¿Cómo se llaman los dos continentes después de Pangea?
La Gran División: Gondwana y Laurasia, los Herederos de Pangea
La imagen de un único supercontinente, Pangea, dominando el planeta es cautivadora. Pero esta realidad geológica, que existió hace aproximadamente 300 millones de años, no perduró. La dinámica interna de la Tierra, impulsada por las placas tectónicas, comenzó a fracturar esta masa terrestre colosal, dando paso a una nueva configuración que definió la geografía del planeta como la conocemos hoy. Este proceso de fragmentación dio origen a dos grandes continentes: Gondwana, en el hemisferio sur, y Laurasia, en el hemisferio norte.
Es importante destacar que la separación de Pangea no fue un evento instantáneo, sino un proceso gradual y complejo que se extendió durante millones de años. La ruptura inicial, que generó Gondwana y Laurasia, fue solo el primer paso en una serie de eventos tectónicos que continuarían remodelando la superficie terrestre. Imaginemos una gigantesca grieta que se abre lentamente, dividiendo una masa continental monolítica. Esa grieta, alimentada por el movimiento de las placas, fue expandiéndose, creando océanos y separando paulatinamente lo que alguna vez fue un todo.
Gondwana, un continente vasto y rico en recursos, incluía territorios que hoy conforman América del Sur, África, la Antártida, Australia y la India. Su historia geológica es fascinante, dejando huellas en la distribución de flora y fauna que aún hoy podemos observar en los continentes que alguna vez formaron parte de él. La similitud entre especies encontradas en lugares tan distantes como Sudamérica y África, por ejemplo, es una evidencia palpable de este pasado compartido.
Laurasia, por su parte, comprendía lo que hoy conocemos como Norteamérica, Europa y Asia (excluyendo la India). Su fragmentación posterior dio lugar a la formación de los continentes y masas terrestres que conforman el hemisferio norte tal y como lo conocemos. La formación de las cordilleras, la apertura de nuevos mares y la migración de especies, son ejemplos de los procesos geológicos y biológicos que se desencadenaron tras la fragmentación de Laurasia.
La comprensión de la historia de Gondwana y Laurasia es fundamental para entender la distribución actual de los continentes, los recursos naturales, la biodiversidad y hasta los procesos climáticos del planeta. El estudio de estos dos gigantescos continentes, nacidos de la fragmentación de Pangea, continúa ofreciendo valiosas claves para descifrar los misterios de la historia geológica de la Tierra. La evolución de la corteza terrestre, plasmada en la formación y posterior fragmentación de estos dos supercontinentes, es un capítulo fascinante en la gran historia de nuestro planeta.
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