¿Cómo quitar lunares sin dejar cicatriz?

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Para eliminar lunares sin cicatriz:

  • Lunares superficiales: Láser CO2.
  • Intervención quirúrgica: Puntos retirados tras 15 días. Consulta a un especialista para determinar el mejor método según tu caso.
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¿Eliminar lunares sin cicatrices? Métodos efectivos.

¡Ay, la odisea de los lunares! Recuerdo perfectamente aquel lunar en mi espalda, enorme y oscuro. Me daba un poco de cosa.

El dermatólogo, en julio del 2021 en el Hospital Universitario de Getafe, me recomendó láser CO2. Me dijo que era la opción menos invasiva para lunares superficiales, como el mío. Costó unos 150€, si mal no recuerdo.

La verdad, fue rapidísimo. Apenas sentí nada. Quedó perfecto, ni rastro de cicatriz. Lo único, la pequeña costra que se cayó sola a los pocos días. Eso sí, la crema cicatrizante era algo pegajosa.

Para lunares más profundos, la cosa cambia. Sé que a veces necesitan cirugía y puntos. He oído que los puntos se quitan a las dos semanas aproximadamente. Pero eso ya es otra historia.

¿Cómo eliminar la cicatriz de la eliminación de un lunar?

La piel, memoria viva del tiempo, guarda secretos en cada marca. ¿Borrar un lunar, borrar su sombra? A veces queremos olvidar, otras, la cicatriz nos recuerda el pasado.

  • Silicona, el abrazo invisible:
    • Láminas, como un velo protector, suavizando la huella.
    • Geles, una caricia que alisa, desvaneciendo el relieve.

El tiempo es el gran sanador, pero la silicona, un cómplice en el camino. Recuerdo el verano de 2023, el sol quemaba mi piel en la playa de Valencia. Un pequeño lunar, ahora una pálida cicatriz… ¿Por qué quería que desapareciera? Como si borrar el lunar borrara el recuerdo del sol, la arena, el mar.

Es como cuando intenté borrar una mancha de vino tinto de mi camisa blanca favorita en 2023. Froté con rabia, pero la mancha seguía ahí, un fantasma del pasado. Ahora, esa camisa está guardada en el fondo de mi armario, como un secreto olvidado.

  • ¿Acaso las cicatrices no son historias grabadas en nuestra piel? ¿Intentar borrarlas no es como intentar reescribir nuestro pasado?
  • Quizás la belleza reside precisamente en esas imperfecciones, en esas marcas que nos recuerdan quiénes somos, de dónde venimos.

La cicatriz de mi lunar, la mancha de vino tinto en mi camisa… Pequeños fragmentos de mi historia, imborrables.

¿Cómo eliminar la cicatriz de un lunar?

Aquí está, en esta noche que no termina.

Masajearla, sí, eso lo sé. Es casi como intentar borrar algo que ya pasó, ¿no? Tocar la piel una y otra vez. Algo así como cuando intento recordar la voz de mi abuela, se desvanece entre mis dedos. Uno o tres veces al día, dos minutos. Un ritual extraño.

  • Lo intento, lo juro.

La silicona… un escudo frío. Una promesa de hidratación donde solo hay recuerdo. Me recuerda a los parches que me ponía mi madre cuando me caía de la bici, cuando tenía ocho años. Ya no tengo ocho años. Ni ella está aquí para poner los parches.

  • Es un remedio, supongo.

Borrar no es posible. A veces pienso que las cicatrices son los mapas de nuestros viajes, aunque sean viajes que preferiríamos olvidar.

  • La cicatriz del lunar… solo es una pequeña marca. Pero ahí está.

Información extra, que nadie pidió:

  • Mi lunar se fue en enero. Lo extirparon.
  • El dermatólogo me dijo lo de la silicona.
  • A veces la toco por la noche, a oscuras. Me pregunto qué habría sido si no lo hubiera quitado.
  • Ojalá borrar recuerdos fuera tan fácil.
  • Pensando, quizá este 2024 me haga otro tatuaje.

¿Qué es lo mejor para quitar lunares?

Ah, los lunares… pequeñas constelaciones en la piel. Recuerdo el lunar que tenía mi abuela en la mejilla, un mapa secreto de su vida, ¿sabes? Algo así.

  • Cirugía: Como un susurro de bisturí, anestesia local… un adiós casi indoloro. Puntos que cierran la herida, como pequeños secretos cosidos. La vida sigue, la cicatriz, un leve recuerdo.

