¿Cómo queda la cara después de quitarse un lunar?

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La zona donde se extrajo el lunar puede presentar molestias leves, enrojecimiento e hinchazón tras el procedimiento. La duración de la recuperación dependerá del tamaño del lunar y de la técnica empleada para su extracción, variando individualmente. Una leve costra se formará, que se desprenderá naturalmente.
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El Cuidado Posterior al Lunar: Lo Que Puedes Esperar

La extirpación de un lunar puede dejar la cara con ligeras molestias, enrojecimiento e hinchazón. La duración del periodo de recuperación varía según el tamaño del lunar y la técnica empleada, y cada persona experimenta el proceso de forma individual.

Inmediatamente después de la extirpación

Tras la extirpación del lunar, el médico puede aplicar una gasa o vendaje para detener cualquier sangrado y proteger la zona. La zona puede estar ligeramente dolorida, roja e hinchada.

Formación de Costra

En el transcurso de unos días, se formará una pequeña costra sobre la zona tratada. Esta costra protege la piel mientras sana por debajo. Es esencial evitar tocar o quitar la costra, ya que esto puede prolongar el tiempo de cicatrización y aumentar el riesgo de infección.

Desprendimiento de la Costra

La costra se desprenderá naturalmente después de unos días o semanas. No tires ni arranques la costra, ya que esto puede dañar la piel y dejar una cicatriz.

Cicatrización

El proceso de cicatrización puede variar. En el caso de lunares pequeños, la cicatriz puede ser apenas perceptible. Sin embargo, los lunares más grandes o aquellos extirpados mediante una técnica quirúrgica pueden dejar una cicatriz más visible.

Cuidado Posterior

Para facilitar la cicatrización y minimizar el riesgo de complicaciones, es esencial seguir las siguientes instrucciones de cuidado posterior:

  • Mantén la zona limpia lavándola suavemente con agua y jabón.
  • Aplica una pomada antibiótica según las indicaciones del médico.
  • Evita la luz solar directa durante las primeras semanas para reducir la pigmentación.
  • Protege la zona con un vendaje o apósito según sea necesario.

Si experimentas dolor intenso, enrojecimiento o hinchazón persistente, fiebre o secreción de la zona, consulta con tu médico de inmediato.