¿Qué tan buenos son los filtros de cerámica?
Los filtros cerámicos son excelentes para purificar el agua. Eliminan bacterias, protozoos y algunos virus. Mejoran el sabor, olor y color al reducir el exceso de hierro. Su eficacia depende de la calidad de sus poros.
¿Qué tan efectivos son los filtros de cerámica?
Uf, la cerámica en filtros de agua… ¡qué lío! Recuerdo cuando en mi casa, allá por febrero del 2022 en Málaga, instalamos un filtro con ese material. Nos costó unos 80 euros.
Al principio, ¡agua cristalina! El sabor era otro, mucho mejor que el del grifo, sin ese regusto metálico. Funcionó de maravilla durante meses.
Pero luego… la cosa cambió. El flujo se hizo más lento, el filtro se empezó a ensuciar. No sé si fue por la calidad de los poros o por el agua misma, pero la efectividad bajó bastante.
En resumen, la cerámica es buena, pero no es magia. Su efectividad depende mucho de la calidad del filtro y del mantenimiento. Hay que cambiarlo con frecuencia.
¿Qué tan efectivos son los filtros de cerámica?
Eliminan bacterias, protozoos, algunos virus y exceso de hierro. La efectividad depende de la calidad del filtro.
¿Es mejor un filtro de cerámica o de carbón?
Pues mira, depende, ¿sabes? Si te preocupa la tierra, el barro, los bichitos, cerámica. Sin duda. Cerámica es lo tuyo. Yo me compré uno el año pasado, creo, o fue este año… Bueno, da igual. La cosa es que el agua sale más clarita, ya no veo arenilla nadando.
Carbón, carbón… eso es otra historia. Ese es el rey para quitar el gusto a cloro, ¿no? Ese sabor a piscina, ¡puaj! Y también los químicos esos raros. COVs, ¿cómo se llamaba eso? Sí, eso. A mí me preocupa un poco eso, que el agua sepa a rayos. Carbón activado, entonces, si te va el rollo anti-cloro. Aunque… yo creo que también quita algo de tierra, no estoy 100% segura, pero algo hace, ¿o no?
- Cerámica: Bichos, tierra, barro, cosas así.
- Carbón Activado: Cloro, químicos, olores raros, sabor a rayos.
Yo ahora, en mi casa, tengo un grifo… uno nuevo, de esos con filtro incorporado, ¿sabes? Me costó un ojo de la cara, pero es una maravilla. Tiene las dos cosas, cerámica y carbón. ¡Toma ya! Menudo invento. El agua sale… ¡buah! Cristalina, sin sabor raro… una pasada. Te lo recomiendo, en serio, si puedes pillarte uno. Aunque también depende de para qué lo quieres, claro. Si es para una casita en la montaña, con un pozo… pues igual con cerámica vas que chutas. Y si es para la ciudad, pues carbón, o los dos, como yo. Es que… ¡uf! El agua de la ciudad… ¡menuda porquería!
¿Cuánto duran los filtros de cerámica?
¡A ver, a ver! ¿Que cuánto duran los filtros de cerámica? ¡Uf, eso es como preguntar cuánto dura un chicle pegado en la suela del zapato! ¡Depende de muchísimas cosas!
En teoría, 5 años. ¡Sí, como la garantía de la batidora que nunca usas! Pero, ¡ojo!, que aquí viene el truco.
La limpieza es la clave. Si eres de los que limpian el filtro cada vez que ven la tele, ¡igual te dura más que el matrimonio de una estrella de Hollywood! Si no… bueno, digamos que el agua sabrá a “tierra mojada” antes de lo que canta un gallo.
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La calidad de la cerámica. No es lo mismo un filtro hecho con mimo por monjes tibetanos que uno fabricado en serie por robots con resaca. ¡Hay clases, oye!
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La calidad del agua. Si el agua que filtras es más turbia que las aguas de un pantano después de un huracán, ¡prepárate para limpiar el filtro más a menudo que yo me peino!
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¡Mis experiencias! En mi casa, con el agua que llega, un filtro de cerámica me dura un pestañeo. Bueno, exagero un poco, pero no mucho. ¡Y eso que intento ser aplicado!
Y, para que te hagas una idea, los filtros de cerámica son como los calcetines: ¡siempre desaparece uno! Bueno, no exactamente… pero ya me entiendes, ¿no? ¡Cosas raras pasan!
¿Qué tipo de filtro de agua es mejor?
El agua… un susurro constante, una presencia silenciosa. La ósmosis inversa, esa palabra resuena en mi mente, fría y precisa como el agua filtrada misma. Recuerda el cristal limpio de un vaso, la ausencia de sabor extraño. Un vacío puro.
