¿Qué tan seguro es tomar agua filtrada?

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El agua filtrada, aunque segura, carece de la protección química natural contra bacterias. Se recomienda consumirla dentro de las 48 horas posteriores al filtrado, especialmente para niños, embarazadas y personas con problemas digestivos.
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¿Qué tan segura es el agua filtrada?

En la búsqueda de agua potable limpia, muchos recurren al agua filtrada. Si bien la filtración puede eliminar contaminantes como sedimentos, cloro y metales pesados, es esencial comprender los riesgos potenciales asociados con su consumo.

Seguridad del agua filtrada

El agua filtrada generalmente se considera segura para beber, ya que los filtros eliminan la mayoría de los contaminantes dañinos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que:

  • El agua filtrada carece de protección química natural: El agua de manantial y del grifo contienen sustancias químicas naturales que suprimen el crecimiento de bacterias. El agua filtrada pierde estas sustancias protectoras, lo que la hace más susceptible a la contaminación bacteriana.
  • Caducidad: El agua filtrada debe consumirse dentro de las 48 horas posteriores al filtrado para evitar el crecimiento de bacterias. Esto es especialmente importante para niños, mujeres embarazadas y personas con problemas digestivos, quienes son más vulnerables a las enfermedades transmitidas por el agua.

Recomendaciones para el consumo seguro

Para garantizar la seguridad del agua filtrada, siga estas recomendaciones:

  • Use filtros certificados: Elija filtros que hayan sido certificados por organizaciones acreditadas como NSF International o Water Quality Association.
  • Siga las instrucciones de mantenimiento: Reemplace los filtros según las instrucciones del fabricante para mantener su eficacia.
  • Almacene el agua filtrada correctamente: Guarde el agua filtrada en recipientes limpios y cerrados en el refrigerador.
  • Deseche el agua filtrada vieja: Deseche el agua filtrada que haya estado reposando durante más de 48 horas.

Conclusión

Si bien el agua filtrada puede proporcionar una alternativa relativamente segura al agua del grifo, es esencial reconocer sus limitaciones. Consumir agua filtrada dentro de las 48 horas posteriores al filtrado y seguir las prácticas de almacenamiento adecuadas minimiza los riesgos potenciales de contaminación bacteriana. Para mayor tranquilidad, considere la posibilidad de tratar el agua filtrada con un purificador UV o hervirla antes de beberla.