¿Cómo preparar el agua con sal para tomar?
Para preparar agua con sal, disuelva ¼ - ½ cucharadita de sal de mesa en un vaso de agua tibia. La temperatura del agua facilita la disolución de la sal. Simple, rápido y efectivo.
¿Cómo preparar agua salada para beber?
Uf, preparar agua salada para beber… me suena raro, ¿verdad? Recuerdo una vez, el 15 de marzo del año pasado en la playa de Cancún, me dio una sed horrible. No tenía otra cosa que agua de mar… No la bebí, ¡claro!, pero sí que la probé para ver qué tal. Saladisima, insoportable.
En fin, si necesitas hacer una solución salina para beber, yo lo haría con agua tibia, como dicen, para que la sal se disuelva bien. Pero media cucharadita, un cuarto de cucharadita… depende mucho de la sal, y del agua, y de tu gusto. No es algo que se mida con exactitud, ¿sabes?
A mí, me parece que la cantidad ideal se prueba poco a poco. Empieza con poquito, y si necesitas más, añades más, hasta que esté a tu gusto, obvio, que nunca va a ser como el agua fresca, pero…
Un vaso de agua tibia, unos granitos de sal… prueba a ver qué tal, y recuerda que no es una solución mágica, o sea, que para la sed, lo mejor sigue siendo agua normal.
Información breve: Mezclar 1/4-1/2 cucharadita de sal en un vaso de agua tibia. Ajustar cantidad al gusto. No recomendado como sustituto del agua potable.
¿Cómo hacer suero salino en casa?
Suero salino casero: Precisión, no alquimia.
- Agua destilada: 237 ml. Limpieza implacable. Olla hervida 20 min también vale.
- Sal pura (sin yodo): 2.5 g. La sal de mesa jodida no sirve. La sal marina fina que uso para mis sales de baño es ideal.
- Bicarbonato: 2.5 g. Equilibrio sutil, no lo ignores. El de la farmacia, el del super es basura.
Mezclar. Usar. Desechar restos después de 24h. No escatimes en higiene.
¿Qué contiene la solución salina?
La solución salina es, esencialmente, agua con sal, específicamente 9 gramos de cloruro de sodio por litro. ¡Vamos, como si el mar fuera de interior y tuviera ambiciones médicas!
¿Usos? Uf, más que un fontanero en sábado:
- Limpia lentillas: Para que tus “ventanas al alma” estén impolutas. ¿Sabías que una vez intenté usar agua del grifo? ¡No lo recomiendo!
- Lavados nasales: Desatasca fosas nasales como si fueras un explorador descubriendo un nuevo continente… lleno de mocos.
- Irriga heridas: Limpia tus “batallas” cutáneas, como si fueras un jardinero con una manguera.
- Fluidoterapia: Rehidrata cuando estás “seco como la mojama”, como si fueras una planta sedienta bajo el sol de agosto.
Es decir, la solución salina es el MacGyver de la medicina, pero sin navaja suiza. Aunque, pensándolo bien, ¡una navaja suiza con sal sería un invento!
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