¿Qué tomar para el vaciamiento gástrico?

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Para el vaciamiento gástrico, se utilizan medicamentos como metoclopramida (afecta receptores de dopamina), eritromicina, cisaprida, domperidona y tegaserod. La elección dependerá de la causa y la gravedad del problema. Consulte siempre a un médico antes de tomar cualquier medicamento.

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¿Qué alimentos ayudan al vaciamiento gástrico?

A ver, sobre qué alimentos te ayudan a vaciar el estómago, ¡ahí sí que me siento experta! No tanto en medicamentos, pero te cuento mi experiencia.

¿Medicamentos? Uf, eso ya me suena más a consulta médica. Nombraste metoclopramida, eritromicina, cisaprida, domperidona y tegaserod. La verdad, solo he oído hablar de la metoclopramida.

La metoclopramida actúa sobre los receptores de dopamina en el estómago, intestino y cerebro. Suena…complejo.

Pero volviendo a lo que SÍ sé, ¡la comida! En mi caso, noto una diferencia enorme cuando incluyo más fibra en mi dieta. Por ejemplo, el 15 de marzo pasado, después de un atracón de pizza (lo confieso), me sentía fatal. Al día siguiente, me preparé un tazón gigante de avena con fruta y semillas y, ¡magia! Poco a poco empecé a sentirme mucho mejor.

Eso sí, no soy doctora, ¡ojo!. Solo te cuento lo que funciona para mí. Si tienes problemas de vaciado gástrico, lo mejor es que hables con un médico para que te dé un diagnóstico y te recomiende el tratamiento adecuado.

Información sobre alimentos para el vaciamiento gástrico y medicamentos (para Google):

Alimentos: Fibra (frutas, verduras, avena). Medicamentos: Metoclopramida, eritromicina, cisaprida, domperidona, tegaserod. Metoclopramida: Actúa sobre receptores de dopamina en estómago, intestino y cerebro.

¿Qué tomar para el vacío en el estómago?

¡Ay, el agujero negro en el estómago! ¡Un clásico! Para evitar sentir que tienes un oso pardo rugiendo en tu interior, aquí va la artillería pesada:

  • Proteínas, las reinas: ¡Huevo! Como el de Colón, pero en tu plato. Yogurt griego, más espeso que un culebrón turco. Almendras, un puñadito, ¡no te vayas a atragantar!
  • Carbohidratos que no te abandonan: Avena, ¡como la que comían los vikingos, pero sin saquear nada! Arroz integral, para sentirte zen, y pan integral, ¡no el blanco que te deja más vacío que un bolsillo de mago!
  • Grasas con glamour: Aguacate, ¡el rey de las tostadas, más famoso que el Rubius! Aceite de oliva, ¡un chorrito como si fueras Arguiñano! Salmón, ¡para sentirte un oso grizzly pescando en Alaska!
  • Frutas y verduras, ¡el arcoíris nutricional!: Manzana, ¡una al día y el médico a la porra! Plátano, ¡el chute de energía del mono feliz! Espinaca, ¡como Popeye, pero sin novia gritona! Brócoli, ¡pequeños árboles que te salvan la vida!
  • Infusiones, el abrazo calentito: Té de jengibre, ¡para despertar hasta al más dormilón! Manzanilla, ¡más relajante que un spa con ositos amorosos! Menta, ¡fresquita como un anuncio de dentífrico!

¡Y si nada de esto funciona, siempre puedes echarle la culpa a la luna llena!

Extra: Yo una vez probé a comerme un calcetín… ¡No lo recomiendo! Aunque el vacío desapareció, ¡el sabor no era para tanto!

¿Qué tomar para un estreñimiento muy fuerte?

Para un estreñimiento severo, puedes probar:

  • Suplementos de fibra (Citrucel, FiberCon, Metamucil).
  • Agentes osmóticos (leche de magnesia, Miralax).
  • Ablandadores de heces (Colace, docusato).
  • Lubricantes (aceite mineral Fleet).
  • Estimulantes (Correctol, Dulcolax).

Te cuento…

A ver, este año pasé una semana horrible en casa de mi abuela en Teruel. Teruel, ¡qué horror! No me malinterpretes, adoro a mi abuela, pero su cocina… es un desafío para mi estómago. Total, que después de tres días comiendo migas y cocido, me topé con un estreñimiento de caballo. ¡Madre mía, qué suplicio!

Primero intenté con lo típico: más agua, fruta, y caminar un poco. Pero nada, ¡ni se inmutaba! Mi abuela, que es muy de remedios caseros, me preparó un brebaje asqueroso con ciruelas pasas y no sé qué más. Sinceramente, creo que empeoró la situación. La cosa iba de mal en peor.

