¿Qué peligros tiene el ciberespacio?

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Peligros del Ciberespacio:

  • Robo de información personal (datos, fotos, videos).
  • Exposición a información falsa.
  • Retos virales peligrosos (Momo, Ballena Azul, etc.).
  • Localización física precisa.
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¡Uf, el ciberespacio! A veces me pregunto si es una bendición o una maldición. ¿No les pasa que se sienten como si estuvieran caminando por un campo minado, sin saber dónde van a pisar? Es que, a ver, ¿qué peligros nos acechan ahí dentro? No son pocos, la verdad.

Recuerdo una vez que mi prima, la pobre, le hackearon la cuenta de Instagram. ¡Imagínense! Todas sus fotos, sus recuerdos, en manos de un desconocido. Robo de información personal (datos, fotos, videos), dicen las listas. ¡Pero es mucho más que eso! Es la sensación de vulnerabilidad, de que alguien te ha invadido tu espacio más íntimo. ¿No creen que eso es terrible?

Luego está el tema de la exposición a información falsa. ¡Madre mía! ¿Cómo discernir la verdad de la mentira en un mar de noticias y “fake news”? A veces pienso que ya ni me creo nada de lo que leo en internet. Y ojo, que no soy de las que se tragan cualquier cosa, pero la desinformación es tan sutil, tan bien elaborada, que a veces… ¡zas! Caemos redonditos. Me acuerdo una vez que compartí una noticia que parecía súper seria, ¡y resultó ser una broma pesada! Menos mal que una amiga me avisó y la borré al toque, pero… ¡qué vergüenza!

Y qué me dicen de los retos virales peligrosos (Momo, Ballena Azul, etc.). ¡Brrr! Solo de pensarlo me da escalofríos. ¿Cómo es posible que existan personas capaces de inventar semejantes barbaridades y que, encima, haya jóvenes que caigan en la trampa? No sé, a veces me da miedo la capacidad de influencia que tienen las redes sociales, sobre todo en los adolescentes que son más vulnerables.

Por último, aunque no menos importante, la localización física precisa. ¿Sabían que hay aplicaciones y programas que pueden rastrear nuestra ubicación exacta? ¡Da un miedo! A ver, entiendo que es útil para muchas cosas, como cuando pido un Uber o le digo a mi madre dónde estoy, pero… ¿y si alguien lo usa para fines maliciosos? Me da qué pensar, la verdad.

Así que sí, el ciberespacio tiene sus peligros. Y aunque no podemos renunciar a él por completo (¿quién podría?), creo que es fundamental estar informados, ser precavidos y, sobre todo, usar el sentido común. Porque, como dice mi abuela, “más vale prevenir que curar”. ¿No les parece?