¿Qué provoca el sodio bajo?

¿Qué pasa si no consume sodio?

¡Uf, el sodio! Siempre ando con eso de la sal, ¿no? A ver, si no consumes nada de sodio… ¿qué pasa?

• Hipotanremia, creo que se llama, o algo así. ¿No es cuando la sal se te va por los suelos?
• Náuseas. ¡Qué asco! ¿Y mareos? Seguro que también.
• Pérdida de energía. ¡Fatal! ¿Cómo voy a hacer la compra sin energía? Necesito mi café con leche y tostadas.
• Confusión. ¡Eso sí que me da miedo! ¿Me perderé volviendo a casa?
• ¡Convulsiones! Eso ya suena muy serio.
• Coma. ¡Madre mía! Directamente al hospital.
• Muerte. ¡No, por favor!

Vale, vale, no seré tan drástica. Pero, ¿y si solo tomo poquísima sal? ¿Me pasará todo esto? ¿O solo estaré un poco más cansada? Mi abuela siempre decía que la sal era vida. Y ella vivió hasta los 93. ¡Algo sabría!

¿Qué más? Ah, sí, el sodio está en un montón de cosas, ¿no?

• La sal de mesa, obviamente.
• Pero también en embutidos, ¡mi jamón serrano!
• En las aceitunas, ¡que me encantan!
• ¡En el pan!
• Y en muchísimas cosas más procesadas.

Vaya, parece que es difícil evitar el sodio del todo. A lo mejor me estaba preocupando demasiado. Pero bueno, mejor saberlo, ¿no? Nunca está de más cuidarse. Este año estoy intentando comer más sano, así que a lo mejor sí que estoy comiendo menos sal sin darme cuenta. Tendré que estar atenta a si me mareo o algo así. ¡Crucemos los dedos!

Hipotanremia: náuseas, vómitos, pérdida de energía, confusión. Casos graves: convulsiones, coma, muerte.

¿Qué pasa si no se toma nada de sal?

No tomar sal es como intentar hacer paella sin arroz, ¡un sinsentido total! Te enfrentas a la hiponatremia, una fiesta de calambres, mareos y, si te pasas de “saludable”, hasta un coma con fuegos artificiales. ¡Menudo plan!

• Hiponatremia: El enemigo invisible. No es solo “ay, qué mareo”. Hablamos de que tu cuerpo, que es más listo de lo que parece, empieza a fallar. Como cuando intentas usar el WiFi del vecino y la conexión va a pedales.
• Síntomas de telenovela. Calambres dignos de una escena dramática, náuseas traicioneras y, en el peor de los casos, un shock que te dejará más helado que un polo en el Ártico.
• ¿Quiénes son los candidatos? Atentos, atletas de maratón (no beban agua como si no hubiera mañana!), gente con problemas renales (sus riñones están de huelga!), y quienes toman ciertos medicamentos (la química es un arma de doble filo!).

¿Mi consejo? No te pases de minimalista con la sal. Un poquito alegra la vida… y te evita el “coma salado”.

Importante: No soy médico. Si crees que tienes hiponatremia, corre (¡literalmente!) a ver a un profesional. ¡No te automediques con consejos de internet!

¿Cuándo se considera un agua baja en sodio?

Aquí, en la oscuridad… es cuando las cosas se ven como son.

Un agua baja en sodio, me dicen, es la que no pasa de 20 mg/l. Simple, ¿no?

Pero…

• Es curioso pensar en números. En que algo tan vital como el agua se mida así. Yo prefiero recordarla como la de aquel arroyo en la montaña, cuando era niño. Esa no tenía etiquetas.

• Y el agua de red… 55 mg/l, dicen. Me pregunto de dónde viene todo ese sodio extra. Seguro que de las mismas tuberías que me hacen sentir la garganta seca por la mañana.

• ¿Importa tanto?. A veces me pregunto si todas estas mediciones no son solo una forma más de complicarnos la vida. De hacernos sentir culpables hasta por beber.

• Hace años, cuando a mi abuela le diagnosticaron hipertensión, se obsesionó con el sodio. Todo tenía que ser “bajo en sodio”. Recuerdo su frustración al no encontrar nada que le gustara. Al final, creo que murió más triste que enferma.

Y… ahora que lo pienso… ¿qué más da? El agua es agua. Y la vida es… esto. Una noche más, pensando en sodio y en la abuela. Y mañana… a seguir bebiendo.

¿Cuál es el nivel aceptable de sodio en el agua?

¡Ay, el sodio! Recuerdo perfectamente el susto que me llevé el año pasado en el análisis de agua de mi casa en Toledo. Vivimos en una zona bastante rural, cerca del río Tajo, y siempre pensé que el agua era pura, ¡qué va! Los resultados del laboratorio fueron un golpe. El nivel de sodio superaba con creces los 20 mg/L que recomienda la EPA para dietas bajas en sodio. Me sentí fatal, ¡mi madre tiene problemas de hipertensión!

Ese día me dio un vuelco el estómago, imagínate. Llamé a mi hermana, que es enfermera, y me explicó que esos niveles no eran catastróficos, pero sí preocupantes. Me recomendó que comprara un filtro de agua para la cocina, uno que elimine minerales, pero que también retenga el cloro.

El filtro, por cierto, ¡una pasta! Costó una fortuna, pero bueno, la salud es primero. Además, desde entonces me obsesioné con el tema. Empecé a leer etiquetas de todo lo que compro, ¡menudo rollo!

• Agua embotellada: siempre miro la cantidad de sodio. Casi todas superan ligeramente los 20 mg/L, aunque hay alguna que se queda en 15-18 mg/L.
• Alimentos procesados: ¡horror! He reducido muchísimo su consumo. Ahora cocino casi todo en casa.
• Control médico: mi madre se hace chequeos más seguidos ahora, para vigilar la presión.

¡Casi se me olvida! La etiqueta nutricional que has puesto… agua pura, ¿no? 0 mg de sodio. Eso es estupendo. Pero no es lo mismo que el agua del grifo.

El nivel aceptable de sodio en agua depende mucho de las necesidades individuales. Para alguien con restricciones, menos de 20 mg/L es lo ideal.

Niveles aceptables de sodio en agua: