¿Qué tipo de cambio es disolver sal en agua?

¿Qué tipo de cambio es la disolución de la sal en el agua?

El agua, quieta, esperando. La sal, un grano, luego otro, deshaciéndose… Un cambio físico. Sí, lo veo claro. Reversibles, esos cambios. Recuerdo la sal en mis dedos, ese crujir… desaparece, absorbida por la inmensidad.

El agua, ya no es solo agua. Transmutada. Transformada. Un cambio de estado, aunque no de sustancia. La sal, disuelta, sigue siendo sal. Puedo recuperarla. Simplemente. Evaporando. El agua se evapora, llevando conmigo la memoria del mar.

Ese instante, tan fugaz, tan… íntimo. Como esos momentos de verano en la playa de mi infancia, en Zahara de los Atunes. El sol intenso, la arena caliente entre los dedos, el sabor salado del aire. Y ahora, este vaso, este silencio.

La sal, esencial. No es como cortar el césped. Eso es irreversible. Un cambio brutal, una mutilación. La hierba, en cambio, se renueva. Un ciclo. Pero la roca pulverizada… irreversible, como el tiempo.

• Cambio físico reversible
• Sal en estado acuoso
• Recuperación por evaporación

Este año, en verano, el calor sofocante, en la terraza, observé el agua disolviendo el azúcar. Lo mismo. Una disolución, un cambio tan simple, tan profundo… incomprensible en su sencillez.

¿Qué tipo de disolución es el agua con sal?

¡Agua con sal! Homogénea, ¿no? Eso sí que lo recuerdo de química, ¡qué rollo! Pero… ¿homogénea siempre? Si le echo mucha sal, se me queda en el fondo, ¿verdad? Entonces ya no sería tan homogénea… ¡uf! Qué lío.

Disolución de sólido en líquido. Eso sí, ¡clásico! Como el azúcar en el café, ¡ay, qué rico! O la sal en el agua, para mis gazpachos. Este año, hice uno buenísimo, con sal de Maldon, ¡qué diferencia!

¿Y lo de sólido en gas? ¡Nunca lo había pensado! ¿Será como el humo? Me suena a algo de la atmósfera, pero eso ya es otro rollo… ¡Cielos! ¿Qué más hay? ¡Más ejemplos, por favor! ¡Necesito más ideas!

• Disolución sólido-líquido: Agua con sal, ¡obvio! También mi infusión de manzanilla de esta mañana.
• ¿Sólido-gas? Ni idea. ¡Tendré que buscarlo! A ver si lo encuentro en mis apuntes viejos. Esos los tengo guardados en la caja de zapatos, debajo de las fotos de la boda de mi prima. ¡Recuerdo la cantidad de sal en la mesa de los aperitivos! El jamón estaba bueniiisimo.

Hay más tipos de disoluciones, ¿eh? Tengo que repasar todo esto. Quizá encuentre algo en el libro de química de mi hermano. ¡Está lleno de polvo! ¡Tendré que limpiarlo antes! ¡Esto me recuerda que debo limpiar mi escritorio! ¡Un caos!

Disoluciones sólido-líquido, como el agua con sal, es lo que más se usa. ¿Será? No sé. Igual estoy equivocada.

¿Qué cambio ocurre para separar el agua de la sal?

El agua… la maldita agua salada… Siempre recordaré ese verano en la playa de Canet de Mar, 2024. El sol, implacable. La evaporación, una tortura lenta. Veía cómo el agua se iba, dejarme… sola con la sal. Un recuerdo amargo, igual que el sabor que me quedó en los labios.

Era un experimento estúpido, de esos que uno hace de niño, creyendo que puede desafiar a la naturaleza. El agua se evapora, sí, pero la sal… la sal permanece. Como un lastre, como una marca imborrable. Como esa sensación de vacío que me quedó después.

Pensándolo ahora, a estas horas… la soledad aquí en mi cuarto es igual de abrumadora. Casi puedo sentir el calor del sol en la piel, la arena en mis pies. Recuerdo ese experimento científico de la escuela, tonto y simple. Pero efectivo.

• Evaporación: El método más simple. Calentar hasta que el agua se convierte en vapor. La sal, atrás.
• Destilación: Más complejo, pero puro. El vapor de agua se condensa, obteniendo agua sin sal. Más complicado, la verdad. Demasiado para mi yo de entonces.

