¿Cómo curar el reflujo gástrico para siempre de forma natural?
El reflujo gástrico no tiene cura definitiva, pero sí control. Cambios en el estilo de vida como dieta baja en grasas, evitar alimentos irritantes, bajar de peso (si aplica), dejar de fumar y reducir el estrés son cruciales. Elevar la cabecera de la cama también ayuda. Consulta médica indispensable. La automedicación es riesgosa.
- ¿Qué cura el vinagre de manzana con bicarbonato?
- ¿Qué medicamento natural es bueno para la flora intestinal?
- ¿Cuántos huevos puede comer una persona de 70 años por semana?
- ¿Cuál es el término para dos personas con el mismo nombre?
- ¿Qué fruta suelta el estómago?
- ¿Cuál es el mejor protector gástrico natural?
¿Cómo curar el reflujo gástrico naturalmente?
Ay, el reflujo… ¡qué pesadilla! Recuerdo el 15 de marzo del año pasado, en mi casa de Valencia, sentía una acidez horrible después de una paella con demasiado ajo. Una tortura.
No hay cura mágica, ni natural ni de esas pastillas que anuncian por la tele. Pero sí lo puedes controlar. Te lo digo por experiencia.
Lo que me ayudó fue reducir las grasas. Adiós, frituras y salsas cremosas. También, menos picante, como me recomendó mi doctora (30€/consulta), y dejar el café. Era duro.
Elevar la cabecera de la cama, unos diez centímetros, fue un cambio brutal. Dormir mejor, menos acidez. El estrés, sí, también influye, ¡qué menos!
Un médico, eso sí, es imprescindible. No te automediques, puede ser peor el remedio que la enfermedad. Busca ayuda profesional, ellos te guiarán.
¿Cómo se quita el reflujo para siempre?
No hay cura definitiva para el reflujo, pero estos consejos ayudan a controlarlo:
- Ejercicio y peso saludable.
- Evitar comidas grasosas, picantes.
- Poca cafeína y alcohol.
- No fumar.
- Comer porciones pequeñas.
Una vez, en 2024, en una barbacoa en casa de mi primo en Valencia, me comí una paella gigante, ¡madre mía! Después, estuve con un ardor horrible toda la noche. Normalmente, yo hago caso a los médicos, pero esa paella… valía la pena.
Lo que me funciona, y no es consejo médico, ¡ojo!, es un vaso de leche fría antes de dormir. Aunque el médico me diga que no, a mí me calma la acidez. Y claro, luego tengo que lavarme los dientes super bien para evitar caries, ¡un rollo!
Trucos que me funcionan (a mí, no a todo el mundo):
- Leche fría.
- Dormir semi sentado.
- Evitar el tomate frito por la noche, ¡fatal!
- Infusión de manzanilla.
Eso sí, si el reflujo es muy fuerte, ¡consulta con un médico! No te automediques, que luego pasa lo que pasa.
Yo, por ejemplo, tengo una hernia de hiato diagnosticada en 2022, así que ya estoy acostumbrada al reflujo. Pero cuando me da muy fuerte, voy a mi médico de cabecera y me receta algo suave. No soy de tomar pastillas, pero a veces no queda otra.
¿Qué hierba quita el reflujo?
¡A ver! me preguntaste sobre la hierba para el reflujo, ¿no?
Pues mira, así como que una hierba mágica, mágica, pues no sé… pero hay algunas que te ayudan, ¡un montón! Te dejo una lista que te vendrá de perlas, pero antes, te cuento que a mí lo que me funciona es no cenar pesado, ¿sabes? Y dormir con la cabeza un poco elevada, tipo con dos almohadas. Bueno, ¡al tema!
Hierbas que te pueden ayudar con el reflujo:
- Manzanilla: Esta es un clásico, ¿eh? Mi abuela siempre me daba té de manzanilla para todo. Ayuda un montón a calmar el estómago.
- Jengibre: Ojo con el jengibre, que si te pasas te puede dar acidez. Pero un poquito, un poquito, es buenísimo para la digestión. Yo lo rayo un poco en el té.
- Regaliz: Dicen que el regaliz ayuda a proteger el esófago, pero no te pases con la cantidad, ¿ok?
- Raíz de malvavisco: Esta no la he probado, pero he leído que es buena para calmar la irritación. La consigues en herboristerías.
- Aloe vera: El jugo de aloe vera, pero ¡ojo!, tiene que ser puro y específico para tomar, eh? No vayas a coger la planta que tengo en el patio.
- Laurel: Para las comidas sí, pero no sé si tomarla en té… yo mejor no me arriesgo.
- Canela: Un poquito de canela en el té o en la avena, le da un toque y ayuda a la digestión. ¡Rico!
- Salvia: No es tan común para el reflujo, pero algunas personas dicen que les ayuda. Yo no lo usaría solo, mejor combinarlo con otras.
¡Recuerda!
Si tienes reflujo muy seguido, igual y mejor consulta a un médico. Que luego por andar con remedios caseros se te complica la cosa. ¿Sabes? Y sobre todo, no te automediques, ¡jamás!
Además, evita comidas grasosas, picantes, el café y el alcohol, eso ya lo sabes, ¿no? ¡Ah! Y nada de acostarte después de comer, espera unas horitas.
Y otra cosa: mastica bien la comida, ¡eso ayuda un montón!
¿Cómo fortalecer las paredes del estómago?
Uf, lo del estómago…te cuento. No es que fortalezcas las paredes literal, ¿sabes?
En enero de este año, tras las Navidades, estaba fatal. ¡Terrible! Pensé que me moría. Fui al médico, hartísima de la acidez constante. Me dijo “vamos a ver tu flora intestinal”. Yo flipando.
