¿Cómo se debe tomar el agua solarizada?

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El agua, previamente purificada, se coloca en una botella azul y se expone al sol. Tras la solarización, su energía se modifica, adquiriendo propiedades beneficiosas para la salud, el cuidado personal y la jardinería, pudiéndose consumir o usar según se desee.

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El Agua Solarizada: Un Elixir de Luz y Agua

El agua, elemento fundamental para la vida, puede ser potenciada mediante un sencillo proceso conocido como solarización. Este método, que consiste en exponer agua purificada a la luz solar en una botella de vidrio azul, no es una nueva panacea, pero sí una práctica ancestral que ha ganado popularidad por sus presuntos beneficios. Pero, ¿cómo se toma correctamente el agua solarizada y qué precauciones debemos tomar?

Preparación del Agua Solarizada: Un Ritual de Luz

La clave reside en la pureza del agua inicial y la elección del recipiente. Se debe utilizar agua previamente purificada, ya sea filtrada, hervida o embotellada de alta calidad. Evitar el uso de agua del grifo sin filtrar, pues podría contener impurezas que se concentren durante la solarización. La botella debe ser de vidrio azul, ya que este color filtra las frecuencias de luz menos beneficiosas, permitiendo que predominen aquellas que se cree potencian las propiedades del agua. Existen diferentes tonalidades de azul, y aunque no hay un consenso absoluto sobre cuál es la óptima, se recomienda un azul oscuro y opaco.

Una vez seleccionada el agua y la botella, se llena ésta completamente, sin dejar espacio para el aire. La exposición solar ideal es de entre 2 a 6 horas, dependiendo de la intensidad de la luz solar y la temperatura ambiente. Un día soleado y cálido es ideal. Es importante evitar la exposición directa a la luz ultravioleta intensa, especialmente durante las horas centrales del día, para prevenir un calentamiento excesivo que pueda afectar las propiedades del agua. Se recomienda una exposición gradual, observando el color y temperatura del agua.

El Consumo del Agua Solarizada: Saboreando la Energía Solar

Una vez solarizada, el agua adquiere un ligero cambio en su sabor y textura, descrito por algunos como más suave y refrescante. No existe una cantidad específica recomendada para el consumo diario. Se puede incorporar al agua solarizada en la rutina diaria, sustituyendo parcialmente el agua potable habitual. Algunas personas la beben a lo largo del día, mientras que otras prefieren concentrar su consumo en las mañanas o antes de las comidas. Sin embargo, es crucial recordar que el agua solarizada no es un sustituto del agua potable, y se recomienda mantener una hidratación adecuada con agua limpia y fresca.

Más allá de la Bebida: Usos en Cuidado Personal y Jardinería

Las propiedades del agua solarizada no se limitan al consumo. Su uso se extiende al cuidado personal, donde puede utilizarse para limpiar la piel o el cabello, proporcionando una sensación de frescura y vitalidad. En jardinería, se puede utilizar para regar las plantas, con la creencia de que estimula su crecimiento y resistencia. Sin embargo, la evidencia científica sobre estos usos es limitada, y se basa principalmente en la experiencia anecdótica.

Conclusión: Un Enfoque Cauteloso y Consciente

La práctica de solarizar el agua es un proceso simple y accesible que, para muchos, ofrece beneficios adicionales al consumo de agua potable. Sin embargo, es fundamental recordar que no existe evidencia científica contundente que respalde todas las afirmaciones sobre sus propiedades. Su uso debe ser considerado como un complemento a una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable, no como un tratamiento o remedio milagroso. La clave reside en un enfoque consciente y responsable, observando las propias sensaciones y respetando la experiencia individual. Mientras se disfruta del ritual de la solarización, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para cualquier duda o inquietud.

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