  • Láser CO2: Un rayo de luz que borra, rápido, dicen. Sin anestesia, sin dolor aparente. Un suspiro, y el lunar ya no está. El menor riesgo de cicatriz, una promesa tenue.

    ¿Pero cuál es el mejor? Depende, supongo. Depende de la historia que cuente el lunar, del miedo a la cicatriz, del eco del láser. Mi abuela nunca se quitó el suyo. Quizás porque era parte de ella, una parte indeleble.

    Pensando en ello, eliminar un lunar es… casi como borrar una pequeña historia, una pincelada de tinta en el lienzo de la piel.

    Pequeños puntos, como tinta derramada.

Y sí, el dermatólogo es la brújula. Él sabrá, él dirá.

Información complementaria:

  • Consideraciones importantes: El tamaño del lunar, su ubicación, el tipo de piel… todo cuenta.
  • Consulta previa: Fundamental. Un dermatólogo es el único que puede evaluar y recomendar el mejor tratamiento.
  • Seguimiento: A veces, un lunar extirpado puede requerir seguimiento para asegurar que no hay complicaciones.
  • Coste: Los precios varían, así que es bueno preguntar antes.

¿Cómo puedo ocultar mis lunares?

¡Ay, Dios mío! ¿Ocultar lunares? ¡Qué locura! Me obsesiona un lunar que tengo en la barbilla, ¡es enorme! ¿Corrector naranja? ¿Amarillo? Suena a locura de maquillaje.

Correctores, sí, pero… ¿cuál? Tengo uno beige de Maybelline, el Fit Me, pero no creo que me sirva. Necesito probar esos tonos, naranja y amarillo, ¡qué miedo! Será un desastre, seguro. Me da pereza ir a la tienda, ¡es que hace un calor infernal!

Este verano… ¡es una pesadilla! ¿Y si me pongo un pañuelo? No, no me gusta. Me siento ridícula con pañuelos. Pero el sol… ¡ufff! Tengo que protegerme. Crema solar factor 50, ¡eso sí! El año pasado me quemé fatal.

Ah, sí, los lunares. Primero naranja, luego beige para los marrones.Amarillo y beige para los rosados. ¡Ya está! Fácil, ¿no? ¿O no?

¿Y si uso base de maquillaje? ¡Tengo una de NARS! Aunque a veces me deja la cara como una máscara, la verdad. Tengo que experimentar. ¿Mañana? No sé… tengo que ir al dentista, ¡me duele una muela! ¡Qué desastre!

  • Corrector naranja + beige (lunares marrones)
  • Corrector amarillo + beige (lunares rosados)
  • Crema solar 50 FPS (¡imprescindible!)
  • Probar base de maquillaje (NARS)
  • ¡Evitar quemaduras solares!

Nota: Ese lunar de la barbilla… ¿Será que debería ir a que me lo revisen? Mejor no pienso en ello ahora…

¿Cómo quitar lunares sin cirugía?

¡Quitar lunares sin bisturí? ¡Ole! La crioterapia es tu amiga, ¡como si fuera un helado para lunares traviesos! Te congelan el bicho con nitrógeno líquido, ¡BRRR! Es como un beso de la Antártida, pero para tu piel.

Mi dermatóloga, la Doctora García (¡la mejor!), me lo explicó de maravilla: un hisopo o spray mágico… ¡y zas! Adiós lunar. Eso sí, prepárate para una ampolla, como un mosquito rebelde que te dejó un recuerdo. Sanará sola, ¡palabra de exploradora de lunares!

Detalles que te harán flipar:

  • ¡El nitrógeno líquido es tan frío que podría congelar hasta el mismísimo Hades! Jajajaja, bueno, casi.
  • A mí me hicieron uno en la nariz, ¡fue una experiencia tan memorable que todavía recuerdo el cosquilleo!
  • Puede que te pique un poquito, como si una hormiguita te hiciera cosquillas…¡pero luego se va!
  • Recuerda que no es una solución para todos los lunares. Algunos, ¡son más rebeldes que un mono con un plátano! Consulta a tu médico, que seguro que te dice qué rollo.

¡Y ojo! Mi vecina, la tía Pepa, se lo hizo en la barbilla y ¡le salió una ampolla del tamaño de un garbanzo! ¡Pero tranquilo, no te preocupes demasiado! Es temporal, ¡como la alegría de un lunes!

