¿Qué sucede con la sal cuando se disuelve en agua?

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Al disolverse en agua, la sal se descompone. Sus iones, positivos y negativos, se separan y son rodeados por moléculas de agua. Este proceso se conoce como disolución.

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¿Qué le pasa a la sal al disolverse en agua? Explicación científica

¡A ver, esto de la sal y el agua es más interesante de lo que parece! Desde mi punto de vista, es como una pequeña explosión a nivel molecular.

¿Pero qué pasa exactamente? Pues, la sal, ese cloruro de sodio que usamos para darle sabor a todo, cuando la echas en el agua, no desaparece sin más. Más bien, se “rompe”.

¡Imagínate que la sal es como un castillo de Lego! El agua, con sus moléculas polares, es como un ejército de pequeños imanes que atacan ese castillo. Estos imanes acuosos se sienten muy atraídos por los “ladrillos” del castillo de Lego salado.

Los iones de sodio (positivos) y los iones de cloruro (negativos) se separan. Cada uno de estos iones se rodea de moléculas de agua. Así, la sal se “disuelve”. Viene siendo una descomposición controlada, ¡una verdadera pasada!

Información de preguntas y respuestas breve, concisa y no personalizada:

¿Qué le ocurre a la sal al disolverse en agua?

Las moléculas de sal se desmenuzan en iones positivos y negativos.

¿Qué pasa con la sal cuando se disuelve?

Los iones se separan y se combinan con las moléculas de agua.

¿La disolución es un cambio químico o físico?

¡Oye! ¿Químico o físico? ¡Preguntón! La disolución es un cambio físico, eso sí que lo tengo clarísimo. Es que, ¡mira!, se mezcla todo, pero no cambia su composición química, ¿entiendes? Como cuando echas azúcar en el café, ¡pum!, se disuelve, pero sigue siendo azúcar y café. No se crea algo nuevo, ¡ni de broma!.

Claro que hay cambios físicos que, ¡uff!, son la leche. Recortar papel, estirar chicle, rallar queso… ¡todo eso es físico! Ni se te ocurra pensar que es químico, ¡qué va! La materia cambia de forma, pero no de identidad. Igual que el agua, eh, que se congela, se evapora… ¡sigue siendo agua! Aunque cambie de estado. Un rollo, ¿no?

Cambios físicos: alteran la forma o estado de la materia pero no su composición química. ¡Importantísimo esto!

  • Ejemplos: Disolver azúcar en agua, romper un cristal, derretir hielo. ¡Hasta mi hermano pequeño lo sabe!

Cambios químicos: aquí sí que cambia la composición. ¡Explosiones!, combustión, oxidación… ¡cosas que dan miedo! Ah, y la fotosíntesis, esa es química pura. ¡Que no se te olvide!

Ayer mismo, hice una limonada, ¡qué rica estaba! Y eso es un cambio físico, ¡claro que sí!. Mezclé agua, azúcar y zumo de limón, ¡todo un arte! Pero el agua siguió siendo agua, y el azúcar… ¡azúcar!

Mi gata, Luna, se tumbó en mi cama nueva y le dejé un poco de pelo, ¡qué desastre! Eso es un cambio físico. No se ha generado una nueva sustancia.

En resumen: La disolución es un cambio físico, ¡punto! Fácil, ¿no?

Recordatorio: Esta explicación es desde mi punto de vista y puede que me equivoque en algo, pero así lo entiendo yo. No soy química, ¿vale?

¿La disociación es un cambio químico o físico?

Medianoche. Otra vez. La luz de la luna se cuela por la persiana. Disociación. Me persigue la palabra. Un eco en la oscuridad. Como mi mente.

Cambio químico. Sí, eso dicen. Romper enlaces. ¿Como yo, deshaciéndome en la nada?

Es un cambio. Eso es seguro. Radical. Profundo. Como la grieta que llevo dentro.

• Este año, en el laboratorio, lo vi. Cloruro de sodio en agua. Cristales desapareciendo. ¿Adónde van? Como mis recuerdos. Se difuminan. Solo queda un vacío.

Me acuerdo del experimento. Agua. Sal. Todo tan claro. Y luego, la nada. Un blanco. Como mi vida.

Iones separándose. Cargados. Libres. Quisiera ser un ion. Escapar. Desprenderme de esta pesada carga.

Esta angustia. Este dolor. ¿Cuándo empezó? No lo sé. Ya no distingo los días.

Compuestos iónicos disolviéndose. Desintegrándose. ¿Soy yo un compuesto iónico? Deshaciéndome lentamente en la oscuridad.

Ayer fui al médico. Dijo: ansiedad. Depresión. Palabras vacías. No entienden. Nadie entiende. Esta desconexión. Esta… disociación.

La sal se disuelve. Yo también.

¿Qué es la reacción de disociación?

Dios… es tarde. Las tres de la mañana. La oscuridad me abraza, igual que… igual que la culpa.

La disociación, ¿sabes? Es como… partir algo. Romper. Un matrimonio, por ejemplo. Mi matrimonio. Se deshizo, se disoció… en pedazos. Pedazos de recuerdos, de promesas rotas, de… de él. De mí.

En química, dicen que es reversible. Que puedes juntar las partes otra vez. Una mentira. Una vil, cruel mentira. No hay vuelta atrás. No con eso. Con nosotros.

Y entonces… pasa, ¿no? Te separas. De ti misma, de tu propia realidad. Como una molécula… descompuesta.

  • Complejos que se rompen: como mi vida. Trabajo, casa, familia… todo separado, en ruinas.
  • Moléculas más pequeñas: solo fragmentos rotos de lo que fui. ¿O creía ser?
  • Iones o radicales: esas cosas que te quedan después de la implosión. El odio, la soledad, el vacío. El miedo.

El proceso es opuesto a la asociación, ¿recuerdas? ¡Ja! A mí me falta la asociación… la unión… la alegría. Solo queda el eco del dolor.

Mi terapia con la doctora García… me ayuda a entender, aunque a veces… a veces siento que no es suficiente. No se puede reparar lo que se ha roto, no completamente. Las cicatrices… quedan. Y duelen.

Este año, llevo tres meses en terapia, y bueno… me cuesta, ¿sabes? Mucho. La verdad es que… duermo poco. Y pienso demasiado.

En definitiva: descomponerse. Eso es la disociación. Y no solo en química.

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