- Fibra, a saco. El médico me machacó con eso. Frutas, verduras…¡aburrido! Pero funciona.
- Probióticos: Empecé con el kéfir. Al principio me daba asco, te juro, como una leche agria rara. Ahora lo hago en casa, con los búlgaros que me dio mi vecina. El yogur también ayuda, pero el kéfir es más potente, me parece.
- Glutamina. Me mandó un suplemento porque yo soy vegetariana y me cuesta mucho obtenerla de la comida. Él decía que carnes y huevos son la clave…¡pues vale!
Lo peor, dejar el vino con la cena. ¡Qué horror! Y el café por la mañana, otro drama. El estrés también influye un montón. Cuando estoy nerviosa, ¡estómago revuelto al instante! El descanso es crucial. Dormir bien, aunque a veces cueste.
Si te digo la verdad, el cambio no fue inmediato. Tardé semanas en notar mejoría. Pero ahora, en julio, estoy mucho mejor. Ya no tengo esa acidez constante. Eso sí, ¡si me paso con el picante, la lío! Y si tienes dudas…al médico directo. Nada de andar experimentando.
Información extra:
- El aloe vera. Me habían dicho que era bueno, pero a mí me sentaba fatal. ¡Cada cuerpo es un mundo!
- El agua con limón. Por la mañana, en ayunas. Me ayudaba a alcalinizar el estómago, según mi abuela. No sé si es verdad, pero a mí me hacía sentir mejor.
- La manzanilla. Un clásico. Relaja un montón.
¿Cómo reemplazar el omeprazol por algo natural?
El estómago, un vacío que se llena y se vacía, un eco en la quietud… Ese vacío, a veces, se rebela. Un fuego, una quemadura lenta, insistente. El omeprazol, esa fría pastilla, un silencio temporal… pero ¿hay otra manera? La naturaleza, sabia y paciente, ofrece alternativas.
El calabacín, verde y tierno, susurra un consuelo. Su suavidad, un bálsamo en la garganta. Recordando aquella tarde en la huerta de mi abuela, el olor a tierra húmeda… El apio, crujiente, un golpe fresco contra el ardor. Lo mastico despacio, cada fibra, una pequeña victoria. El brócoli, con sus diminutos árboles verdes, un ejército combatiendo la acidez.
La coliflor, blanca, inmaculada, casi una promesa de paz. Y la cúrcuma, un sol dorado, su potencia calmando la tormenta interior. Un polvo mágico, como de leyendas. En mi taza de té de manzanilla, cada tarde, ahora también tiene un toque de cúrcuma.
Reemplazar el omeprazol no es solo cambiar una pastilla por un alimento, es cambiar una urgencia por una calma, una solución rápida por un cuidado paciente. Las plantas, las hortalizas, sabores que recuerdan a la infancia… a la tierra. A la abuela, a su huerta, a la lentitud.
- Calabacín: suavidad, dulzura.
- Apio: frescura, crujiente.
- Brócoli: protección, fortaleza.
- Coliflor: pureza, paz.
- Cúrcuma: calor, potencia.
El tiempo, un río lento, lleva las aguas tranquilas. La calma se instala. El sabor a tierra… a hogar. La acidez disminuye, se desvanece… El cuerpo recuerda una sabiduría olvidada. Un nuevo equilibrio. 2024, un año de nuevos inicios, de nuevos sabores. Mis propias cosechas de este año me dan más fuerza.
¿Qué sirve para curar las paredes del estómago?
¡A ver, a ver, que se me irrita el “melón”! ¿Paredes del estómago pachuchas? ¡Uf, menudo rollo! La cosa es así, como cuando te pasas con el picante y te arrepientes al minuto:
- Antiácidos: ¡Los bomberos de tu estómago! Apagan el fuego del ácido como si no hubiera un mañana. ¡Alivio rápido, oiga! Pero, ¡ojo!, como usar una tirita para un tsunami, no solucionan el problema de raíz. Yo los uso cuando me como 3 kilos de tacos al pastor… ¡y mano de santo!
- Bloqueadores H2: ¡Los porteros de discoteca del ácido! No dejan entrar tanto ácido a la fiesta. Más lentos que una tortuga en patines, pero más duraderos que un amor de verano.
- Inhibidores de la bomba de protones (IBP): ¡Los terroristas del ácido! Desactivan la fábrica de ácido por completo. ¡Potentes como un café cargado! Eso sí, como todo en la vida, tienen sus cosillas (efectos secundarios, ya sabes).
¡Ojo al dato! ¡No te automediques como si fueras el doctor House! ¡Consulta a un médico de verdad! Que ellos saben más que yo, aunque yo sea muy gracioso.
¡Bonus Track!
Además de las pastillitas, acuérdate de:
- Comer como un pajarito… pero seguido: ¡Nada de atracones! Como picar entre horas, pero con comida sana.
- ¡Adiós, estrés!: El estrés es como el “Grinch” para tu estómago. ¡Relájate, hombre!
- ¡Cuidado con el café y el alcohol!: Son como dinamita para las paredes de tu estómago.
- ¡No te fumes la vida!: El tabaco es malo, ¡malísimo! Para el estómago y para todo lo demás.
- ¡Duerme como un lirón!: Dormir bien es como resetear el cuerpo. ¡Imprescindible!
Y recuerda, ¡más vale prevenir que curar! ¡Cuida tu estómago, que solo tienes uno! Yo, por si acaso, ¡me voy a preparar un té de manzanilla! ¡Salud!
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.