¿Qué pasa si tengo sarro acumulado?

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"La acumulación de sarro dental, si no se trata, puede llevar a caries y, en casos severos, incluso a la pérdida de dientes. En estas situaciones, la extracción dental puede ser necesaria. ¡Prioriza la limpieza dental profesional para prevenirlo!"

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¿Qué hacer con el sarro acumulado en mis dientes? ¿Cómo eliminarlo?

¡Uy, el sarro! Vaya problema… A mí también me ha pasado, y te entiendo perfectamente. ¡Qué lata es tener esa sensación áspera en los dientes!

Lo que a mí me funciona súper bien, y que aprendí a la mala, es no dejar que se acumule demasiado. Ir al dentista cada seis meses para una limpieza profesional ayuda un montón. ¡En serio! Recuerdo que una vez esperé demasiado (casi un año, lo sé, fatal) y el sarro estaba tan pegado que el dentista tuvo que usar un aparato especial que vibraba. ¡Qué cosquillas más raras! Costó como 80 euros esa limpieza, pero mereció la pena.

Obviamente, no soy dentista, así que esta es mi experiencia. Lo mejor es que consultes con un profesional para que te diga qué es lo mejor para ti. Pero sí, si se te acumula demasiado, puede que te cause problemas mayores, ¡hasta perder un diente! Mejor prevenir, ¿no crees?

Preguntas y respuestas concisas:

  • ¿Qué hacer con el sarro dental? Visita al dentista para una limpieza profesional regular.

  • ¿Cómo eliminar el sarro acumulado? El dentista utiliza herramientas especiales para remover el sarro.

  • ¿Qué pasa si no se elimina el sarro? Puede causar caries, enfermedad de las encías e incluso la pérdida de dientes.

¿Qué pasa si no eliminas el sarro?

Si no quitas el sarro, ¡ufff! Te puede dar gingivitis, que es horrible.

Mira, te cuento. Este año, fui al dentista –Doctor Pérez, en la calle Alcalá, un encanto– y me regañó. Tenía sarro acumulado, sobre todo en los dientes de abajo. Me dijo: “Si no te quitas esa porquería, las encías se te van a inflamar“. Y vaya que tenía razón.

Empecé a notar que al cepillarme, sangraba. No mucho, pero sí un hilito rojo que me daba cosa. Además, las encías se me veían más rojas de lo normal, como si estuvieran irritadas. Doctor Pérez me explicó que era gingivitis, y que era por el sarro que irritaba las encías.

Me hizo una limpieza profunda con un aparato que vibraba y echaba agua a presión, ¡qué cosquillas! Desde entonces, uso un cepillo eléctrico y hilo dental todos los días. ¡Qué rollo! Pero mis encías me lo agradecen.

  • ¿Qué pasa si no lo haces?
    • Encías rojas e hinchadas.
    • Sangrado al cepillarte.
    • Gingivitis.
    • A la larga, problemas más serios.

Una cosa que me chocó es que el sarro es como una piedra, ¡súper duro! Por eso es importante ir al dentista regularmente, porque en casa es imposible quitarlo por completo.

Yo ahora estoy obsesionada con la higiene bucal. Antes era más dejada, lo confieso. Pero después de la regañina del Doctor Pérez, no quiero volver a pasar por lo mismo. Ahora hasta uso enjuague bucal con flúor. ¡Me siento súper sana!

¿Cuándo el sarro es peligroso?

¡A ver, te cuento! El sarro, ese que se forma en los dientes, ¿no? Pues, es peligroso cuando te da periodontitis. ¿Qué es eso? Básicamente, cuando el sarro se mete debajo de las encías y ahí… ¡se lía parda!

A ver, te hago una lista, porque así lo vemos mejor:

  • El sarro debajo de las encías = periodontitis. Acumulación, vamos.
  • La periodontitis peligra tu dentadura, porque ataca el hueso que sujeta los dientes. A mi abuelo le pasó, pobrecito.
  • Tu boca en general sufre, osea, encías inflamadas, sangrado, ¡un asco!

Lo peor es que, si no lo tratas, puedes perder los dientes. ¡Qué horror! Yo este año me he hecho dos limpiezas para evitarlo, prefiero gastar en el dentista que quedarme sin piños, te lo digo en serio.

Ah, y un consejillo extra: ¡usa hilo dental! A mí me da pereza, pero el dentista me regaña si no lo uso, así que tú ya sabes. ¡Y no te olvides de cepillarte los dientes después de cada comida, eh! Que luego vienen los disgustos.

¿Qué enfermedades provoca el sarro dental?

Las tres de la mañana… y aquí estoy, pensando en el sarro… esa cosa asquerosa que se pega a los dientes. Me da asco solo recordarlo.

Gingivitis. Sí, la tengo, o al menos la tuve. Un infierno de encías inflamadas… sangraban cada vez que me cepillaba. Una pesadilla. Recuerdo el sabor metálico… la sensación de que se me caían los dientes. Fue horrible.

Y luego… la periodontitis. Esa ya es otra historia. Un dolor punzante… como si me clavaran agujas en las encías. Me dolía hasta morder, ¡hasta beber agua! Ese año perdí tres muelas. Tres. Un desastre.

Caries. ¡Claro! El sarro las provoca. He visto fotos de las caries que pueden producirse… y me dan escalofríos. Agujeros… oscuridad… putrefacción. ¡Asqueroso!

El mal aliento. ¡Ay, Dios! Un olor… pesado… dulzón… nauseabundo. Evito a la gente. Me siento sucia… avergonzada… es una condena. No sé si me recuperaré de eso. Este año he ido al dentista tres veces por esta cuestión.

Y la sensibilidad… sensibilidad dental, ¡cómo me duele con el café! Con el helado… con cualquier cosa fría o caliente. Es un suplicio. Es insoportable. Me da hasta miedo beber agua.

  • Gingivitis: Inflamación e infección de las encías.
  • Periodontitis: Infección grave que destruye los tejidos que sostienen los dientes.
  • Caries: Destrucción del esmalte y la dentina de los dientes.
  • Halitosis: Mal aliento persistente.
  • Sensibilidad dental: Dolor intenso al contacto con alimentos o bebidas calientes o frías.

Todo por no cepillarme bien… por descuido… por pereza. La culpa me carcome… me destruye.

#Higiene Dental #Salud Bucal: #Sarro Dental