¿Cómo es más digerible el huevo?

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"El huevo es más digerible cocido a la plancha, hervido o revuelto. Estas preparaciones desnaturalizan las proteínas y eliminan posibles patógenos, haciéndolo más seguro y fácil de procesar para el organismo."

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¿Cómo cocinar huevos para una mejor digestión?

Cocinar huevos para una mejor digestión es algo que me importa, porque, bueno, a quién le gusta un malestar estomacal. Personalmente, creo que la plancha, hervidos o revueltos son la mejor opción.

Recuerdo una vez, en un viaje a Sevilla en junio del 2022, pedí unos huevos revueltos en un pequeño café cerca de la Plaza de Toros. Costaron como 5 euros, y me sentaron de maravilla. Comparado con los huevos fritos que había comido el día anterior, ¡qué diferencia! Sentí que digerí mucho mejor los revueltos.

Esa experiencia me convenció. Los huevos cocinados así son más fáciles para el estómago, no sé, como que se sienten más ligeros, ¿no? Además, por lo que he leído, el calor elimina bacterias, lo que ayuda a evitar problemas. Una vez vi un documental, no me acuerdo bien dónde, que hablaba de la salmonela en huevos crudos. Me dio un poco de cosa.

Preguntas y respuestas:

P: ¿Cuál es la mejor manera de cocinar huevos para una digestión óptima?

R: Plancha, hervidos o revueltos.

¿Cómo se digiere mejor el huevo?

Mejor digerir huevo:

  • Harinas: Mezcla y ya.

  • Crudo: Evitar. Punto. Somos lo que comemos, y lo que digerimos.

  • Frío: Guarda en la nevera. Olores fuera.

Info extra:

  • Mi abuela freía huevos con pan rallado. Nunca le sentaban mal.

  • Salmonela: Existe. Que no te toque.

  • Textura: Cocido duro. O revuelto. Cambia algo.

  • Origen: Importa. Piensa en la gallina.

  • No sobrecargar: Un huevo. Dos. No más.

¿Cuál es la mejor manera de consumir huevos?

¡Ah, los huevos! El dilema matutino que rivaliza con Hamlet y sus dudas existenciales. La mejor forma de zamparse un huevo, según los sesudos, es:

  • Cocinarlos a fuego, agua o sartén. ¿Por qué? Pues porque espantan a los bichejos invisibles y dejan las proteínas más suavecitas, como un masaje para el estómago.
  • Olvidarse del huevo crudo. A menos que seas Rocky Balboa o te guste jugar a la ruleta rusa con tu salud intestinal. ¡Cada uno con sus gustos!

Si me preguntas a mí, que he sobrevivido a incontables desayunos con huevos, te diría que la mejor manera es la que te haga sonreír. ¿Unos huevos revueltos con chorizo? ¡Por supuesto! ¿Una tortilla francesa con queso de cabra? ¡Más aún! La vida es demasiado corta para huevos sosos.

Y hablando de huevos, ¿sabías que las gallinas con nombres suelen poner huevos más grandes? ¡Es verdad! Una vez le puse “Reina Cotilla” a una gallina y, ¡madre mía!, parecía que ponía huevos de avestruz. Cosas de la vida…

  • Hervido: Ideal para los que se toman la vida con calma. Pones el huevo en agua, esperas pacientemente y listo. ¡Como meditar, pero con sabor!
  • Revuelto: Perfecto para los indecisos. Lo mezclas todo, le añades lo que te apetezca y… ¡voilà!, un plato lleno de posibilidades.
  • A la plancha: Para los que van al grano. Un golpe de calor y a disfrutar. ¡Sin rodeos!

Y recuerda, si alguna vez te sientes aburrido, prueba a freír un huevo con forma de corazón. ¡El amor entra por la boca! O al menos, te hará sonreír un rato. 😉

¿Cómo se absorbe mejor la proteína del huevo?

Cocinando el huevo.

Lo recuerdo perfectamente. Era un martes por la mañana, de este año. Preparaba el desayuno en mi cocina, que tiene una ventana grande con vistas al jardín de mi vecina. Siempre me ha gustado verla cuidar sus rosales. Estaba pensando en que mi abuela siempre decía que el huevo crudo era lo mejor, que te daba una fuerza increíble. ¡Vaya disparate! Ahora sé que estaba equivocada.

Un día, leyendo un artículo sobre nutrición – porque me obsesioné un poco con el tema después de apuntarme al gimnasio – descubrí que el cuerpo absorbe muchísima más proteína del huevo cocido. Exactamente un 91%. Si te lo comes crudo, solo aprovechas la mitad, ¡un 51%! Imagínate.

