¿Qué radiación es más peligrosa, la infrarroja o la ultravioleta?

30 ver

La radiación infrarroja tipo A (IR-A) es la más peligrosa para la piel. Penetra profundamente en la dermis, pudiendo provocar daños a largo plazo como el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.

Comentarios 0 gustos

La radiación infrarroja tipo A: el peligro más insidioso para la piel

Entre la amplia gama del espectro electromagnético, la radiación infrarroja (IR) y la ultravioleta (UV) ocupan un lugar destacado en nuestras vidas. Sin embargo, cuando se trata del impacto en nuestra salud, existe una diferencia crucial en su peligrosidad.

Si bien la radiación UV es bien conocida por sus efectos dañinos en la piel, provocando quemaduras solares, envejecimiento prematuro y cáncer de piel, es la radiación infrarroja tipo A (IR-A) la que presenta un peligro aún mayor.

¿Qué es la radiación infrarroja tipo A?

La radiación IR-A es una forma de radiación electromagnética con longitudes de onda entre 780 nanómetros y 1,5 micrómetros. Esta radiación se encuentra naturalmente en la luz solar y también se emite por dispositivos como hornos, lámparas incandescentes y calentadores.

El peligro para la piel

A diferencia de la radiación UV, que es absorbida principalmente por la epidermis (la capa externa de la piel), la radiación IR-A penetra profundamente en la dermis, la capa más gruesa de la piel. Esta penetración profunda permite que la IR-A cause daños a largo plazo y graves a la estructura y función de la piel.

La exposición a largo plazo a la radiación IR-A puede provocar:

  • Envejecimiento prematuro: La IR-A daña las fibras de colágeno y elastina, que son esenciales para mantener la firmeza y elasticidad de la piel. Como resultado, la piel expuesta a la IR-A puede volverse arrugada, flácida y con manchas de la edad.
  • Daño celular: La radiación IR-A puede dañar el ADN de las células de la piel, lo que aumenta el riesgo de mutaciones que pueden conducir al cáncer de piel.
  • Cáncer de piel: Si bien la IR-A no es tan dañina como la radiación UV en términos de quemaduras solares, puede contribuir al desarrollo de cáncer de piel a largo plazo.

Protección contra la radiación IR-A

Protegerse de la radiación IR-A es esencial para mantener una piel saludable. Las medidas de protección incluyen:

  • Evitar la exposición excesiva: Limitar la exposición a fuentes de IR-A, como la luz solar directa, los hornos y las lámparas incandescentes.
  • Usar ropa protectora: Usar ropa que cubra la piel cuando esté expuesto a IR-A.
  • Aplicar protector solar: Si bien los protectores solares no bloquean la radiación IR-A, pueden ayudar a proteger la piel del daño causado por la radiación UV, que puede potenciar los efectos de la IR-A.
  • Usar filtros IR: Los filtros IR pueden incorporarse en ventanas, cortinas y gafas para bloquear la radiación IR-A.

En conclusión, la radiación infrarroja tipo A es más peligrosa para la piel que la radiación ultravioleta debido a su capacidad de penetrar profundamente y causar daños a largo plazo. Protegerse de la IR-A es crucial para mantener una piel saludable y prevenir el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.

#Radiacion Ir #Radiacion Uv #Riesgo Radiacion