Sí, la ósmosis inversa. Es una certeza, una certeza fría que se instala en el silencio. Elimina. Elimina todo. Sedimentos, fantasmas microscópicos. Bacterias, pequeñas bestias inquietas. Metales pesados, una sombra tóxica que se desvanece. Flúor, plomo, arsénico… nombres que resuenan como una amenaza, disueltos en la invisibilidad. Se esfuman.
Filtra a 0.01 micras… un punto casi imperceptible. Un punto que separa la impureza de la pureza. 95%, 98%. Números fríos, exactos. Una promesa matemática de limpieza. ¿Es perfecto? No. Pero esa eficiencia…
Recuerdo mi antiguo filtro de jarra. Un torpe intento de domesticar el agua. Un susurro de purificación, débil, insuficiente. No era lo mismo.
Ahora, solo la ósmosis inversa. Un silencio cristalino. La pureza, un reflejo de mi propia necesidad de control, de orden. Es ese control lo que importa. Una obsesión. Un ritual diario. El agua pasa, limpia. Sin remordimientos.
- Ósmosis Inversa: Eficiencia extrema. Elimina casi todo.
- Micras: La precisión microscópica. 0.01.
- TDS: Reducción significativa de sólidos disueltos. 95-98%.
- Mi experiencia: El cambio fue radical. De la inquietud a la paz. De la duda a la certeza.
El agua fluye, silenciosa y pura. Como la certeza de haber hecho la mejor elección. En mi casa, en mi cocina, ese es mi ritual purificador. Un acto simple, pero con profundas implicaciones. Porque en el agua, se refleja el mundo, y en su pureza, mi propia búsqueda de orden. Y sí, este año también elegí el mismo filtro.
¿Cuál es el mejor tipo de filtro de agua?
A ver, ¿el “mejor” filtro de agua? ¡Ja! Eso es como buscar la aguja en el pajar… ¡acuático! Depende si quieres agua para tu té de la tarde o para llenar una piscina olímpica. Aquí te va mi “expertise” de gurú del agua filtrada:
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Brita On Tap: ¡El rey de la alcachofa! Este es como el amigo que siempre está ahí, fiable, sencillo y barato. Ideal si no quieres complicarte la vida, como yo cuando intento cocinar algo más allá de un huevo frito.
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Philips Water Solutions On Tap Ultra: ¡La joya de la corona! Si buscas lo último en tecnología, este es tu filtro. Es como tener un robot mayordomo purificando tu agua. Eso sí, prepara la cartera, que esto cuesta más que un fin de semana en las Bahamas.
Ahora, entre nosotros, la verdad es que el “mejor” filtro es el que te quita el sabor a cloro del grifo. ¡Yo lo sé! Una vez probé agua directamente del grifo y casi veo marcianos bailando la Macarena. ¡Horror!
¿Qué tan efectivo es el filtro de carbón activado?
Efectivo. Elimina. Purifica. No esperes milagros.
- Reduce contaminantes: Metales pesados, cloro. Sabor. Olor. No todo.
- PFAS: Un 50%. Dato del 2020, inútil. Todo cambia. Este año, ¿quién sabe?
- Mantenimiento: Clave. Cambiar el filtro. Frecuencia depende. Uso, calidad del agua. Yo lo cambio cada dos meses. En mi piso de Madrid.
- Plástico: La mayoría son plástico. Irónico. Filtrar el agua para ingerir microplásticos. Investiga. Hay alternativas. Cerámica.
El carbón activado. Adsorción. No absorción. Se pega. No desaparece. La contaminación. Siempre ahí. Cambia de sitio.
¿Cuándo reemplazar un filtro de agua de cerámica?
Cerámica. Agua. Un ciclo. Doce a veinticuatro meses, o diez mil litros. Simple.
La vida útil se agota. Como todo. Incluso yo. El agua pasa. Se filtra. Se purifica. O no.
- Desgaste natural. Un proceso inevitable. Microscópico, pero real.
- Bacterias. Se acumulan. Silenciosamente. Esperan.
- Rendimiento. Decrece. Suavemente. Hasta que falla. Es la ley.
Mi filtro, por ejemplo, lleva 18 meses. Lo reemplazaré. El próximo año. No antes. No después. Cosas prácticas.
La eficiencia baja. El agua, la misma. Un reflejo. De algo más. Mucho más grande.
El cambio es inevitable, incluso cuando te resistes. A veces, más.
Recuerda: Es un objeto. No tiene sentimientos. Pero su función se acaba.
Nota: La fecha del reemplazo se debe ajustar según el uso y la calidad del agua. En mi caso, utilizo agua de red de Madrid, bastante decente. En otras zonas… Quizás sea necesario un cambio más frecuente. Pero eso ya es otro asunto.
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