¿Qué captan las cámaras de seguridad?

¡Ay, las cámaras de seguridad! Me pregunto, ¿qué captan realmente? Más allá de las imágenes que guardan, ¿qué historia nos cuentan?

Bueno, en esencia, captan lo que ven, ¿no? Fotos y videos de los alrededores de una casa, una oficina… Lo que sea. Pero para mí, son mucho más que eso. Me hacen pensar en mi abuela, que siempre decía: “Más vale prevenir que lamentar.” Y es que, ¿no es eso lo que hacen? Actuar como un escudo silencioso, un guardián que vela por nosotros.

Claro, sirven para disuadir a los ladrones, y gracias a Dios por eso. ¿Quién no ha sentido esa punzada de inseguridad al salir de casa y pensar en si todo estará bien cuando regrese? Pero también… también son como un espejo de la vida cotidiana. Piensa en las pequeñas cosas: el cartero dejando un paquete, el gato del vecino paseándose por tu jardín, tus hijos jugando en el patio. Momentos fugaces que, de otra forma, se perderían en la memoria.

Una vez, mi cámara captó un mapache intentando abrir el bote de basura. ¡Un espectáculo! Y aunque al principio me enfadé un poco, terminé riéndome a carcajadas. ¿Quién diría que un mapache puede ser tan persistente? Fue un recordatorio de que, incluso en la rutina, siempre hay espacio para la sorpresa.

Y sí, también están los momentos serios. Imagínate, Dios no lo quiera, un robo. Tener la evidencia en video, esa grabación, puede ser la diferencia entre recuperar tus cosas o no. Es algo que no quieres pensar, pero… ahí está.

A veces me pregunto, ¿realmente necesitamos tantas cámaras? ¿No nos estamos volviendo un poco paranoicos? Pero luego recuerdo a un amigo al que robaron en su casa, y cómo la cámara de seguridad del vecino ayudó a identificar a los ladrones. Ahí me doy cuenta de su valor. No se trata de vivir con miedo, sino de estar preparados.

Así que sí, las cámaras de seguridad captan imágenes. Pero en realidad, captan mucho más que eso. Captan nuestra tranquilidad, nuestros recuerdos, y hasta esos pequeños momentos absurdos que hacen que la vida sea… bueno, la vida.