¿Cuáles son las evidencias de la existencia de Pangea?

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La existencia de Pangea se sustenta en sólidas evidencias paleontológicas. Fósiles idénticos, como los del Mesosaurus y Glossopteris, hallados en continentes actualmente separados (ej: África y Sudamérica), demuestran la unión previa de las masas terrestres. Esta distribución biogeográfica solo es explicable si estos continentes estuvieron unidos en un supercontinente.

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¿Qué pruebas confirman la existencia del supercontinente Pangea?

A ver, a ver… Pangea. Recuerdo cuando estudiaba esto en el cole, que me flipaba la idea de que todo estuviera junto. ¿Pruebas? ¡Claro que hay!

Lo que más me quedó grabado es lo de los fósiles. ¡Imagínate! Encontrar la misma planta, el glossopteris, tanto en África como en Sudamérica. ¡Guau! Eso no pasa por casualidad, ¿no?

A mí me parecía una locura, pero tenía su lógica. Si los continentes estaban pegados, pues claro, los bichos y las plantas podían moverse libremente. Después, ¡zas!, se separan y ahí quedan los restos, como un recuerdo de cuando éramos uno.

Y no solo la glossopteris, también el mesosaurus, un reptil acuático pequeñito. Mismos fósiles, continentes separados… ¡Pangea existió, sí o sí! Fue como un “ajá” en mi cabeza. Como cuando encuentras la pieza que te falta del puzzle.

Información sobre Pangea y sus pruebas:

¿Qué prueba la existencia de Pangea?

Fósiles de plantas y animales compartidos en continentes distantes.

Ejemplos concretos:

  • Glossopteris: Planta fósil encontrada en África y América del Sur.
  • Mesosaurus: Reptil fósil acuático encontrado en África y América del Sur.
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