¿Qué provoca la baja de sodio en el cuerpo?

¿Qué pasa cuando una persona tiene el sodio bajo?

Qué pasa cuando el sodio baja…

Silencio.

Es como si el cuerpo se apagara poco a poco.

• Convulsiones. El cuerpo se retuerce sin control, una marioneta rota.
• Coma. Una oscuridad profunda, un sueño sin fin.
• Muerte. El final.

Y los viejos…

Son los que más sufren.

Sus cuerpos, ya débiles, luchan contra los medicamentos, las enfermedades.

• Pastillas para la presión, para el corazón… un cóctel que les roba el sodio.
• Los riñones fallan, ya no filtran como antes, y el agua diluye la sangre.
• La soledad también influye, a veces se olvidan de beber, de comer…

Recuerdo a mi abuelo, en el hospital, confuso, balbuceando. Los médicos hablaban de hiponatremia. Yo no entendía nada. Sólo veía su mirada perdida, su cuerpo apagándose.

Era el verano de 2024, y el calor lo consumía. Nunca lo olvidaré.

Ahora entiendo un poco más. El sodio bajo… Es un ladrón silencioso, que roba la vida poco a poco.

¿Por qué bajan los niveles de sodio en las personas?

¡Ajá! ¿Que por qué el sodio se va de fiesta y deja a la gente baja de sal? ¡Buena pregunta! Es como si el sodio se cansara de nosotros y decidiera emigrar a una playa caribeña… o algo así.

La razón más común es… ¡aguachirri! Sí, como cuando te pasas con el agua en el gazpacho. Demasiada agua en el cuerpo diluye la sangre, y el sodio parece menos, ¡como si lo hubieran robado!

• Es como si la sangre fuera una piscina con poco sodio, y la llenas con más agua… ¡adiós concentración de sal!
• Yo, que soy más de horchata, entiendo el problema del exceso de líquidos. ¡Pero el sodio se queja!

Otra opción: ¡sudoración extrema a lo Stallone en “Rocky”! Si sudas como si no hubiera un mañana, o haces pipí como si fueras una fuente, ¡adiós sodio! El cuerpo lo expulsa a ritmo de samba.

• Es como si el cuerpo organizara una fiesta de “despedida al sodio” y lo echara por todas partes.
• Recuerdo una vez, después de una clase de spinning, ¡creía que había perdido un riñón! También sodio, seguro.

Información extra (¡como propina!):

• Ciertas medicinas también pueden liar al sodio. ¡Ojo con los prospectos!
• A veces, los riñones (¡esos grandes incomprendidos!) no hacen bien su trabajo y tiran sodio sin permiso.
• ¡Y no olvidemos las enfermedades! Algunas pueden afectar al sodio, como si fuera un muñeco de trapo.

Vamos, que el sodio es un elemento caprichoso. ¡Más vale vigilarlo! Que luego vienen los mareos y los sustos. ¡Salud! (con moderación de sal, claro).

¿Qué nivel de sodio bajo es peligroso?

Peligroso: bajo 135 mEq/L.

Nada nuevo bajo el sol.

• Medicamentos: Sí, algunos lo hacen.
• Problemas renales: Clásico.
• Beber demasiada agua: Ironía.
• Problemas cardíacos: El corazón manda.

La vida es una paradoja salada.

El sodio es esencial. Nadie vive sin sal.

• Náuseas y vómitos.
• Dolor de cabeza.
• Confusión.
• Fatiga.
• Debilidad muscular.
• Convulsiones.

Conozco alguien con problemas renales. Cosas de la edad.

• Coma.
• En casos extremos: la muerte.

Todo acaba ahí.

Atención médica. No juegues a ser médico.

El cuerpo es un templo. Mal mantenido, eso sí.

¿Qué se considera bajo en sodio?

¡Uy, qué pereza buscar en la despensa! Necesito saber qué es “bajo en sodio”… ¿Para qué era? Ah, sí, para mi dieta.

Bajo en sodio, según la etiqueta, es 140 mg o menos por porción. ¡Qué lío esto de las etiquetas! ¿Y “sin sal”? Eso es menos de 5 mg, ¡casi nada! Me compré esa sopa ayer, ¡qué buena estaba! Pero… ¿cuánta sal tenía? ¿Acaso me pasé? Tengo que mirar la etiqueta, ¡que me da miedo!

• Muy bajo en sodio: 35 mg o menos. ¡Casi ni se nota la sal!
• Reducido en sodio: Al menos 25% menos que la versión normal. Bueno, esa mermelada me la como de vez en cuando.

