¿Qué significa copago en un seguro de salud?

0 ver

El copago es un pago fijo y reducido que realizas por cada servicio médico utilizado (consulta, análisis, etc.), aunque estés asegurado. Su importe varía según el tipo de servicio y está estipulado en tu póliza.

Comentarios 0 gustos

¿Copago? Ay, esa palabra… me trae recuerdos, la verdad. Recuerdo cuando mi abuela se rompió la cadera, ¡qué susto! Y allí estaba yo, lidiando con papeles, seguros… y el dichoso copago. ¿Qué significa, me preguntaba entonces, con el corazón en un puño? Pues mira, te lo cuento desde mi experiencia, sin rodeos, como si estuviéramos tomando un café.

El copago, en pocas palabras, es lo que pagas, aunque tengas un seguro. Es como una pequeña parte que te toca aportar, un granito de arena, por cada visita al médico, análisis, rayos X… lo que sea. Imagina que vas al médico por un resfriado. Pues, aunque tengas seguro, igual te tocará pagar un poquito, ese es el copago. En el caso de mi abuela, el copago por cada sesión de fisioterapia era… uff, no recuerdo la cifra exacta, pero sí recuerdo que era una cantidad menor, un alivio al menos comparado con el precio total. ¡Menos mal! Porque ya sabes cómo son las facturas médicas… ¡un verdadero dolor de cabeza!

Su precio, claro, no es el mismo siempre. Depende del servicio, del seguro que tengas… ¡hasta de la letra pequeña que nadie lee! Yo, por ejemplo, una vez intenté entender mi póliza, y casi me da un ataque. Está en la póliza, eso sí te lo digo. Tienes que buscarlo, a veces está bien escondido, como un tesoro pirata, pero está ahí. Y si no lo encuentras… pues llamas a la compañía, que para eso pagan.

En fin, el copago es algo que hay que tener en cuenta, un pequeño gasto extra, pero que al final te ayuda a controlar los costos generales. Aunque a veces… a veces te sientes un poco estafado, pagando seguro y copago. ¿Es justo? Esa es una pregunta que me hago yo a menudo, mientras pago la factura. Pero bueno, es como es, y al menos te evita arruinarte con una visita al hospital. Así que ya sabes, infórmate bien, lee la letra pequeña (o al menos intenta…), y ¡que no te pillen desprevenido!