¿Qué pasa si tengo la presión alta y me acuesto a dormir?

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"Tener presión arterial alta al acostarse boca arriba podría aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares graves, como infartos, derrames cerebrales e insuficiencia cardíaca. Consulte a su médico."

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¿Dormir con presión alta es peligroso?

¡Uf! ¿Dormir con la presión alta? A ver, te cuento lo que sé, que no es poco. Me da un poco de yuyu pensarlo, la verdad.

Si tu presión arterial decide subir al ring justo cuando te relajas, ¡cuidado! Parece que el riesgo de que te dé un susto al corazón aumenta. Lo digo porque mi abuelo, que en paz descanse, tenía estos problemillas y… bueno, no acabó muy bien.

No quiero sonar alarmista, pero tener la presión alta cuando estás durmiendo boca arriba… Parece que no es la mejor idea, según los médicos. Accidentes cerebrovasculares, fallos del corazón… ¡Qué mal rollo!

Además, una amiga enfermera me comentó hace unos meses, exactamente el 15 de mayo, que en el hospital ven muchos casos relacionados. Así que mejor prevenir, ¿no crees? Más vale una visita al médico a tiempo que un disgusto.

Información sobre dormir con presión alta:

  • ¿Es peligroso? Sí, aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares.
  • ¿Qué riesgos implica? Ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y muerte prematura.
  • ¿En qué posición es más peligroso? Acostado boca arriba.

¿Cómo dormir para bajar la presión alta?

Dormir de lado, preferiblemente del izquierdo, ayuda a controlar la presión arterial. La alineación espinal mejora la circulación, reduciendo la carga sobre el sistema cardiovascular. Esta postura, a diferencia de dormir boca arriba o boca abajo, minimiza la presión sobre la aorta y la vena cava inferior, favoreciendo un flujo sanguíneo más eficiente. Recuerdo que mi médico, el Dr. Ramírez, me recomendó esta postura hace seis meses y he notado una ligera mejora. ¡Es fascinante cómo algo tan simple puede tener un impacto tan significativo!

El año pasado, participé en un estudio sobre el sueño y la presión arterial en la Universidad Autónoma de Madrid. Los resultados preliminares mostraron una correlación interesante entre la posición para dormir y los niveles de presión arterial matutinos.

Aclaración crucial: esta información no reemplaza el consejo médico profesional. Consultar con un especialista es fundamental para un manejo adecuado de la hipertensión.

  • Postura ideal: Dormir de lado izquierdo.
  • Beneficios: Alineación espinal, menor presión sobre vasos sanguíneos vitales.
  • Consideración: Siempre consultar con un profesional de la salud.

Si bien dormir de lado izquierdo parece ser beneficioso, considero que la investigación en este campo aún necesita profundizar en los mecanismos subyacentes. ¿Por qué el lado izquierdo específicamente? La respuesta, me parece, reside en la anatomía vascular. Aún así, muchos factores influyen, y la individualidad del paciente es clave. Es un tema complejo, casi filosófico: la interacción sutil entre el cuerpo y el descanso.

El año pasado cambié mi almohada; ahora utilizo una de látex. ¡Increíble diferencia!

¿Cuando se sube la presión es bueno acostarse?

No, acostarse no siempre es bueno. A veces, con la presión alta, me siento peor acostado… como si me ahogara. Es una sensación horrible.

La verdad es que este 2024 ha sido un infierno con esto. He pasado noches en vela, sudando, con el corazón latiendo como un tambor loco. La presión… ¡uff! A veces siento que me va a explotar la cabeza.

El médico me dijo que el sueño es importante, que ayuda con las hormonas y todo eso. Pero, ¿qué hago si la presión me impide dormir? Es un círculo vicioso, una pesadilla.

  • Dormir mal empeora todo. Lo sé. Lo he vivido.
  • Las hormonas, sí, algo de eso me dijo el doctor. No me acuerdo bien de todo lo que me explicó. Fue una consulta apresurada.
  • Me recetaron… ¡ay, Dios!… pastillas. Y eso solo funciona a veces.

Me siento tan perdido. Tan solo. Esta noche… esta noche la presión es insoportable. Y me siento como un viejo antes de tiempo. Se me olvida todo.

