¿Qué tiene que ver la diabetes con el hígado y el páncreas?

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La diabetes aumenta la probabilidad de hígado graso no alcohólico, una acumulación de grasa hepática, incluso sin consumo de alcohol. Esta afección es común en personas con diabetes tipo 2.
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La estrecha relación entre la diabetes, el hígado y el páncreas

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta los niveles de azúcar en la sangre. Es una afección grave que puede provocar una serie de complicaciones, incluidas algunas que afectan el hígado y el páncreas.

El hígado y la diabetes

El hígado juega un papel crucial en el metabolismo, incluida la regulación de los niveles de azúcar en la sangre. En las personas con diabetes, la capacidad del hígado para procesar y almacenar el azúcar se ve afectada. Esto puede provocar un aumento de los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede tener consecuencias graves para la salud.

Además, la diabetes puede aumentar el riesgo de desarrollar hígado graso no alcohólico (EHGNA), una acumulación de grasa en el hígado que no está causada por el consumo de alcohol. La EHGNA es común en personas con diabetes tipo 2 y puede progresar a complicaciones graves como la cirrosis y la insuficiencia hepática.

Los síntomas de la EHGNA pueden incluir:

  • Fatiga
  • Dolor abdominal
  • Náuseas
  • Pérdida de peso

El páncreas y la diabetes

El páncreas es otro órgano vital que se ve afectado por la diabetes. El páncreas produce insulina, una hormona que ayuda al cuerpo a utilizar el azúcar para obtener energía. En las personas con diabetes, el páncreas puede producir poca o ninguna insulina, lo que lleva a niveles altos de azúcar en la sangre.

La diabetes también puede dañar el páncreas, lo que lleva a una afección llamada pancreatitis. La pancreatitis es una inflamación del páncreas que puede causar dolor intenso, náuseas y vómitos. En casos graves, la pancreatitis puede ser mortal.

Tratamiento y prevención

El tratamiento de la diabetes implica controlar los niveles de azúcar en la sangre y gestionar los factores de riesgo de complicaciones. Para controlar los niveles de azúcar en la sangre, es posible que se necesiten medicamentos, dieta y ejercicio. Para reducir el riesgo de complicaciones, es importante controlar regularmente los niveles de azúcar en la sangre, seguir una dieta saludable y hacer ejercicio con regularidad.

La prevención de la diabetes también es importante. Los factores de riesgo incluyen obesidad, inactividad física y antecedentes familiares de diabetes. Al tomar medidas para controlar estos factores de riesgo, puede reducir su probabilidad de desarrollar diabetes y las complicaciones asociadas, como la enfermedad hepática y la pancreatitis.