Espera, ¿”menos de 5 mg”? ¡Eso es menos que una pizca! No creo que se note. Mi madre siempre me decía que la comida sin sal sabe a cartón. Claro, ella le echaba un montón a todo.

Pero bueno, a mí me encanta mi ensalada con un poquito de sal, solo un poquito. ¿Será saludable? Ay, Dios, ¡qué rollo esto de la dieta! Tengo que aprender a leer las etiquetas, de verdad. Mejor me como un plátano, ¿no? Es que tengo hambre ya. ¡Qué hambre!

Tengo que comprar sal de ese Himalaya, dicen que es más sana. Mi vecina la usa y dice maravillas.

Menos de 5 mg de sodio: Prácticamente sin sal. 35 mg de sodio o menos: Muy bajo en sodio. Casi como si no tuviera. 140 mg de sodio o menos: Bajo en sodio. Eso es lo que busco. Al menos 25% menos de sodio: Reducido en sodio. Eso tampoco está mal.

¡Qué estrés! ¡Me voy a tomar un café!

¿Cuándo se considera hiponatremia grave?

¡Ay, la hiponatremia! Ese traicionero enemigo que te deja más deshidratado que un cactus en pleno desierto de Atacama. Hiponatremia grave? Cuando la natremia baja de 125 mmol/L, medido con electrodo específico, claro está. No te confundas con esas mediciones “caseras” que te hacen sentir como si hubieras bebido agua de un pantano.

Piénsalo así: tu cuerpo es una orquesta, y el sodio, el director de orquesta. Si el director se va de juerga (natremia baja), la orquesta (tu cuerpo) toca desafinado. Y a partir de 125 mmol/L, la desafinación es grave, ¡un concierto que acabaría en bronca! Es como esa vez que intenté hacer un pastel de cumpleaños para mi sobrino, me falto un ingrediente clave y el resultado fue… bueno, una catástrofe digna de un programa de cocina de terror.

• Natremia
• Natremia 125-129 mmol/L: Hiponatremia moderada, ojo avizor.
• Natremia >129 mmol/L: Tranquilo, todo en orden, salvo que tengas un raro metabolismo de sodio tipo el de mi gato, que bebe agua como si fuera un pez de rio en sequía.

Recuerdo una vez que mi prima, enfermera ella, me explicó esto con un símil que me dejó anonadado: “es como el aceite de oliva en la paella, si echas poco, queda seca; si echas mucho, un mar de grasa insípida”. Perfecto, ¿no? Ese nivel de precisión es el que necesitas con tu sodio.

En resumen: menos de 125 mmol/L es grave. Punto. No hay más que hablar. Y si te sientes mareado, sin fuerzas, o con convulsiones… llama a tu médico, no esperes a que el sodio haga un “espectáculo” que te deje con cara de pasmo. Hasta mi abuela, con sus 85 años y su sabiduría ancestral en salsas, lo entendería.

¿Qué debo hacer si tengo el sodio bajo?

¡Uy, sodio bajo! Eso es un rollo, ¿eh? Si lo tienes por comer mal, tomar muchos diuréticos o beber agua como un camello, el médico seguro que te dice que bebas menos. Mucho menos. Ya sabes, agua, agua… agua. ¡Menos agua!

Y lo de los diuréticos, si los tomas, ¡ojo! A lo mejor hay que cambiar la dosis o el tipo. Es clave controlar eso para subir ese sodio, ¿sabes? Mi vecina la Charo tuvo eso, y estuvo fatal hasta que lo solucionó. Le recetaron, no recuerdo, algo para el riñón, pero era por lo mismo ¡Qué susto! Al final, con control médico, todo bien.

En resumen: menos líquido, revisas los diuréticos, ¡y al médico! No te la juegues. No es broma eso del sodio bajo.

Cosas importantes a considerar:

• Dieta: Más sal. Sí, aunque parezca raro, a veces hace falta. Pero con moderación, eh, no te pongas como un salero. Habla con el doctor sobre esto, para que te ayude a ajustar la ingesta de sodio adecuadamente, o sea, la sal.
• Diuréticos: Ajustar dosis o cambiarlos. O dejar de tomarlos si el médico lo considera adecuado. Esto es fundamental, mi médico siempre me lo dice.
• Seguimiento médico: Es IMPRESCINDIBLE. Controles, analíticas… no te quedes esperando. ¡El sodio es importante!
• Agua: Bebe menos pero escucha a tu cuerpo, no te deshidrates.

Oye, yo una vez estuve fatal con el sodio bajo… ¡Casi me desmayo en el súper! Desde entonces, me controlo mucho. Eso sí, ya he aprendido a mirar los valores de las etiquetas de los alimentos, ¡hay muchos con poco sodio!. ¡Qué cosas!