Desde ese día, adiós al huevo crudo. Ahora los hago revueltos, ¡con un poco de cebollino fresco del huerto!, o fritos, pero siempre bien hechos. Y si tengo prisa, un huevo duro es la solución.

  • Huevo cocido: Máxima absorción de proteína.
  • Huevo crudo: Absorción muy inferior.
  • Mi abuela: Siempre decía lo contrario, ¡qué cosas!

Además, aprendí algunas cosas curiosas:

  • La avidina: Una proteína del huevo crudo que dificulta la absorción de biotina (vitamina B7). Al cocinar el huevo, la avidina se desnaturaliza y deja de ser un problema.
  • Digestión: El huevo cocido es más fácil de digerir que el crudo. Evita molestias estomacales.
  • Riesgo de salmonela: Aunque bajo, existe el riesgo de contraer salmonela al consumir huevo crudo. Cocinarlo elimina este riesgo.

¿Cómo es más sano comer un huevo?

Aquí, en la oscuridad, me pregunto sobre cosas tan simples… tan cotidianas como un huevo.

Cocerlo, supongo.

  • A la plancha quizás.

  • Hervido también sirve.

  • Revuelto, por qué no.

Es que si lo pienso, la comida es una cosa extraña. Mamá siempre decía “con cuidado, que te vas a enfermar”. Y yo de chico no entendía. Pensaba que todo era comer por comer.

Ahora… ahora sé que hay cosas invisibles ahí dentro. Cosas que te pueden hacer daño.

Hace poco me diagnosticaron intolerancia a la lactosa. Siempre me gustó la leche, el helado. Ahora ya no puedo.

Es como… como si el mundo te quitara cosas que antes te daba sin pedir nada a cambio. Y uno, al final, solo aprende a vivir con eso.

¿Cuánto tiempo se tarda en digerir un huevo?

Un huevo, ¿cuánto tarda en digerir? ¡Pues menos que yo en decidirme qué ponerme un sábado por la mañana! Entre media hora y una hora, hala, digerido. Depende de lo duro que esté, claro. No es lo mismo un huevo pasado por agua, que se digiere en un plis plas, que uno cocido cual roca, que te puede acompañar hasta la cena.

  • Media hora: Para un huevo pasado por agua, casi como beberse un zumo. ¡Zas! Digerido.
  • Una hora: Si te gusta la yema cuajadita, una horita de relax en el estómago. Como una siesta corta.
  • ¡Ojo al dato! Si te zampas una tortilla con cebolla… la cosa cambia. Eso ya es otra historia, ¡y otra digestión! En mi caso, con cebolla, mínimo 4 horas. Eso sí, ¡merece la pena!

Este finde me hice un revuelto de 8 huevos. ¡Casi muero! Pero qué rico… Menos mal que luego di un paseo para bajar la tortilla. Eso sí, ya te digo, digestión eterna. Creo que todavía lo estoy digiriendo… Ah, y por si te interesa, ¡hoy he desayunado tostadas con aguacate! Nada de huevos, por si acaso.

¿Por qué el huevo es difícil de digerir?

Aquí, en la oscuridad, me pregunto por qué algunas cosas son tan… complicadas. Como el huevo. Algo tan simple en apariencia, tan básico.

La digestión del huevo, crudo, es un laberinto. No lo asimilas bien, simplemente pasa. Es como si tu cuerpo se negara a reconocerlo del todo.

  • Proteínas rebeldes, quizás. No se dejan romper, no se dejan usar.
  • Estructuras complejas que las enzimas ignoran. Una barrera invisible, un muro dentro de ti.

Recuerdo cuando era niño y mi abuela me obligaba a tomarme un huevo crudo con azúcar antes de ir al colegio. Decía que me daría energía. Yo sentía náuseas. Supongo que mi cuerpo ya sabía algo que yo ignoraba.

La cocción, dicen, lo cambia todo. El calor las doma, las hace más accesibles. Pero incluso así, a veces siento que hay algo… que no encaja del todo.

  • Mi estómago se resiente. Un peso, una incomodidad sorda.
  • No todos los días son iguales. A veces lo tolero bien, otras no tanto.

Este año, he intentado evitarlos. Pero es difícil. Están en todas partes. En los bizcochos de mi madre, en las tortillas que preparo a veces con desgana, en la mayonesa del supermercado. Escapar es imposible.

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