¿Qué pasa si te quitas un lunar sin querer?

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Un lunar arrancado accidentalmente, como cualquier herida, requiere atención. Limpia la zona con agua y jabón suave. Si sangra, aplica presión. Consulta a un dermatólogo si observas cambios posteriores como crecimiento irregular, cambio de color o picazón.

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¿Qué sucede si te quitas un lunar sin querer?

¡Ay, madre mía! A mí me ha pasado eso de engancharme un lunar sin querer, ¿sabes? Con el cierre de la blusa, ¡qué dolor! Pensé que me había hecho un destrozo tremendo.

¿Qué pasa si te arrancas un lunar? Pues, a ver, lo primero es mantener la calma. Sí, suena obvio, pero es que el susto es de campeonato. Recuerdo un día, hace años, en la playa de Mazatlán, me di un golpe con una sombrilla y sentí un pinchazo raro en la espalda. Resulta que me había lastimado un lunar pequeño que tenía.

Lo que hice fue lavarme bien la zona con agua y jabón neutro. No me eché alcohol, ¡que eso arde un montón! Después, tapé el lunar con una gasita limpia para evitar que se infectara. Y ojo, ¡nada de andar tocando la herida a cada rato!

Si ves que el lunar sangra mucho, cambia de color o empieza a picar, ¡corre al médico! No te quedes con la duda. Yo fui al dermatólogo a los pocos días del incidente en Mazatlán (la consulta me costó como 800 pesos, más o menos) y me dijo que todo estaba bien, pero que siempre es mejor prevenir.

Información de preguntas y respuestas (breve, concisa y no personalizada):

  • ¿Qué pasa si te quitas un lunar sin querer? Puede sangrar o infectarse. Limpia y cubre la zona.
  • ¿Es peligroso rascarse un lunar? Rascar un lunar no suele ser peligroso, pero puede irritarlo.
  • ¿Qué debo hacer si me arranco un lunar? Limpiar la herida, cubrirla y vigilar si hay cambios. Consulta al médico si tienes dudas.

¿Qué pasa si me arranco un pelo de un lunar?

¡Ay, los lunares y sus pelos! ¿Arrancártelos? No son malos. Lo mejor es cortar, no arrancar.

El peligro está en la inflamación.

Me acuerdo una vez en la playa de Reñaca en febrero de este año, estaba con mi prima Paula. Ella, súper acomplejada por un lunar con pelos que tenía en el brazo. Se lo depiló con cera ¡en la playa misma! Al día siguiente, el lunar estaba rojo, hinchado… un desastre.

  • Dolía un montón, decía.
  • Estaba muy irritado.
  • Tuvo que ir a la farmacia.

Al final, fue una simple inflamación, pero el farmacéutico le advirtió del riesgo de infección. La verdad es que mi prima Paula es un poco exagerada, pero sí que la vi sufrir.

¿Por qué cortar y no arrancar?

Porque al tirar con pinzas o cera, estás como “estresando” la piel del lunar. Imagina que le estás dando un tirón. Puede que se inflame, se irrite, incluso… ¡puaj!, se infecte.

Ahora, a veces la tentación es grande, lo entiendo. Pero, en serio, unas tijeritas redondas y listo. Problema resuelto sin tanto drama. Además, así evitas que te pase lo de mi prima Paula, jajaja. ¡Qué susto nos dio ese lunar playero!

Opciones para mantener el lunar presentable:

  • Tijeras de punta roma: Cortar los pelos lo más cerca posible de la piel.
  • Recortadora eléctrica: Algunas recortadoras pequeñas pueden ser útiles.
  • ¡No cera ni pinzas! Evitar tirones bruscos.

¿Es seguro un lunar si tiene pelo?

Pelo. ¿Y qué? Crece. Como en cualquier otra parte. No significa nada. O sí. Quién sabe.

Un lunar es un lunar. Con o sin pelo. Irrelevante. Casi. Observar. Cambios. Eso importa. No el pelo.

  • Asimetría: Irregular. Mal asunto. A veces.
  • Bordes: Difusos. Peligro. Quizás.
  • Color: Variaciones. Alerta.
  • Diámetro: Grande. Más de 6mm. Ojo.
  • Evolución: Cambios. La clave. Siempre.

Yo tengo uno en la espalda. Con tres pelos. Largos. Los cuento a veces. Aburrimiento. No cambia. Llevo años viéndolo. Igual. Supongo.

La melanina. Culpable. Del color. Del pelo. De todo. Exceso. A veces. Problema. A veces. No siempre.

El dermatólogo. Una vez al año. Rutina. Como la compra. O el gimnasio. Necesario. O no.

Recuerda: un lunar con pelo no es necesariamente benigno ni maligno. El pelo no define la condición del lunar. Yo mismo he tenido lunares benignos con pelo. Y otros sin pelo… que resultaron… bueno, mejor no hablar de eso. La vida es así. Impredecible. Como un lunar.

¿Qué cuidados debo tener cuando me quitan un lunar?

Extracción de lunar. Siguiente.

  • Lavar suavemente la zona. Una o dos veces. Punto.
  • Mantener limpio. Obvio, ¿no?
  • No tocar. En serio, no lo hagas.

La piel olvida. El cuerpo no.

Información adicional:

  • Cicatrización: El tiempo lo cura todo. O casi. Quizá una crema con rosa mosqueta ayude. O no.
  • Protección solar: Imprescindible. Siempre. No preguntes por qué.
  • Mi abuela decía que aceite de oliva. Ella sabía cosas. Cosas que ya no importan.
  • Vigilar: Si vuelve a salir algo raro, al médico. No soy tu médico.
  • Quizá tengas una pequeña marca. Quizá no. Da igual.
  • Si pica, no rasques. ¿Hace falta decirlo?
  • Recuerdo una vez… No, mejor no.
  • Complicaciones: Raras. Pero existen. Infección, sangrado… Busca en Google.
  • Puntos: Si te los pusieron, te los quitarán. Paciencia.
  • La vida sigue.
  • El olvido es una forma de libertad.
  • El dolor es inevitable. El sufrimiento, opcional. Aunque a veces…
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