para las personas que sufren de mala circulación, como las que tienen diabetes o enfermedad arterial periférica. Una mejor circulación sanguínea puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones, como úlceras y amputaciones.

Otras ventajas

Además de mejorar la circulación sanguínea, sumergir los pies en agua helada también puede proporcionar otros beneficios, como:

• Alivio del dolor: El agua fría puede ayudar a adormecer el dolor causado por lesiones, esguinces o artritis.
• Reducción de la hinchazón: La vasoconstricción causada por el agua helada puede ayudar a reducir la hinchazón en los pies y los tobillos.
• Mejora del sueño: Sumergir los pies en agua helada antes de acostarse puede ayudar a relajar el cuerpo y promover el sueño.

Forma de realizarlo

Para sumergir los pies en agua helada, siga estos pasos:

1. Llene un recipiente grande o un baño de pies con agua fría del grifo.
2. Añada hielo al agua y remueva hasta que el agua esté bien fría.
3. Sumerja los pies en el agua y manténgalos sumergidos durante 10-15 minutos.
4. Retire los pies del agua y séquelos con una toalla.

Precauciones

Aunque sumergir los pies en agua helada es generalmente seguro, es importante tomar las siguientes precauciones:

• No sumerja los pies por más de 15-20 minutos a la vez.
• Si tiene alguna afección médica, como diabetes o enfermedad arterial periférica, consulte con su médico antes de realizar esta práctica.
• No sumerja los pies en agua helada si tiene heridas abiertas o úlceras.

Conclusión

Sumergir los pies en agua helada es una práctica simple y efectiva que puede mejorar la circulación sanguínea en los pies, aliviar el dolor y la hinchazón, y promover el sueño. Esta práctica es segura para la mayoría de las personas, pero es importante tomar precauciones si tiene alguna afección médica subyacente.