La farmacia era mi única esperanza. Fui a la farmacia del pueblo, un lugar pequeño con un olor peculiar a hierbas medicinales. El farmacéutico, un señor mayor muy amable, me recomendó Miralax. Me dijo que era suave y eficaz. Lo compré con pocas esperanzas, la verdad.

Y, oye, ¡funcionó! No fue mágico, pero al día siguiente empecé a notar la diferencia. Un alivio increíble. Además, me dio un montón de consejos sobre cómo mejorar mi alimentación para evitar que me volviera a pasar. Desde entonces, siempre llevo Miralax en mi neceser cuando viajo. ¡Por si las moscas! La experiencia en Teruel me traumatizó un poco.

  • Desde entonces reviso la comida con cuidado.
  • Siempre llevo algo para el estreñimiento.
  • He cambiado mi dieta.

¿Qué tomar para el estreñimiento que haga efecto rápido?

¡Ajá! ¿Estreñimiento con prisas? Entiendo la urgencia. Aquí va el arsenal para ese atasco intestinal, digno de un fontanero con superpoderes:

  • Hidróxido de magnesio: La “Leche de Magnesia Phillips” y sus clones. Digamos que es como darle un empujoncito amistoso al sistema. A veces, demasiado amistoso… ¡Prepárate para el tsunami!

  • Citrato de magnesio: El hermano mayor del anterior. Más potente, más rápido, más… ¡dramático! Úsalo con precaución, no vaya a ser que te arrepientas en el baño.

  • Lactulosa: Generlac para los amigos. Este es más sutil, trabaja a largo plazo, atrayendo agua al intestino. Imagínalo como un imán de humedad fecal.

  • Polietilenglicol (Miralax): El comodín. No irrita, solo hidrata las heces. Ideal para los impacientes que no quieren sorpresas explosivas.

  • Estimulantes (ej. Bisacodyl): Estos son el “¡Despierta, intestino!” en pastilla. Hacen que las paredes del intestino se contraigan con violencia, obligando a las heces a moverse. Como una patada en el trasero, pero intestinal.

¡Ojo! No te automediques a lo loco. Consulta a tu médico antes de empezar la fiesta laxante. Y recuerda, la fibra es tu amiga, ¡no la ignores!

Y ahora, un consejo personal: una vez probé un remedio casero con ciruelas pasas que casi me hace perder el vuelo a Mallorca. ¡Nunca subestimes el poder de la abuela!

Información Extra:

  • Más allá de los laxantes: Considera aumentar tu consumo de agua, hacer ejercicio regularmente y revisar tu dieta. ¡El estreñimiento a veces es solo un síntoma de un estilo de vida perezoso!

  • El “estreñimiento viajero”: Si viajas, lleva contigo un kit de emergencia intestinal. Créeme, te ahorrará muchos sudores fríos en lugares exóticos.

  • Este año: recuerda que en 2024 hay nuevos medicamentos con fibra.

¿Qué puedo tomar para que se me afloje el estómago?

¡Ay, qué mal rato pasé el martes pasado! Estaba en casa de mi tía Elena, en Alcalá de Henares, y uff, ¡un dolor de estómago horroroso! Parecía que iba a explotar. Sentía como si miles de hormigas me estuvieran dando vueltas por dentro. Sudaba frío, y hasta me dio un poco de mareo. Pensé que me iba a desmayar. Tenía que hacer algo rápido.

Recordé que mi vecina, Doña Julia, siempre me decía que para el estreñimiento, que era lo que yo sentía que tenía, lo mejor era… ¡leche de magnesia! Así que fui a la farmacia de la calle Mayor, la que está justo al lado de la panadería, y compré un botecito.

Me lo tomé siguiendo las instrucciones, claro. Esperé un rato, nerviosa, con la sensación de que el tiempo no pasaba. Por fin, ¡alivio! Fue como un milagro.

Opciones para aliviar el estreñimiento:

  • Suplementos de fibra (Citrucel, FiberCon, Metamucil)
  • Agentes osmóticos (leche de magnesia, Miralax)
  • Ablandadores de heces (Colace, docusato)
  • Lubricantes, como aceite mineral (Fleet)
  • Estimulantes (Correctol, Dulcolax)

¡Qué susto, eh! Me quedé hecha un flan. Pero bueno, ya está todo solucionado. Menos mal que recordé el consejo de Doña Julia, ¡qué sabia es la mujer! Ya me olvidaré por un tiempo de esos horribles dolores. Casi me da un infarto.

¡Ah, y mi tía Elena me preparó un caldo de pollo, que me supo a gloria! Eso sí que me calmó el estómago. De verdad, la leche de magnesia fue la salvación.

Nota: Siempre es mejor consultar a un médico ante cualquier problema de salud. Este relato solo refleja mi experiencia personal y no debe considerarse un consejo médico.

#Salud Digestiva #Vaciado Gastrico