¿Qué hay detrás de un quark?

¿Qué hay detrás de un quark? Uf, qué pregunta… Me deja sin aliento, de verdad. Imagino… ¿vacío? ¿Absolutamente nada? O quizá… algo que nuestra mente, tan limitada, ni siquiera puede concebir. Porque, ¿sabes?, pensar en un quark es como intentar agarrar agua con las manos. Es algo tan fundamental, tan… pequeño, que se escapa a toda comprensión.

Me acuerdo de cuando estudiaba física, la profesora hablaba de ellos como si fueran canicas, pequeñas bolitas. Pero ¡qué lejos de la realidad! Son mucho más extraños, más elusivos. Esas minúsculas cosas, que ni siquiera se pueden observar directamente, son los ladrillos de TODO. ¡De todo! Desde mi taza de café matutino, hasta esa estrella lejana que veo brillar por la noche. ¿Cómo es posible? ¿Cómo algo tan diminuto puede formar la inmensidad del universo? A veces me quedo pensando… casi me da dolor de cabeza.

Dicen que están confinados en hadrones… como presos en una especie de cárcel cósmica, ¿no? Me imagino esas partículas, revoloteando, chocando, intentando escapar… una lucha constante, un ballet microscópico… increíble, ¿verdad? Una vez, vi un documental que hablaba de los experimentos en el CERN, ¡miles de millones de dólares invertidos para intentar desentrañar sus secretos! Casi me parece una locura… una búsqueda titánica, pero, ¿qué otra cosa podemos hacer? La curiosidad humana, ¿no? No podemos resistirnos a mirar más allá, a intentar comprender… aunque solo sea un poquito. Porque, al fin y al cabo, ¿qué sentido tiene la vida si no nos hacemos estas preguntas?