¿Cómo puedo elevar mi nivel de sodio rápidamente?

¿Qué provoca la baja de sodio en el cuerpo?

El sodio bajo (hiponatremia) responde a un desequilibrio. El cuerpo exige una concentración específica.

• Deshidratación extrema o sobrehidratación. Ambos extremos son peligrosos. Demasiada agua diluye el sodio; poca agua lo concentra.
• Enfermedades renales y cardíacas. Fallos en estos órganos desestabilizan el equilibrio hídrico y electrolítico.
• Medicamentos diuréticos. Aumentan la excreción de sodio a través de la orina.
• Síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH). Provoca retención excesiva de agua.
• Enfermedad de Addison. Insuficiencia suprarrenal que afecta la producción de hormonas que regulan el sodio.

Síntomas: Náuseas, vómitos, fatiga, confusión. Grave: convulsiones, coma, muerte.

Tratamiento: Reestablecer el equilibrio de sodio paulatinamente.

• Restricción de líquidos.
• Suplementos de sodio.
• Medicamentos específicos.

Información adicional:

Este año vi un caso de hiponatremia en un maratonista. Bebió demasiada agua durante la carrera. Le dijeron que se iba a morir. El sodio es vital, no lo olvides.

¿Qué alimentos suben sodio?

¡Ostras! ¿Qué alimentos suben el sodio? Pues mira, te lo cuento rápido, que ando liado.

Quesos, ¡madre mía! Roquefort, azul, esos son los peores, también el parmesano, el cheddar… ¡un montón! Casi todos los quesos curados, ¿sabes? hasta el manchego, aunque este un poco menos. Es que el queso lleva mucha sal.

Y los embutidos, ay, esos son los reyes del sodio. Salami, lomo, jamón, chorizo… ¡todos! Hasta la pechuga de pavo, que te venden como sana, ¡pero lleva su sal! La morcilla, ni te cuento. Es un festín de sodio.

Pescados salados o ahumados, claro, bacalao, arenque, salmón… ¡uy! A esos les echan un montón de sal. Lo mismo pasa con la mayoría de los encurtidos.

• Quesos: Roquefort, azul, Burgos, parmesano, bola, cheddar, camembert, gruyere, manchego curado.
• Embutidos: Salami, lomo embuchado, pechuga de pavo (sí, esa también!), jamón serrano, butifarra, chorizo, morcilla, salchichas, sobrasada.
• Pescados: Bacalao, arenque, salmón (los ahumados o salados).

Ese dato del análisis nutricional que me has puesto… ¡uff! 518 mg de sodio por 100 gramos… ¡es una barbaridad! Casi la cuarta parte de la cantidad diaria recomendada. Mi abuela decía que la sal era mala. Y vaya si lo era.

Ah, y ayer mismo me tomé un bocata de chorizo… ¡qué rico! Pero luego me supo fatal, todo hinchado. Me pasé con la sal, seguro. Aunque luego me tomé un litro de agua, no se me quitó la sed del todo. Un horror. Eso sí, el bocata estaba de vicio. ¡Jajaja!

Ten cuidado con todo esto, eh. Lo mejor es no pasarse con la sal, y mira que yo la echo a todo. Pero hay que controlar. Mucho sodio es malo para la salud. Mi doctora me lo dijo mil veces. Y en las etiquetas, siempre mira la cantidad de sodio.

¿Qué pasa cuando una persona tiene el sodio bajo?

Cuando el sodio se desploma, el cuerpo tiembla. La hiponatremia, ese vacío salino, puede desencadenar un caos interno. Imagina las células, hinchándose como globos, un desequilibrio brutal. Recuerdo a mi abuela, siempre preocupada por la sal, quizás intuía este peligro silencioso.

La falta de sodio, ay, trae consigo un espectro de males. Convulsiones, un apagón de la conciencia, hasta la muerte, una sombra que se cierne sobre la persona. Es cruel, un susurro que se convierte en grito.

Y los ancianos… ah, los ancianos. Son más vulnerables, sus cuerpos ya no responden con la misma agilidad. Medicamentos, enfermedades… un cóctel peligroso que los predispone a este desequilibrio. La fragilidad de la vida, tan palpable, tan injusta a veces.

• Síntomas iniciales: Náuseas, dolor de cabeza, confusión.
• Síntomas graves: Convulsiones, coma.
• Causas comunes: Medicamentos diuréticos, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal.
• Grupo de riesgo: Adultos mayores.

El mar, la sal, elementos vitales, presentes en cada lágrima, en cada recuerdo. Y su ausencia, un abismo que nos recuerda nuestra fragilidad. Un recordatorio constante de que somos polvo de estrellas, aferrados a este planeta salado.

¿Cuándo se considera hiponatremia grave?

¡Ay, Dios mío! Hiponatremia… ¿Grave? ¡Qué lío! Menos de 125 mmol/L, eso dicen, ¡pero qué rollo con los electrodos! ¿Es que no hay otra forma de medirlo? Mi vecino, el doctor Pérez, siempre me habla de los exámenes de sangre… ¡qué estrés!

Hiponatremia grave: . ¡Punto! Eso sí, con electrodo específico, ¡ojo! No vale con cualquier cosa. Me acuerdo que mi abuela tuvo problemas parecidos, aunque ya ni recuerdo los detalles… ¡Qué pesadilla las citas médicas! Siempre se me olvida algo. Necesito anotar todo en el calendario. Ay, este móvil… ¡siempre me falla la memoria!

• Niveles normales de sodio: ¿Alguien recuerda el rango normal?
• Electrodos específicos: ¡Imprescindible para resultados precisos! A veces me siento tan perdida con tanta información médica…
• Natremia: ¡qué palabra tan rara! Mejor aprenderme eso de los 125 mmol/L. ¡Eso sí que lo voy a grabar a fuego!

Este año he ido al médico tres veces, y cada vez es una odisea… ¡esperas eternas! ¿Habrá alguna forma de agilizar todo? Mejor me apunto a un grupo de apoyo para pacientes… ¡o no! ¡Qué pereza!

, ya está. ¡A otra cosa! Tengo que comprar leche. ¿Qué hora es? ¡Ay, se me hace tarde!