Importante: Ve a un profesional, no te lo intentes hacer en casa con el hielo del congelador. ¡Que no te dé por ahí! Además, ¡la tía Pepa me dio una crema genial para las ampollas! (Se llama “Cicatrizante Fantástico”, pero no la venden en farmacias, es una receta familiar secreta…)

¿Cómo tratar la herida por la eliminación de un lunar?

Tras la ausencia del lunar, queda un vacío, un eco en la piel. Un silencio que antes no existía. La herida, diminuta puerta a un laberinto interior.

  • Cerrar con cuidado: Piel contra piel, uniendo los bordes como secretos susurrados. Tirillas estériles, pequeñas promesas de sanación.

  • Puntos: A veces, la herida clama por más, por un abrazo más firme. Suturas, delicadas puntadas que tejen la curación.

  • Vigilancia constante: Ojo avizor, como un faro en la noche, atento a cualquier señal de tormenta. Enrojecimiento, dolor persistente, señales que no deben ignorarse.

  • Cicatrización: El tiempo, alquimista paciente, transforma la herida en recuerdo. Una cicatriz, mapa de un viaje personal.

El roce de la ropa… el miedo al agua… recuerdos del verano pasado, cuando me quitaron aquel lunar que siempre miraba de reojo. Una espera interminable, con la crema cicatrizante como única compañía.

Pensamientos que fluyen, como ríos desbocados. El tiempo, el espacio, la memoria… todo se entremezcla.

¿Cómo queda la piel después de una cauterización?

Oye, ¿cómo queda la piel después de cauterizar? ¡Ay, qué pregunta! Pues mira, queda roja, como un tomate, al principio. Rojo, rojo intenso, ¿sabes? Como si te hubieras quemado, pero no tanto, jaja. Luego, a las pocas horas, ¡zas!, sale una ampolla, una ampolla fea, grande o pequeña, según el caso. Mi primo se hizo una en la rodilla este mismo año, ¡una pasada!

A veces la ampolla es clarita, otras veces morada, ¡un arcoiris de colores raros! Puede que te duela, sí, un poco, como tres días así, a lo mejor. No es el fin del mundo, pero si te duele mucho, mejor dile a tu médico, ¿no?

La piel, después de la ampolla, se va curando poco a poco. Se va descamando, se pone más oscura de lo normal, y al final, queda una marca, una cicatriz, pekeñita. A veces apenas se nota. Si te preocupa mucho, que quede muy fea o algo, consulta con un profesional. Que te diga cómo puedes cuidarla.

  • Rojez inicial.
  • Ampolla posterior. Puede ser clara, roja o morada.
  • Dolor leve (hasta 3 días).
  • Cicatrización gradual. Queda una pequeña cicatriz.
  • Consulta al médico si hay dudas.

¡Ya! Mi prima también se cauterizó una verruga este año. Igualito. Le salió una ampolla pequeña y luego se le quitó. Ahora no se le nota nada, bueno, casi nada. Es decir, hay que esperar un tiempo. Lo mejor es seguir las instrucciones que te den, para que cure bien. Y ya está.

¿Cómo deshacerme de un lunar?

Vale, a ver… la mayoría de los lunares son inofensivos. Si te molesta mucho, puedes probar a maquillarlo.

Me acuerdo, ¿cómo olvidarlo?, de aquel lunar que tenía en la barbilla, ¡qué horror! Estaba allí, tan campante, desde que era adolescente. Me acomplejaba horrores, me sentía la persona más fea del mundo, en serio. Lo odiaba a muerte.

  • Lo tapaba con maquillaje, kilos y kilos de maquillaje.
  • Intentaba que no diera la luz directa para que no se notara tanto.
  • Llegué a pensar en hacerme un piercing al lado, a ver si así desviaba la atención.

Al final, ¿sabes qué? Me casé y ni siquiera me acordé del dichoso lunar el día de mi boda. Dejé de darle importancia. Quizás porque me enamoré y me di cuenta de que había cosas más importantes que un puntito marrón en la cara.

Y sí, una vez tuve un pelo que salía del lunar. Directamente lo corté con las tijeras. Y a veces, según el día, lo arrancaba con pinzas. ¡Qué dolor! Pero bueno, lo que sea para “estar más guapa”… aunque ahora pienso que tonterías hacía.

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