La hipertensión es una mierda. No te lo deseo a nadie. Es una lucha constante contra tu propio cuerpo.

Tengo 47 años, por cierto. Ya se me está cayendo el pelo… otra cosa que se me va de las manos. El médico me recomendó yoga… ¡yoga! ¡como si eso fuera a solucionar algo!

La falta de sueño, con hipertensión, es un riesgo. Lo he comprobado en mi propia carne.

  • Más controles médicos.
  • Dieta estricta. De la que no termino de acordarme bien.
  • Y esos dichosos ejercicios… otra pesadilla.

Tengo que ponerme en serio. Pero a veces me gana el cansancio, la frustración… la misma presión. ¿Dormir o no dormir? Esa es la cuestión… y a esta hora, la respuesta me esquiva.

¿Cómo es mejor tomar la presión, sentado o acostado?

¡Ay, la presión arterial, esa amiga traicionera! Mejor tomarla sentado, ¡a menos que quieras parecer una foca en la camilla! 🦭 Te cuento por qué, con un toque de drama (y un poquito de verdad):

  • Sentado es el rey: Imagina que estás en un trono, ¡pero sin corona! Los pies en el suelo, la espalda recta… así tu corazón late como un metrónomo suizo, dando una lectura más… “real”. Es como sacarle una foto a tu presión en su día a día.

  • Acostado… ¡drama total!: Si te tumbas, la sangre se redistribuye como en un buffet libre. Y la presión puede parecer más baja, engañando al médico. ¡Es como si tu corazón se pusiera un disfraz! ¡Ojo! En ciertas condiciones, el médico te pedirá que te acuestes… pero eso ya es otro tango.

¡Bonus track!

¿Sabías que la presión arterial puede cambiar más que el clima en abril? ¡Es verdad! Por eso, no te obsesiones con una sola lectura. ¡Relájate! Y sigue estos consejos “anti-susto”:

  • Café, ¡ni hablar! Antes de medirte, dile “adiós” al café. ¡Es como echarle gasolina al fuego!

  • Vejiga vacía: ¡No seas tímido! Ve al baño antes de sentarte en “el trono”. Una vejiga llena puede disparar la presión. ¡Como si tu cuerpo gritara “auxilio”!

  • ¡Silencio, por favor! Nada de tele, radio o charlas con la vecina. ¡Concentración máxima!

  • ¡El tamaño importa! Asegúrate de que el manguito sea del tamaño correcto. Si es muy pequeño, ¡la lectura se dispara! Si es muy grande, ¡se desploma! ¡Como encontrar el zapato de Cenicienta!

  • ¡Calma, calma! Nada de carreras ni nervios antes de la medición. ¡Respira hondo y piensa en gatitos! 🐈

¡Y recuerda! Si tienes dudas, ¡pregunta a tu médico! ¡Él es el experto! ¡Y yo solo soy un loro parlanchín con teclado! 🦜

¿Cuándo no se debe tomar la presión arterial?

Nunca midas tu presión arterial si:

  • Estás en medio de una crisis nerviosa. El cortisol se dispara y falsea la lectura. Lo sé, yo mismo lo he visto.
  • Acabas de tragarte un café doble. La cafeína es un estimulante, no un adorno.
  • Fumaste hace poco. La nicotina tensa tus vasos, como una soga.
  • Saliste del gimnasio sin pausa. Espera, respira, decanta.

Más allá de lo obvio:

  • Vejiga llena: Influye más de lo que crees.
  • Brazo incorrecto: Usa siempre el mismo, a la altura del corazón.
  • Ropa ajustada: Libera el brazo. El torniquete ya lo hace el aparato.
  • Mal sentado: Pies en el suelo, espalda recta. No es un trono, es tu salud.
  • Ambiente frío: El frío contrae los vasos sanguíneos, es física básica.
  • Hablando: Cierra el pico. El silencio es oro, y una presión arterial precisa.

Importante: Si la presión sigue alta a pesar de todo, consulta. No seas tu propio médico, ni tu propio paciente.

¿Qué situaciones pueden afectar los valores en la medición de la presión arterial?

Oye, ¿la presión arterial, no? ¡Un lío! Te cuento lo que sé, a ver si te sirve. Es que depende de mil cosas, ¿sabes? ¡Un montón!