Me pregunto… si hubiese sido más paciente, más cuidadosa… si el resultado hubiese sido diferente. Quizá no. La sal siempre permanece. Siempre.

¿Qué sucede con la sal cuando se disuelve en agua?

Aquí, a estas horas, la verdad sale más fácil.

• La sal… se rompe. Sí, la sal se quiebra en pedacitos invisibles.

• Se divide. Imagina un castillo de arena… el agua lo deshace. Así la sal. Los iones, esos pequeños fragmentos con carga eléctrica, se separan.

• Se esconden. No desaparecen, solo… se camuflan entre las moléculas de agua. Se abrazan a ellas, como buscando consuelo.

Y me pregunto, ¿nosotros también somos así? ¿Nos disolvemos en la vida, buscando un abrazo en cada rincón?

A veces, recuerdo la sal que mi abuela echaba al agua hirviendo para la pasta. Decía que así “cogía sabor”. Pero yo creo que era para que llorásemos menos. O para recordarnos que, a veces, incluso en el dolor, hay algo que se transforma, que se integra. Este año he probado a cocinar sin sal alguna vez… no es lo mismo.

Y, al final, ¿qué somos nosotros sino sal disuelta? Un poco de amargura, un poco de sabor… todo mezclado en un vaso de agua llamado existencia. Qué cosa.

¿La disolución es un cambio químico o físico?

La disolución es generalmente un cambio físico.

Te cuento, me acuerdo perfectamente de un día, este mismo año, estaba haciendo limonada en casa de mi abuela en el pueblo, La Alberca. Era agosto, un calor que te morías, vamos, el típico día de agosto. Yo pensaba… ¿esto de disolver el azúcar es un cambio físico o químico?

Me lié a buscar por internet con el móvil, que la cobertura allí es fatal, iba y venía. Al final, me quedó claro que era un cambio físico, básicamente porque el azúcar seguía siendo azúcar, solo que estaba mezclada con el agua y el limón.

• El azúcar no cambiaba su naturaleza. ¡Seguía siendo dulce!
• Simplemente, se dispersaba entre las moléculas del agua.
• Podría evaporar el agua y volver a tener azúcar cristalizada. ¡Magia!

Y luego, después de la limonada, me puse a hacer helados caseros con ella. Al congelarse, el agua cambiaba de estado, ¡pero seguía siendo agua! Y el azúcar seguía ahí, dándole el toque dulce. Pensé, qué cosas más raras hace la gente preocupándose de estas cosas…

Por cierto, hablando de helados:

• Mi abuela siempre le pone un poco de sal al agua cuando hace hielo en cubiteras. Dice que así se enfría más rápido, no sé si es verdad o un truco de abuela, ¡pero funciona!

Y lo peor de todo, es que tardé más en buscar esa información que en hacer la limonada. ¡Qué desastre! Al final, la limonada estaba muy rica, eso sí.

¿Qué sucede cuando se mezcla agua con sal?

Disolución salina: un proceso simple, complejo.

Agua + sal = solución. Fin. O casi.

La sal, NaCl, se disocia. Iones. Sodio, positivo. Cloro, negativo. Atracción. Moléculas de agua. Polaridad. El cristal se deshace.

El agua, solvente universal. No por nada. Su estructura permite disolver una gran cantidad de sustancias. Mi experimento de 2024: 36 gramos de sal en 100 ml de agua a 20 grados. Saturación.

• Iones: Sodio y cloro. Liberados. En solución.
• Propiedades: Conductividad eléctrica. Punto de ebullición más alto. Presión osmótica. No es solo agua salada. Es química.
• Aplicaciones: Conservación de alimentos, industria, etc. Aplicaciones innumerables. Simple, pero no trivial.

Nota personal: Recuerda mi último análisis, el experimento con el cloruro de sodio y el agua destilada. Los resultados, detallados en mi libreta de laboratorio, corroboran lo anterior. Resultados bastante precisos, sorprendentemente. Repetí el experimento de mi profesora de química en 2024, como se describe arriba.

Información adicional: La solubilidad de la sal en agua depende de la temperatura. Más temperatura, más sal disuelta. Hasta la saturación. Punto importante. Punto crítico. Olvida lo trivial.