¿Cómo conservar el pescado salado a largo plazo?

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Para conservar pescado salado a largo plazo, como el bacalao, es crucial reducir su humedad. Un contenido de agua inferior al 48% transforma el bacalao en klippfisk, ideal para almacenamiento prolongado debido a su alta concentración de sal. Evitar calor y humedad es fundamental.

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¿Cómo conservar pescado salado a largo plazo?

A ver, yo con el pescado salado tengo mi historia. Recuerdo una vez, era como julio del 2019 en Barcelona, compré un bacalao enorme en La Boqueria, creo que me costó unos 15 euros. Lo metí en la nevera tal cual y a los pocos días, horror, olía fatal.

Aprendí la lección a la fuerza. El calor y la humedad son enemigos del bacalao. Para que dure, tiene que estar bien seco, tipo cecina, casi como si fuera piedra. Ahí sí aguanta. Le llaman klippfisk, creo, y ese sí que lo puedes guardar bastante tiempo.

Tanto el bacalao normal como el klippfisk llevan mucha sal. La sal es la clave para que se conserven. Es como un escudo contra el deterioro, digamos. Es que si no… imagínate el olor de mi nevera en Barcelona. Mejor no recordarlo.


¿Cómo conservar pescado salado a largo plazo?

Secándolo hasta que el contenido de agua sea inferior al 48% (klippfisk). La alta concentración de sal permite la conservación a largo plazo.

¿Cómo congelar pescado salado?

Congelar pescado salado: Desalarlo primero.

  • Desalar antes de congelar: Imaginen un cubito de hielo con sabor a mar. Interesante, pero no para el pescado. La sal dificulta la congelación y altera el sabor. Es como intentar patinar sobre hielo con zapatos de tacón. Difícil y probablemente doloroso para el pescado. Yo, personalmente, una vez congelé sardinas sin desalar y luego tuve que usarlas de abono para mis petunias. Pobres petunias, sufrieron una sobredosis de sal.

  • El proceso: Desalar es sencillo. Sumergir el pescado en agua fría. Cambiar el agua varias veces. Como un spa para peces, pero sin pepinos en los ojos. Este año, con la escasez de agua, hasta mis cactus me miran con envidia cuando desalo bacalao.

  • Truco personal: Un chorrito de vinagre en el agua de desalado ayuda a eliminar el exceso de sal y realza el sabor. Lo aprendí de mi abuela, que decía que el vinagre era la solución a todos los males, desde el hipo hasta la caspa. No sé si curaba la caspa, pero el pescado quedaba de lujo.

  • Congelación: Una vez desalado, secar con papel absorbente. Envolver en film transparente, como una momia, pero más sabrosa. Y directo al congelador. Listo para resucitar en un futuro guiso.

  • Tipos de pescado salado: Bacalao, arenques, sardinas… Las posibilidades son infinitas, como las combinaciones de calcetines perdidos en mi lavadora. Este año, me he aficionado a la mojama. Seca, salada, con un toque ahumado… ¡Una delicia! Bueno, para mi gusto, claro. Mi gato prefiere las croquetas de salmón.

  • Beneficios de la congelación: Mantiene el pescado fresco por más tiempo. Evita el desperdicio de comida. Y permite disfrutar de pescado salado todo el año, incluso en agosto, cuando solo apetece gazpacho y helado. Aunque, pensándolo bien, ¿gazpacho con bacalao? Mmm… Tal vez sea mi próxima gran invención culinaria.

¿Cuánto puede durar el pescado salado?

¡Ajá! ¿Que cuánto dura el pescado salado? ¡Más que mi paciencia en un atasco un lunes por la mañana!

El pescado salado puede aguantar ¡meses! Vamos, como una suegra insistiendo en visitarte cada domingo.

  • Seco, sequísimo: Si lo dejas más seco que el desierto del Sahara.
  • Sellado al vacío: Esto es como meter a tu ex en una burbuja anti-contactos.

Ojo con el aceite y el vinagre: No solo para el pescado, eh. ¡También puedes “inmortalizar” verduras! Aunque yo con el aceite solo consigo hacer ensaladas sosas…

Importante: ¡Que no haya ni rastro de humedad! Si no, en vez de pescado salado, tendrás… bueno, ¡una sorpresa asquerosa!

¿Se puede congelar el pescado salado?

Sí. Pero… complicaciones.

La sal es el problema. Congela mal, altera texturas. El pescado, ya sabes, se transforma. Mi abuela, siempre decía que “el tiempo es el mejor sazón, pero la impaciencia, el peor enemigo del buen paladar”.

Desalar, hidratar, entonces sí. Aunque… ¿Para qué? El sabor se resiente. Un sacrificio innecesario, a menos que… seas un sibarita obsesivo.

  • Opción A (la práctica): Desalar, congelar. Pierdes matices. Obvio.
  • Opción B (la filosofía): ¿Para qué congelar lo que ya está preservado? La sal es un conservante ancestral.

A veces, lo mejor es dejarlo en salazón, simplemente. Observar la lenta danza de la deshidratación. Espera. Paciencia. En mi nevera, solo hay vino, un queso curado y un recuerdo.

En resumen: Congelar pescado salado es posible, pero… ¿merece la pena?

Nota: Experiencia propia con un lenguado en salazón, 2024. Resultado: desastre. Lo mejor es disfrutarlo en su punto óptimo de curación. No me preguntes por recetas. Yo… experimento. Eso sí, solo con productos de calidad.

#Conservación #Largo Plazo #Pescado Salado