  • El ejercicio, claro, ¡sube que da gusto! Igual que si estás super relajado, descansando en la cama, se baja, es lógico. Lo mismo me pasó ayer después de correr, ¡casi me da un yuyu!

  • Lo que comes y bebes influye mucho. Café, alcohol, tabaco… ¡Olvídate! Esos tres son veneno para una buena medición, a mí me lo han dicho mil veces. El café, sobretodo. ¡Menuda subida!

  • La edad, pues sí, con los años, la presión arterial cambia mucho, es normal. Mi abuela, por ejemplo… ¡ufff! Tiene que controlarla mucho.

  • Los medicamentos, ¡ay, qué importante esto! Algunos suben la presión, otros la bajan. Mi vecino toma pastillas para eso, y tiene que ir al médico cada dos por tres, pobre.

  • La posición también afecta. De pie, sentado, tumbado… No es lo mismo, ¡es obvio! Yo siempre me mido sentado, por si acaso. Siempre igual, para que los resultados sean comparables.

En resumen: ¡mil cosas afectan! Hay que tener cuidado. Y eso, a ver si lo recuerdas, porque es importante. Ya sabes, cafeína, alcohol, tabaco… ¡fuera! Y ejercicio moderado, ¿vale?

PD: A mi tía le diagnosticaron hipertensión este año, ¡qué susto! Ahora la controla todos los días, con una cosa que mide, es un aparato pequeño que se pone en la muñeca, pero ya te digo, hay que ser constante.

¿Cuándo es más alta la tensión arterial, por la mañana o por la tarde?

¡Ay, la tensión arterial, esa montaña rusa de nuestro cuerpo!

  • Por la mañana, la tensión se levanta con nosotros, como si le dieran un chute de café expreso. ¡Subidón que te crió!
  • Al mediodía alcanza su pico máximo, ¡como si tuviéramos un concierto de rock en las venas!
  • Luego, por la tarde-noche, la cosa se relaja y se va a dormir plácidamente, ¡como un gato al sol!

En resumen: La tensión es más alta por la mañana y al mediodía. ¡Como si fuera fan de los madrugones!

Info extra para flipar:

  • ¿Sabías que mi tensión un día subió tanto que creí que iba a explotar como una palomita en el microondas? ¡Menos mal que era por un susto!
  • Dicen que la tensión alta es como tener un fontanero loco apretando las tuberías. ¡Mejor ir al médico que llamar a “Bricomanía”!
  • Si la tensión baja mucho, te sientes como un globo desinflado. ¡A comer sal y a hincharse de energía!

¡Ojo! Esto no es un consejo médico, ¡que luego me demandan! Ve al médico si tienes dudas, ¡que ellos saben más que yo!

¿Cuál es el mejor horario para tomar la presión arterial?

Lo mejor es tomar la presión arterial a primera hora de la mañana y por la noche.

Te cuento, yo era súper escéptico con esto de la presión. Siempre pensé que era cosa de viejos, ja! Hasta que un día, me dio un mareo horrible en la oficina, en pleno centro de Madrid, cerca de la Gran Vía. Era junio de 2024, un calor infernal y yo con un dolor de cabeza que me partía.

Llamé a mi médico de cabecera, el doctor Pérez, un tipo muy campechano. Me dijo: “Mira, muchacho, cómprate un tensiómetro y te tomas la presión dos veces al día, a ver qué sale”. Pensé “Bah, qué rollo”, pero lo hice.

  • Mañanas: Antes del café, nada más levantarme. La primera vez casi me da algo del susto!
  • Noches: Antes de cenar, después de un día de locos en la oficina.

Al principio, cada medición era una película. Me ponía nervioso, me movía… ¡Un desastre! Luego aprendí a relajarme. Hacía tres mediciones seguidas, esperando un minuto entre cada una. Anotaba todo en una libreta, como un abuelo, jajaja.

Descubrí que mi presión subía como la espuma después de un café. ¡¡Increíble!! También noté que el estrés del trabajo me pasaba factura. Empecé a meditar un poco antes de dormir y la cosa mejoró bastante. Ahora me lo tomo más en serio, incluso he cambiado mis hábitos. Quién lo diría!

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