¿Cuál de los compuestos tiene la menor solubilidad a 90 °C?
El amoníaco (NH3) presenta la menor solubilidad a 90°C. A diferencia de los solutos sólidos, la solubilidad de los gases como el NH3 disminuye al elevar la temperatura. Esta característica, fundamentada en los principios de solubilidad, convierte al amoníaco en la opción con menor capacidad de disolución en estas condiciones.
La Paradoja del Amoníaco: ¿Por qué su Solubilidad Disminuye a 90°C?
Cuando se habla de solubilidad, la mayoría de la gente tiende a pensar en la facilidad con la que un sólido, como el azúcar o la sal, se disuelve en un líquido, como el agua. Generalmente, se asume que aumentar la temperatura favorece la disolución. Sin embargo, esta regla general no se aplica a todos los compuestos, y es precisamente aquí donde el amoníaco (NH3) presenta un comportamiento interesante y, hasta cierto punto, paradójico.
La pregunta “¿Cuál de los compuestos tiene la menor solubilidad a 90°C?” tiene una respuesta clara: el amoníaco. Pero la justificación detrás de esta respuesta radica en una propiedad fundamental que diferencia a los gases de los sólidos: la relación entre temperatura y solubilidad es inversa.
¿Por qué los gases como el amoníaco son menos solubles a altas temperaturas?
Para entender esto, es crucial recordar que la disolución de un gas en un líquido, como el amoníaco en agua, es un proceso exotérmico. En otras palabras, libera calor. A nivel molecular, las moléculas de gas se “escapan” del estado gaseoso para interaccionar con las moléculas del líquido, estableciendo enlaces intermoleculares más débiles que en el estado líquido puro (en el caso del agua, enlaces de hidrógeno).
Cuando se aumenta la temperatura, se introduce energía al sistema. De acuerdo con el Principio de Le Chatelier, un sistema en equilibrio reaccionará para contrarrestar el cambio. En este caso, el sistema “prefiere” favorecer la reacción que absorbe calor, es decir, la reacción inversa: la “expulsión” de las moléculas de amoníaco de la solución acuosa, volviendo al estado gaseoso.
Imaginen las moléculas de amoníaco disueltas en agua como pequeñas burbujas aprisionadas. A medida que se calienta el agua, estas burbujas ganan energía cinética y se vuelven más propensas a liberarse y escapar a la atmósfera.
El Amoníaco: Un Ejemplo Claro de Solubilidad Inversa
A 90°C, la solubilidad del amoníaco en agua es significativamente menor que a temperaturas más bajas. Mientras que a 20°C el agua puede disolver una cantidad considerable de amoníaco, a 90°C la capacidad de disolución se reduce drásticamente.
Esta propiedad tiene implicaciones importantes en diversos campos, como la industria química, la agricultura y la gestión de residuos. Por ejemplo, el control de la temperatura es crucial en los procesos que involucran soluciones de amoníaco, ya que la pérdida de amoníaco por baja solubilidad a altas temperaturas puede afectar la eficiencia y la seguridad.
En Resumen:
La menor solubilidad del amoníaco a 90°C no es una excepción extraña, sino una consecuencia directa de su naturaleza gaseosa y el principio de Le Chatelier. La relación inversa entre temperatura y solubilidad en gases como el amoníaco es una característica fundamental que define su comportamiento y debe ser considerada en cualquier aplicación que involucre este compuesto. Entender esta “paradoja” nos ayuda a comprender mejor las complejidades de la solubilidad y las propiedades de los diferentes estados de la materia.
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