¿Qué pasa si se me derrama la sal?

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¡Sal derramada, mala suerte evitada! La superstición dice que atrae malos espíritus. La solución? Echarla por encima del hombro izquierdo, neutralizando la mala energía. Un gesto simple para alejar la mala fortuna.

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¿Qué significa derramar sal? ¿Es mala suerte o superstición?

Derramar sal… Uf, me da cosa. En mi familia, sobre todo mi abuela, era un drama. Recuerdo una vez, tendría yo unos ocho años, en casa de mis abuelos en Valencia, un domingo de paella… Tiré el salero entero. Casi lloro del miedo que me metió mi abuela.

Me obligó a tirar un puñado por encima del hombro izquierdo, murmurando algo sobre el diablo. Me parecía tan raro, tan… medieval. Ahora, de adulta, obviamente no creo en esas cosas. Pero, oye, la costumbre me quedó. El otro día, en el restaurante “El Rincón” (Madrid, menú del día 8,50€ el 15 de marzo), se me cayó el salero, y sin pensarlo, ¡zas!, sal por encima del hombro. La gente me miró raro.

Preguntas y respuestas:

¿Qué significa derramar sal? Superstición: mala suerte, invocar al diablo.

¿Cómo contrarrestar la mala suerte? Tirar sal por encima del hombro izquierdo.

¿Qué hacer si derramo sal?

¡Ay, madre mía, que desastre! Se te cayó la sal, ¡como si el mismísimo Diablo te hubiera hecho una mala jugada! No te preocupes, que no es el fin del mundo (ni el principio del apocalipsis zombi).

Pero ojo, que hay que actuar rápido, ¡eh! No vaya a ser que la mala suerte te persiga como una sombra chinesca.

Lo primero, recoge esa sal con una escoba de bruja (o una normalita, si no tienes una de bruja a mano). Lo de la escoba no es broma, eh, que la sal caída absorbe la mala suerte como una esponja.

Si la sal se va de paseo mientras te la pasas como si fuera una patata caliente (en plan juego de manos estilo gran mago), ¡tira un puñado sobre el hombro de quien la dejó caer! Es un ritual ancestral, casi tan antiguo como mi abuela, ¡y ella tiene… ¡un montón de años!. Es como un escudo mágico, ¡que repele la mala suerte!

  • ¡No te rías! Esta superstición es más seria de lo que parece, ¡que ya me han contado historias que te ponen los pelos de punta!
  • Según mi vecina, la señora Rodríguez, si no lo haces, tendrás siete años de mala suerte ¡con piojos incluidos!.
  • Y si no te lo crees… ¡pues apañá te las arregles!
  • Aunque, vamos a ver, puede que solo sea una tontería, pero por si acaso… mejor prevenir que lamentar, ¿no?

Recuerda: ¡un puñadito de sal sobre el hombro, y aleja la mala suerte! Y si además, cantas tres veces “Que le den a la sal”, mejor aún.

PD: La señora Rodríguez también dice que si silbas dentro de casa, atraes a los espíritus… ¡y yo desde entonces no silbo ni para pedir un taxi!

¿Qué hacer si derramo sal?

¡Ay, la sal! Ese pequeño mineral que da sabor a la vida y, al parecer, también trae mala suerte si no tienes cuidado. Si la derramas, no entres en pánico como si se acabara el tequila en una fiesta. Aquí te dejo un plan de acción, con un toque de humor para que no te amargues:

1. El Derrame Inevitable:

  • Recoge la mayor cantidad posible. No seas como ese amigo que deja el último trozo de pizza para que otro lo recoja.
  • Si es en una mesa, un trapo húmedo será tu mejor aliado. Si es en la alfombra… ¡Buena suerte! Aspira con ganas, como si estuvieras buscando oro.

2. El Rito Expiatorio (Para los Supersticiosos):

  • ¡La clave está en el hombro izquierdo! Sí, ese hombro. Lanza una pizca de sal por encima. ¿Por qué el izquierdo? Porque los romanos creían que ahí se sentaba un demonio listo para fastidiarte el día.
  • Si fuiste tú quien dejó caer el salero, la responsabilidad recae sobre ti. ¡No te hagas el sueco!

3. Reflexiones Saladas:

  • ¿De verdad crees que un derrame de sal puede arruinarte la vida? Vamos, ¡estamos en 2024! Pero, si te hace sentir mejor, ¡adelante con el ritual! La tranquilidad mental no tiene precio.
  • Piensa en positivo: ahora tienes sal extra para espantar a los caracoles de tu jardín. ¡Problema resuelto!

El Origen Salado de la Superstición:

  • Algunos dicen que la superstición viene de la época en que la sal era un bien preciado, ¡más valioso que un like en Instagram! Derramarla era un despilfarro imperdonable.
  • Otros la relacionan con “La Última Cena”, donde Judas Iscariote, el traidor, aparece derramando sal. ¡Drama total!
  • Personalmente, creo que es una excusa más para hacer el ridículo y echar unas risas. ¡No hay nada de malo en ser un poco excéntrico!

Ahora, si me disculpas, voy a esparcir sal por mi hombro izquierdo. ¡Por si acaso!

#Derrame Comida: #Sal Derramada